Muy de acuerdo. “Desde el Celta queremos manifestar nuestra enérgica condena a los hechos acontecidos en el día de hoy con un jugador de la plantilla del primer equipo”, así se expresó el presidente del equipo vigués, Carlos Mouriño, después de que el futbolista Santi Mina fuera condenado ayer a cuatro años de prisión por un delito de abuso sexual a una mujer, ocurrido el 18 de junio de 2017 en Mojácar.

Evidentemente, la defensa del delantero del conjunto celeste presentará recurso al fallo. Está en su derecho. Ahora resulta que critican al Celta por tomar la decisión de apartarlo del equipo, pero seguro que si no lo hace los palos caerían por ‘mirar a otro lado’.

Quizá lo que es discutible es cómo el club de Mouriño ficha a un jugador implicado judicialmente en un delito tan grave como era una presunta violación, y que ahora una juez lo condena por “abuso sexual”. Veremos, tras el recurso, en qué acaba todo, pero ahora, desde la perspectiva del tiempo, uno se pregunta por qué la justicia tarda cinco años en decidir...