Las ausencias de Mikel Landa y Juan Ayuso y el pobre rendimiento de Carlos Rodríguez y Enric Mas han dejado al ciclismo español, una vez más, lejos de los mejores en el Tour. Son diez años ya sin pisar el podio —desde la tercera plaza de Alejandro Valverde en 2015— y la séptima edición de las últimas diez sin una victoria de etapa que llevarse a la boca.
El ciclismo español ha retrocedido medio siglo en cuanto a resultados en la ronda francesa. Cristian Rodríguez, en la 20ª plaza, fue el mejor en la general. Es el peor puesto del mejor español desde 1981. Aquel año, Alberto Fernández finalizó en el puesto 21º. El año anterior, Vicente Belda fue el mejor, en la 20ª plaza. Y en 1979, ese honor recayó en Paco Galdós, que terminó en el 28º puesto.
Desde el 10º puesto de Alberto Fernández en 1982 siempre ha habido al menos un español en el top-10, salvo en tres ediciones: 1998, que debido al abandono masivo a raíz del Caso Festina ningún español llegó a París; 2022, cuando Luis León Sánchez (14º) encabezó la representación hispana, y en 2025.
Además, la 1h36:15 que separó al corredor del Arkea de Pogacar es la mayor desventaja con respecto al ganador en más de medio siglo. Hay que retroceder a 1972, cuando Jesús Aranzabal terminó 56º a 2h10:44 de Eddy Merckx. Solo dos españoles estuvieron entre los 132 ciclistas que tomaron la salida: el ciclista guipuzcoano y Luis Ocaña, que abandonó a la conclusión de la 14ª etapa, víctima de una fuerte bronquitis cuando era quinto a más de 12 minutos del belga. El Kas, que venía de ganar la Vuelta y hacer segundo en el Giro con José Manuel Fuente, declinó la invitación de los organizadores para participar en aquella edición. En un comunicado, el equipo vitoriano justificó su decisión en el “gran esfuerzo realizado en una recargada temporada por los corredores, que impide afrontar con las debidas garantías una prueba de la categoría del Tour de Francia”.
Las etapas dejan otro triste dato. El mejor puesto en un parcial fue el séptimo, logrado por Iván Romeo en la contrarreloj de Caen y por Enric Mas en el Mont Ventoux. Cristian Rodríguez, décimo en Hautacam, completó el trío de top-10. España sigue con cinco triunfos en la última década, un botín escaso que obliga a una profunda reflexión.