Del baloncesto a la chave: los otros Teresa Herrera
lll
17º-23º

Del baloncesto a la chave: los otros Teresa Herrera

Tras el fútbol en 1946, el hockey hierba femenino inicia la polideportiva historia en 1950 ► Con los años, casi todos los deportes han tenido su trofeo ►Decenas de estrellas mundiales tomaron parte en el torneo
Del baloncesto a la chave: los otros Teresa Herrera
Real Madrid-Joventut en la final del torneo de 1989 | Archivo El ideal Gallego/ Archivo de la Concejalía de Deportes de A Coruña

Usuario

Aunque el nacimiento de la entonces llamada Copa Teresa Herrera está vinculado única y exclusivamente al torneo de fútbol, creado en 1946, la Junta de Beneficencia del Ayuntamiento coruñés no tarda en darse cuenta del potencial de otro tipo de espectáculos para conseguir ingresos extra para su loable causa.


En un principio no se vinculó directamente al Teresa Herrera, pero la Junta organiza por primera vez en 1947, la víspera de la II edición del Trofeo, una corrida de toros enmarcada en las bautizadas como Grandes Fiestas de Beneficencia. La primera de ellas cuenta con un cartel de lujo, conformado por Rafael Ortega, Belmonte y Pepín Martín Vázquez. El éxito hace que los organizadores, para 1950, se planteen organizar un mano a mano entre Aparicio y Litri. Sin embargo, finalmente son Paquito Muñoz, Manolo González y Rafael Ortega los que “en honor de los visitantes del V Trofeo Teresa Herrera” saltan al ruedo del coso de Médico Rodríguez.


Pronto nacen las llamadas Fiestas Teresa Herrera, cuya celebración se extiende durante varios días desde la jornada previa a la disputa del trofeo balompédico. En 1950 se disputa un novedoso partido de hockey hierba femenino. Un año más tarde, el día después del enfrentamiento entre FC Barcelona y Young Boys, Riazor acoge, además de la II edición del trofeo hockeístico de mujeres, el Trofeo Internacional de atletismo Presidente Juan Perón. El Saeta coruñés y el Ourense se enfrentan en el primero de ellos. Los equipos del RC Deportivo, el RC Celta y el FC Oporto luchan por el segundo.

 

LEYENDAS
La Yugoslavia de Petrovic, la URSS de Sabonis y la Brasil de Oscar disputan el trofeo


El hockey sobre patines y el baloncesto se unen a los festejos en 1952. RC Deportivo, FC Barcelona y Atlético de Madrid compiten por el I Trofeo Teresa Herrera del deporte del stick entre el 26 y el 28 de junio. La ausencia de polideportivos provoca que este tipo de eventos se organicen en la calle, principalmente en plazas que cuentan con zonas asfaltadas. En este caso, el escenario es, al igual que en años posteriores, la Plaza de María Pita. La explanada ante el Palacio Municipal también acoge, el 30 de junio, el I Teresa Herrera de baloncesto, con victoria de un equipo chileno, la UD Valparaíso, ante una selección de A Coruña y Ferrol.


El atletismo, tras el experimento del Trofeo Presidente Perón, adopta la etiqueta de Teresa Herrera en 1953. En 1954 es el turno del motociclismo, con diversas pruebas de velocidad en el circuito de Los Cantones. Un año más tarde, el torneo de baloncesto da un paso más en su III edición, con la participación, y esperada victoria, del entonces campeón de España, el Joventut de Badalona. También sube un nivel el trofeo de hockey sobre patines, que por primera vez disputan equipos extranjeros: el Clube Atlético de Campo de Ourique —campeón portugués en 1954— y el Académico FC de Oporto, tercero en el campeonato luso unos meses después de competir en María Pita.

 

 

La explosión de 1956


El punto culminante de los esfuerzos encabezados entonces por Ramón Antelo, jefe de deportes de la Delegación Provincial Coruñesa de Educación y Descanso, dan sus frutos en 1956. El 8 de marzo de aquel año se anuncia a bombo y platillo la celebración de trofeos Teresa Herrera en ocho deportes además del fútbol. Tenis, boxeo y ciclismo se suman a los ya habituales baloncesto (masculino y femenino), balonmano, atletismo, hockey patines y hockey hierba. En total, en la última semana de junio de 1956 se ponen en juego nada menos que diez trofeos Teresa Herrera, en los que destaca la participación de los conjuntos de baloncesto y balonmano del Real Madrid y el equipo de atletismo del Benfica.

 

TH 01
Mecos ondea la Bandera Teresa Herrera de traineras de 2009.


