Trascendía este miércoles que el Gobierno de La Rioja ha impuesto una multa de 2.500 euros al dueño del perro que el pasado 6 de septiembre saltó a la calzada mientras el pelotón de la Vuelta Ciclista a España pasaba por la localidad de Haro. Una imprudencia por la que no hubo que lamentar desgracia alguna, pero que no se puede volver a repetir.
En los últimos años, se han tomado medidas para proteger a ese colectivo tan vulnerable como es el de los ciclistas. Y que se ‘rasquen’ el bolsillo las personas que cometen estas irresponsabilidades parece una buena manera de disuasión.
En todo caso, hay que seguir avanzando en este camino, para que circular sobre un velocípedo por una vía, urbana o rural, deje de ser un deporte de riesgo.