El baile, preparado para salir a escena tras el coronavirus
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El baile, preparado para salir a escena tras el coronavirus

El baile, preparado para salir a escena tras el coronavirus
Muchos son los que han aprovechado el confinamiento para animarse a desarrollar talentos que tenían ocultos como puede ser el baile, pero hay otros que ya se dejaron seducir por su magia hace tiempo. Es el caso de Ricardo Puerta y Pilar Martí

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Muchos son los que han aprovechado el confinamiento para animarse a desarrollar talentos que tenían ocultos como puede ser el baile, pero hay otros que ya se dejaron seducir por su magia hace tiempo. 

Es el caso de Ricardo Puerta y Pilar Martín, pareja sobre la pista y también sentimental. Durante su trayectoria competitiva destacan el segundo puesto en el Campeonato del Mundo Senior 3 Latinos 2018 y el título de Campeones de España 10 Bailes el año pasado. 

La situación no ha cambiado la férrea química que existe entre ellos, pero sí su espacio-tiempo en la medida en que han visto reducido el primero para entrenar, pero no han conseguido sacar más horas de las habituales. 

“Ha sido un cambio muy radical porque nuestra rutina era entrenar alrededor de cinco días a la semana, dos horas al día. Participábamos en competiciones una vez al mes, a veces dos. De repente, esto se corta de raíz y tenemos que quedarnos en casa, entrenando las coreografías que normalmente hacemos en un salón de unos ocho metros cuadrados. Imagínate el cambio”, explica Ricardo. 

Teletrabajando
“Yo estoy teletrabajando, con lo cual el tiempo disponible viene a ser el mismo. Además, estamos aprovechando para pasar más tiempo con nuestros hijos y hacer cosas que teníamos pendiente... aunque parezca mentira, a veces nos falta tiempo para hacer todo lo que nos gustaría”, añade. 

Si aun teniendo al lado al compañero de baile la situación es difícil, el problema es doble cuando el coronavirus pone distancia de por medio entre los componentes de una dupla. Y no tienen que irse muy lejos para comprobarlo. 

“Sabemos de primera mano lo complicado que es estar lejos de la pareja porque tenemos un hijo que también compite, en su caso, con una pareja de otra provincia. Solo llevaban unos cinco meses entrenando juntos, pero ya habían salido a competir. Así que, cuando empezaban a tener más confianza en la pista, llegó el confinamiento y todo se paró de golpe. Buena parte del trabajo realizado habrá que comenzarlo de nuevo “, indica Pilar. 

“Puedes mejorar tu técnica de forma individual, pero el contacto, la comunicación, la conducción con la pareja, no se pueden hacer a distancia. Incluso nosotros, que tenemos la suerte de poder entrenar juntos, no podemos hacer una parte muy importante de las coreografías porque no tenemos sitio”, razona Ricardo. 

Más allá de la técnica, tener alguien en quien apoyarse ayuda también en lo psicológico, prosigue el componente masculino: “Para nosotros, es difícil encontrar la motivación en estas circunstancias en las que no podemos competir. En los momentos en los que estamos más desanimados nos apoyamos mutuamente. Dependiendo del día, uno tira más del carro que el otro”. 

A todo lo dicho Pilar añade por su parte: “El baile nos ayuda a sobrellevar esta situación tan complicada. Para mí, es como una terapia y me ayuda a desconectar de las cosas. Siempre ha sido de esta manera”. 

El respaldo trasciende los muros del hogar ya que, según explica la propia Pilar, muchos profesores han preparado clases online durante el confinamiento. Además para intentar mantener vivo el espíritu de la competición, la Federación de Baile Deportivo está organizando competiciones virtuales en las que se puede participar de forma individual. Pese a todo, nada puede sustituir el calor del público. 

“No sabemos ni cuándo ni cómo vamos a poder desarrollar nuestro deporte porque el baile de competición reúne muchas parejas en pista, público en las gradas, jueces, organización... Hasta que haya una vacuna, el futuro es incierto”, apunta preocupada. 

Un deporte en auge
“Imagino que, debido a la pandemia, en muchos deportes cambiarán las conductas. Por ejemplo, medidas de seguridad que antes no se tomaban seguro que en adelante serán necesarias. De alguna forma, todos los deportes se van a ver influenciados”, completa su pareja. 
Otro problema añadido será el efecto de la crisis económica: “Las escuelas de baile tienen un futuro complicado, porque esta actividad, tanto el baile deportivo como el social, se suele practicar en pareja, sin distancia de seguridad, y por el momento no hay un protocolo definido para estas escuelas”. 

“Como ya hemos dicho, los profesores se han tenido que reinventar y pasar temporalmente a un modelo virtual. Lamentablemente, este deporte es muy costoso por el vestuario, los viajes o las clases y habrá deportistas que, al menos de momento, no podrán seguir practicándolo”, declara Pilar. 

Pese a todo, la ilusión ayuda, es la gasolina que mueve la voluntad y que a buen seguro les va a empujar a sortear los obstáculos para volver a la acción: “Necesitaremos un tiempo largo para ponernos de nuevo a punto. Estando diez días sin poder entrenar se pierde un porcentaje de la forma física, y luego puede costar más de un mes recuperarla”, defiende el bailarín.

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