Con un vendaval ofensivo en el último cuarto, el Río Breogán tumbó al Casademont Zaragoza (82-77), que naufragó en el tramo decisivo del encuentro, sin respuesta defensiva al festival anotador de su rival, que sentenció el duelo con un escandaloso 29-10.

El Zaragoza llegó al descanso con el partido controlado. Su acierto exterior -seis triples en los primeros 20 minutos- y su agresividad en la pintura incomodaron al Breogán, que jugó a remolque toda la primera parte. Pero ese excelente trabajo lo tiró por la borda con un desastroso último cuarto.

Salió muy enchufado el equipo de Porfirio Fisac. Sólido en defensa, provocó seis pérdidas de su rival. En el minuto 5 ya doblaba en el electrónico al cuadro de Veljko Mrsic, que paró el partido cuando la renta zaragozana alcanzó los siete puntos (9-16).

Entre el canadiense Bell Haynes, que firmó una gran actuación en su regreso al Pazo, y el estadounidense Jahlil Okafor, en el que pudo ser su último partido con la camiseta del Zaragoza, empequeñecieron a la defensa gallega. A ellos se unió poco después el debutante Thad McFadden, que se estrenó con un triple.

El Breogán hacía la goma (14-16), pero no estaba cómodo ante la agresividad defensiva del Zaragoza, protestada por Mrsic, al que castigaron con una falta técnica por sus reiteradas protestas (16-23, min.10).

El descanso de Fisac a Okafor lo explotaron los breoganistas para apretar el marcador (24-28), aunque Cinciarini oxigenó a su equipo (34-40, descanso).

La puesta en escena del Zaragoza en el inicio del segundo tiempo fue inmejorable. Smith y Bell-Haynes hicieron daño desde el perímetro y Okafor en la pintura. Solo un sensacional Conner Frankamp sostuvo al Breogán, sin ideas en ataque (40-50, min.25).

Un tiempo muerto de Mrsic reactivó a su equipo antes de que el partido entrase en una fase de continuos errores en ambos lados de la pista que dejó todo abierto para el último cuarto, que arrancó con un parcial 12-2 de salida que le dio el mando del duelo al Breogán (64-59, min.34).

El Zaragoza se apagó en ataque, y su rival no perdonó. Amplió su renta hasta los 6 puntos, obligando a Fisac a pedir tiempo muerto porque el parcial ya era de 16-5 (68-62, min.35). De poco sirvió. Su equipo era incapaz de frenar la avalancha breoganista y solo pudo maquillar el resultado para evitar un “basquet-verage” muy amplio.