La llegada de los años 60, unida a la crisis que atraviesa el trofeo de fútbol, supone la desaparición de prácticamente todos los torneos. Solo el atletismo sobrevive, aunque dicha competición ni siquiera se celebra con carácter anual. Esporádicamente se disputan trofeos de motocross o de baloncesto, tanto masculino como femenino, además de alguna nueva corrida de toros o novillada. La XI y última edición del Teresa Herrera atlético, un duelo femenino entre la selección española y el equipo de la USMT (Union Sportive Métropolitaine des Transports) de París, el 29 de junio de 1966, pone un punto y aparte de casi una década en la historia del trofeo en otras disciplinas.


La idea de recuperar los Teresa Herrera polideportivos resurge a finales de 1972. El trofeo de fútbol acumula varias ediciones en las que no atrae al suficiente público a las gradas de Riazor para cumplir con su cometido benéfico. Por ello, el concejal Manuel Estévez Mengotti clama por una revitalización. Su idea, crear una semana deportiva para atraer visitantes. Su deseo, organizar “un magno festival deportivo que haga repercutir el nombre de nuestra ciudad a escala nacional”. Sin embargo, la aparición del representante Fernando Torcal y el convenio entre el Patronato Municipal de Deportes y los clubes modestos reactivan la competición futbolística. La idea de Estévez Mengotti queda aparcada.

 

EVOLUCIÓN
El Mini Teresa Herrera empezó siendo una Supercopa de los modestos


En los años 70 experimenta un gran auge el fútbol sala, gracias a la participación de exjugadores de fútbol. Por ello, en 1975 nace uno de los Teresa Herrera que todavía se celebra en nuestros días. Aquella primera edición dista mucho de lo que es en la actualidad. Participan ocho equipos, con protagonismo especial para el exdeportivista Manolo Loureda, cuyo equipo, patrocinado por su peluquería, se impone en la final al Orillamar.


El fútbol sala no tiene continuidad en 1976 —regresa, para quedarse para siempre, en 1977, con la participación estelar de Luis Suárez en las filas del Orillamar—, pero a cambio aquel año nace el Mini Teresa Herrera, torneo de fútbol modesto que enfrenta, a modo de Supercopa, a los campeones de Copa da Coruña y Copa das Mariñas. El encuentro supone todo un acontecimiento en la comarca, pues se disputa en Riazor como preámbulo de la segunda semifinal del torneo grande. En 1984 comienzan a participar en él los subcampeones de ambas Copas, en un sistema con semifinales a doble partido y final a partido único en el Estadio, aunque ya en fechas distintas al Teresa Herrera debido a los problemas generados durante la década de los 80 por los cuidados del terreno de juego de Riazor. En 1993 sufre una nueva reestructuración, convirtiéndose en una especie de Copa da Coruña, con la participación de todos los clubes colaboradores en la venta de abonos del Teresa Herrera más el campeón de la Copa das Mariñas. El formato dura tres años. En 1995 se disputa por última vez, antes de transformarse, en 1996, en el actual Mini Teresa Herrera, el que enfrenta a los clubes coruñeses con sus equipos de las dos categorías más jóvenes. Entonces, alevines y benjamines. Desde 2014, benjamines y prebenjamines.

 

 

El resurgir de 1986


No es hasta la llegada a la alcaldía de Francisco Vázquez, en 1983, de Javier Llorente Bazarra a la presidencia de la Comisión Organizadora, en 1985, y de Eduardo Blanco Pereira, primero director del Servicio Municipal de Deportes y más tarde, en 1987, sucesor de Llorente en la presidencia ejecutiva del torneo, cuando se retoma la apuesta por trofeos de otras especialidades deportivas.


El Trofeo-Bandera Teresa Herrera de traineras es el primero en ver la luz, en 1986. Desde su creación únicamente no puede completarse en 2007. La causa, la inusitada ferocidad alcanzada en el mes de agosto por el mar del Orzán, que parte en dos la embarcación de Chapela. La prueba queda suspendida, dejando desierto el palmarés. En sus primeros años, atrae a las principales traineras vascas, siempre victoriosas en aquellas ediciones. Con la creación, en 2003, de la Liga ACT pasa a convertirse en una de las principales citas del año para los mejores remeros —y remeras desde 2016— de toda Galicia.

 

TH 02
Edwin Moses corriendo el Teresa Herrera de atletismo en 1988


Alrededor del trofeo futbolístico surge, también en 1986, otro Teresa Herrera, aunque en este caso no de una actividad deportiva, sino artística. Es el de fotografía deportiva, organizado por la Asociación Provincial de Informadores Gráficos de Prensa de La Coruña (APIGP). Entre los ganadores del primer premio figuran algunos de los más reconocidos reporteros gráficos coruñeses, como Alberto Martí Villardefrancos, Xosé Castro ‘Pepucho’, José Neira ‘Pucho’, Pedro Puig, Ángel Arias, Víctor Echave o Manuel Queimadelos.


