Hace justo veinte años, el 31 de agosto de 2003, un joven keniano llamado Eliud Kipchoge sorprendió con su victoria en los 5.000 metros del Mundial de París a dos de los mejores atletas del momento, el etíope Kenenisa Bekele y el marroquí Hicham El Guerrouj, comenzando a escribir su nombre como uno de los grandes deportistas de la historia.
Aquel día, en el cierre de los Mundiales de la capital francesa, todos los ojos en el estadio de Saint Denis estaban puestos en El Guerrouj, que unos días antes había ganado el oro en los 1.500, en lo que era su cuarta corona mundial en la distancia, y Bekele, que también en ese mismo campeonato subió a lo más alto del podio de los 10.000 con apenas veintiún años.
La plata de El Guerrouj y el bronce de Bekele serían los únicos metales que ambos ganarían en su historial en un Mundial en los 5.000 metros, distancia en la que no se prodigaron en exceso.
Kipchoge, en ese momento con 18 años, llegó a París con el Mundial de cross en categoría júnior como único título de gran importancia en su palmarés. En la ciudad francesa irrumpió con fuerza en el panorama atlético mundial y, con sus 1,67 metros de estatura y poco más de cincuenta kilos de peso, comenzó una carrera plagada de éxitos, sobre todo en maratón, que le han llevado a ser la principal referencia mundial de la mítica distancia.
Esa medalla de oro en 5.000 metros es la única que Kipchoge tiene en su palmarés en un Mundial al aire libre, puesto que en Osaka (Japón) 2007 fue segundo y en Helsinki 2005, Berlín 2009 y Daegu 2011 quedó fuera del podio.
La distancia que más disfruta y en la que mejores resultados ha tenido Kipchoge es el maratón. Es doble campeón olímpico gracias a sus victorias en Río de Janeiro 2016 y Tokio 2020 y ha conquistado los 'majors' de Tokio, Londres (4 veces), Chicago y Berlín (4). Solo le faltan Nueva York y Boston.
Además, Kipchoge es el plusmarquista mundial de maratón con 2h01:09 en Berlín (2022) y es el único atleta que ha bajado de la barrera de las horas. Fue el 12 de octubre de 2019, con un tiempo de 1h59:40, con una carrera hecha a su medida, la "Ineos 1.59" en Viena, en la que contó con ayudas externas no permitidas por la Federación Internacional de Atletismo (IAAF) y, por tanto, su marca no pudo ser homologada.
Corrió detrás de un vehículo que le iba marcando el ritmo para batir el muro de las dos horas y rodeado por siete 'liebres' en formación de flecha para protegerlo del viento. Esos siete corredores formaban parte de un equipo de 41 atletas de primer nivel que se fueron turnando a lo largo de toda la carrera para darle apoyo.
La casualidad ha querido que este 2023, veinte años después de su irrupción por la puerta grande aquel 31 de agosto de 2003, Kipchoge sea reconocido con el Premio Princesa de Asturias de los Deportes. Veinte años traspasando fronteras y veinte años convirtiéndose en un icono con sus gestas.