E l Barça sabe que para ganar este domingo en el Palau Blaugrana (18:30 horas) el segundo partido de la final de la Liga Endesa y proteger el factor pista frente al Real Madrid tendrá que reeditar el esfuerzo defensivo que le permitió llevarse el primer partido de la serie (97-88).
Con la lección aprendida del curso pasado, cuando el conjunto blanco ganó el primer partido en territorio catalán y remató la eliminatoria en Madrid, el equipo que dirige Sarunas Jasikevicius exhibió un grado de concentración y entrega física que le permitió minimizar las virtudes del eterno rival, sobre todo en la segunda mitad (50-38, parcial).
El Barça fue capaz de ganar la batalla por el rebote (31 a 26) al pívot más dominante de Europa, un Walter Tavares que hizo estragos cerca del aro en el primer cuarto, pero apenas incidió en la segunda mitad. Fue mérito del coral esfuerzo defensivo culé, tanto de los interiores como de las ayudas en la pintura.
Por otra parte, el cuadro catalán terminó el encuentro con sólo cinco balones perdidos -por 12 del Real Madrid-, una faceta que volverá a ser decisiva en el segundo partido, tanto para controlar el ritmo del partido como para limitar al equipo de Chus Mateo en una de sus principales virtudes, el contraataque.
Otra consecuencia de la defensa barcelonista fue la apuesta decidida del conjunto blanco por el triple. El Real Madrid firmó un 12 de 19, la enésima exhibición de Sergio Rodríguez y Sergio Llull en un gran escenario, pero un índice de acierto altísimo que difícilmente podrá mantener durante el resto de la serie.
En ataque, la principal virtud del Barça reside en la variedad de recursos. Jasikevicius ha subido el ritmo de la rotación y tiene a casi todo el plantel enchufado. El viernes fueron siete los jugadores que anotaron en dobles dígitos: Laprovittola (19), Mirotic (14), Sanli (14), Satoransky (11), Abrines (10), Da Silva (10) y Vesely (10).
A diferencia de la derrota en las semifinales de la Euroliga, el cuadro azulgrana supo atacar esta vez la defensa zonal del Real Madrid con velocidad en la circulación de balón y acierto en el tiro exterior. Fue especialmente relevante la aportación de Sanli, con cuatro triples en seis intentos, para abrir la pista.
Por otra parte, Kalinic y Satoransky impusieron su envergadura en la pintura frente a defensores más bajos. Ya fuera como finalizadores o como generadores, fueron una fuente recurrente de ventajas.
Otro aspecto a destacar es el apoyo inequívoco del Palau Blaugrana a Mirotic, que en la víspera del primer partido explicó en una entrevista que el club le había informado de que no contaba con él para la próxima temporada.
Por último, el Barça llegará al segundo asalto de la final con la única baja de Cory Higgins, y se espera que Jasikevicius deje fuera de la convocatoria una vez más a Sergi Martínez y Mike Tobey