El año 1987 trae el resurgir del Teresa Herrera de baloncesto. Gracias a la ayuda de Dorna Sports, empresa de gestión y promoción del deporte creada por Banesto, A Coruña acoge a finales de los 80 y principios de los 90 auténticas Copas de Europa de clubes y Mundialitos de selecciones.


Si el Teresa Herrera de fútbol lo han disputado 16 ganadores del Balón de Oro y más de 80 campeones mundiales, el torneo cestista moderno trae al parqué del Palacio y más tarde al del Coliseum, en un lapso de solamente 10 años, a la mayor parte de los jugadores europeos que actúan en la NBA cuando los que cruzan el Atlántico se cuentan con los dedos de las manos: los balcánicos Dražen Petrović, Vlade Divac, Toni Kukoč, Dino Radja, Predrag Danilović, Žarko Paspalj y Stojko Vranković; los exsoviéticos Arvydas Sabonis y Aleksandr Volkov; el búlgaro Georgi Glouchkov; o los turcos Hidayet Türkoğlu y Mehmet Okur. A esta lista se podría añadir a algunas de las mayores glorias del baloncesto FIBA de la época, como el italiano Dino Meneghin, el brasileño Oscar Schmidt, los lituanos Valdemaras Homičius y Rimas Kurtinaitis, el serbio Dejan Bodiroga o nuestro Fernando Romay.

 

DECENA
En el décimo aniversario, en 1956, el trofeo se pone en juego en diez deportes


Las selecciones de Yugoslavia, Unión Soviética, España, Croacia, Brasil y Lituania; clubes históricos como Real Madrid, Joventut de Badalona, Estudiantes, Cibona, Phonola Caserta, Benetton Treviso, Stefanel Milán, Knorr Bolonia... Todos dejan huella en el Teresa Herrera. Al igual que auténticas leyendas de los banquillos como Antonio Díaz-Miguel, Lolo Sainz, Željko Obradović, Vladas Garastas, Ettore Messina, Dušan Ivković, Mirko Novosel, Petar Skansi, Bogdan Tanjević o George Karl, uno de los diez entrenadores que han superado las 1.000 victorias en la NBA. Una NBA que, curiosamente, comienza su esplendoroso camino hacia nuestros días solo unos meses después de aquel Sevilla-Athletic del 30 de junio de 1946 en Riazor, el primero de todos los trofeos Teresa Herrera.


En 1987 también se recupera el Teresa Herrera de atletismo. El XXII Gran Premio Ciudad de La Coruña lleva el apellido de I Trofeo Teresa Herrera, en un binomio creado por otra empresa organizadora de eventos deportivos, Unipublic, que duró poco pero resultó fructifero. Fueron cinco ediciones, de 1987 a 1991, en las que en el siempre alabado tartán de Riazor quedan grabadas las pisadas de campeones olímpicos como Steve Ovett, Edwin Moses, Roger Kingdom, Said Aouita, John Walker, Brahim Boutaib, John Ngugi o Dietmar Mogenburg. Alguno de ellos se lleva alguna de las cinco Torres de Hércules reservadas a la mejor marca según la tabla sueca de cada una de las cinco reuniones.

 

 

La magia de Tarrés


Aquel verano también supone el nacimiento del Trial Indoor Teresa Herrera, en pleno auge de la especialidad gracias a los éxitos internacionales de Jordi Tarrés, ganador de seis de las ocho ediciones disputadas. Tras no celebrarse en 1994, 1995, 1996 y 1998, a partir de 1999 conserva el número de edición pero cambia su denominación a Trial Indoor Ciudad de La Coruña.


El fútbol sala cobra de nuevo protagonismo en 1988, con la celebración del primer y único Teresa Herrera Internacional. Como no puede ser de otra manera, cuenta con la participación de la gran referencia del fútbol de salón español. El Interviu Lloyd’s, presidido por el periodista José María García y liderado sobre la pista por el paraguayo Ramón Carosini, considerado el mejor jugador del mundo, derrotó al Páteo Alfacinha portugués.

 

TH 10
Jordi Tarrés en acción en el I Trial Indoor Teresa Herrera, en 1987


En un año olímpico como 1988, una disciplina clásica del programa de los Juegos y que experimenta un enorme crecimiento en España, el judo, también se suma a la nómina de trofeos Teresa Herrera. Pese a que en un principio mide la capacidad de los mejores judocas gallegos con alguna de las mejores escuelas españolas y portuguesas, en los años 90 abre sus fronteras para contar con la participación de equipos rusos, bielorrusos, checos, húngaros, holandeses, georgianos, cubanos o venezolanos, en una clara muestra de su vocación internacional. Entre los grandes nombres que pisan el tatami del Teresa Herrera sobresalen el campeón olímpico Nikolai Solodukhin y el campeón mundial Amiran Totikashvili. Aunque su primera edición tiene como escenario el Palacio de los Deportes, pronto se muda a la Polideportiva de Riazor 2 y después, antes de volver al Pabellón, se alterna entre las polideportivas del Barrio de las Flores y del Ventorrillo.

