Tres partidos, tres escenarios diferentes. Los Warriors se anotaron en casa su primer punto, los Suns recuperaron el factor cancha y los Sixers se colocaron al borde de la barrida a los Nets.
Huérfanos de Draymond Green, los defensores del anillo encontraron a otro, Kevon Looney, autor de un partido digno del sancionado ala-pívot: 4 puntos, 20 rebotes y 9 asistencias. Y Stephen Curry (36 tantos, 6 de 12 en triples) pilotó la ofensiva de un equipo que, fiel a su perfil de esta temporada, en casa sí defendió. Y añadió una muesca más al balance de 33-8 en el Chase Center, el mejor de la fase regular.
La consecuencia, lógica, fue que el ataque de los Kings (el mejor de la regular), que contaron con De'Aaron Fox (26 tantos, 9 capturas y 9 pases letales) como mejor elemento, bajó muchos enteros. Para muestra, el pobrísimo 11 de 47 desde el arco. Aunque los locales tampoco tuvieron su día (16 de 50), la aportación de gente como Moses Moody (13 puntos), Andrew Wiggins (20 y 7 rechaces) y Donte DiVincenzo (6, 7, 8 pases de canasta y 4 robos) hicieron posible que los de Steve Kerr ganasen tres cuartos y concediesen tablas (31-31) en el tercero para acabar ganando por un claro 114-97.
No pudieron superar una baja instrumental los Clippers, que sin Kawhi Leonard cayeron en casa (124-129) frente a los Suns de un nuevamente desencadenado Devin Booker (45 puntos), con Kevin Durant (28, 6 rechaces y 5 pases de canasta) nuevamente como segundo espada.
No obstante, sombrerazo para el equipo angelino, que también está sin Paul George. Russell Westbrook (30 tantos, 12 rebotes y 8 asistencias) y el sustituto en el cinco inicial de Leonard, Norman Powell (42 tantos, con 7 de 12 desde el arco), llevaron a los Clippers al borde del milagro.
Lo tuvieron cerca (116-119), tras dos libres errados por Andre Ayton y dos anotados por Westbrook gracias a una innecesaria falta de Torrey Craig, quien se resarció en la siguiente posesión con un triple. Ayton también encontró su redención: rebote ofensivo que acabó en triple de Booker y con el partido.
Duelo duro, poco brillante y bastante polémico en Brooklyn, donde los Sixers se hicieron con su tercer triunfo (97-102) en una eliminatoria que podrían finiquitar esta madrugada en el mismo escenario.
Habían transcurrido solo 146 segundos de juego cuando los visitantes pudieron (debieron) haberse quedado sin Joel Embiid. Tras un mate de Nic Claxton que acabó con el camerunés en el suelo, el de los Nets le pasó por encima, sin tocarle, de manera despectiva y el de los Sixers le lanzó una patada a la entrepierna. Técnica al local y flagrante de tipo 1 al visitante.
Claxton acabaría expulsado, por otra técnica, a 8:48 de la conclusión, y Embiid, flojísimo durante los tres primeros cuartos, acabaría siendo determinante con un tapón a Spencer Dinwiddie con 97-99 en el marcador y algo menos de 9 segundos en el reloj. Un tramo final huérfano también de James Harden, expulsado en los últimos segundos del tercer cuarto por dar un golpe en la ingle a Royce O'Neale.
Entre acciones feas, defensas abrasivas, técnicas y flagrantes emergió el brillo de Tyrese Maxey, que con 8 puntos seguidos, sin respuesta por parte de los Nets, volteó la tortilla (96-99) a falta de 44 segundos. Fue, con 25 tantos, el máximo anotador visitante. Uno más sumó el local, Mikal Bridges.
Malcolm Brogdon (Celtics) es el nuevo Sexto Hombre del Año, al imponerse en la votación a Immanuel Quickley (Knicks), por 408 puntos a 326. Tercero, con 97, fue Bobby Portis (Bucks). Brogdon, que releva en el palmarés de Tyler Herro (Heat), se convierte en el segundo jugador en la historia atesora este premio y el de Rookie del Año, algo que sólo había logrado Mike Miller. Y en el tercer celtic que consigue este premio, tras Kevin McHale (1984 y 1985) y Bill Walton (1986).