Siete goles y emoción hasta el final... Pero vamos a quedarnos con lo importante, los tres puntos obtenidos ayer por el Depor frente al Tudelano.
Un partido en el que una vez más hay que dar las gracias a esos más de 10.000 aficionados que, en vez de optar por otros planes en una tarde soleada, se acercaron a Riazor. A animar y también a sufrir. Mucho.
Parece que eso va a ser algo habitual en lo que resta de temporada. Y gracias. Mejor eso que no tener que claudicar antes de tiempo. Aunque cueste un mundo, pero al fin y al cabo lo que más importa es lograr el ansiado ascenso.
Frase quizás muy repetida en el deporte, pero sin sufrimiento no hay gloria. Una pena pasar por esto, y más después de la fantástica primera vuelta. Luego todo se torció, ascendió directo el Racing de Santander y ahora toca luchar por ser segundo... Sin embargo, hay que ver lo positivo. Que seguimos remando, que seguimos ahí... Insistamos en ser cabezotas, sufridores, fuertes... Porque todos nos merecemos una alegría. Hay que seguir trabajándola.