 

 

La vorágine de los 90


El Sporting Club Casino y la árbitra internacional Mari Carmen Fernández son los impulsores de la creación, en 1989, del Open Internacional Teresa Herrera de ajedrez. La calificación de ‘internacional’ queda patente si se echa un vistazo a su palmarés, pues en sus 11 ediciones no tiene un solo vencedor español y muy pocos suben al podio. Grandes Maestros Internacionales —título concedido por la Federación Internacional (FIDE) a los ajedrecistas que alcanzan determinado nivel de excelencia— como el paraguayo Zenón Franco, el chileno Rodrigo Vázquez, el georgiano posteriormente nacionalizado español Elizbar Ubilava, el bosnio Bojan Kurajica, el serbio Aleksa Striković o el rumano Mihai Șubă dan lustre a su palmarés con la conquista del Teresa Herrera.

 

mujeres
A Coruña es, una vez más, pionera con las féminas  y su torneo de hockey de 1950


Con la llegada de los años 90, múltiples disciplinas se suman a la vorágine del Teresa Herrera. Trialsín, chave (1990), aikido (1992), hípica (1995), rally de coches antiguos (1995, cogiendo el testigo de la Concentración Internacional que se celebra desde 1988) o billar a tres bandas (también 1995) dan otra dimensión al trofeo, a través de disciplinas menos profesionalizadas pero con igual o incluso mayor dedicación y vistosidad.


El mencionado 1995 también cobra importancia al asistir al alumbramiento de uno de los principales Teresa Herrera de deporte base, el de tenis infantil, organizado durante 22 años consecutivos —hasta 2016— por el CT Coruña para diferentes categorías de edad. Además, el Palacio de los Deportes acoge un histórico Teresa Herrera de boxeo olímpico, en el que se enfrentan las selecciones de Cuba y España que preparan los Juegos de Atlanta de 1996. Por el ring de Riazor desfilan los dos mejores boxeadores olímpicos españoles de la historia, Faustino Reyes —subcampeón en Barcelona’92— y Rafael Lozano —bronce unos meses después en Atlanta y plata cuatro más tarde en Sydney—, junto a algunos de los mejores exponentes de la exitosa escuela caribeña, encabezados por Diógenes Luna, bronce olímpico en 2000, y Juan Despaigne, campeón mundial juvenil.

 

El equipo de la Union Sportive Mu00e9tropolitaine des Transports de Paru00eds en el Teresa Herrera de atletismo de 1966
el equipo de la Union Sportive Métropolitaine des Transports de París en el Teresa Herrera de atletismo de 1966


En 1996 es turno del kárate, la pesca marítima infantil —a la que poco después se suma la pesca marítima en costa— y la vela, esta con una regata de cruceros organizada por el Sporting Club Casino que se prolonga en el tiempo durante nada menos que 16 ediciones consecutivas. Hasta su desaparición en 2011, la Regata Teresa Herrera de cruceros enfrenta a las mejores tripulaciones de la comunidad durante tres lustros en los que se convierte en una especie de campeonato gallego oficioso.

 

 

Estrenos en el siglo XXI


Con el fin de siglo nace el trofeo de fútbol de peñas, la XVI Travesía de Ría do Pasaxe añade el apellido de I Trofeo Teresa Herrera de piragüismo y renace, cuatro décadas después de su desaparición, el torneo de balonmano de la mano del OAR Ciudad. Como curiosidad, este último se pone en liza en alguna ocasión en un partido de Liga del equipo coruñés. Por entonces, el trofeo de baloncesto ya se ha reconvertido en la presentación ante su afición del Básquet Coruña, que a partir de 2007 organiza el torneo de minibasket. El pádel también se abre paso en la historia del Teresa Herrera en 2009, al igual que hacen los bolos en 2011 y la halterofilia en 2013, año en que arranca el torneo femenino de fútbol.


Otra disciplina que vuelve a disfrutar del Teresa Herrera en tiempos recientes es el hockey patines. Con el Liceo como protagonista, el trofeo no tiene más recorrido que cuatro ediciones, de 2014 a 2017. Uno de los deportes pioneros en la expansión del torneo es también el que cierra, por el momento, la cronología de los ‘otros’ Teresa Herrera. 

Del baloncesto a la chave: los otros Teresa Herrera

Te puede interesar