Desaparecida la opción de ascenso directo, el Dépor se afana en consolidar la segunda posición que le conceda obtener ventajas en los partidos de promoción. Esta posición le permitiría jugar contra el quinto clasificado del grupo II, teóricamente más débil, y le beneficiaría el empate contra sus rivales -evitaría los penaltis- en ese playoff.
Para asegurar su participación en el playoff le bastaría la confirmación de los dos puntos que reclama por alineación indebida del Bilbao Athletic, a los que se sumarían los tres correspondientes al encuentro que no tendrá que disputar contra el Extremadura, excluido de la competición.
Consolidar la segunda plaza exigiría sumar 7 puntos más de los 12 en juego, siempre que el Comité de Competición acepte la reclamación del cuadro coruñés. Por cierto, un fallo que está tardando más de lo deseado y que amenaza con resolverse -recursos de por medio- en pleno desenlace de la liga regular.
Si hiciéramos una proyección sobre los posibles rivales del Dépor en la semifinal 1 saldría de uno de estos clubes: Atlético Baleares, Alcoyano, Sabadell o Algeciras.
En la semifinal 2, la que daría la plaza de ascenso, podría encontrarse con el vencedor de una supuesta eliminatoria entre el Celta B y el Villarreal B. Recordemos que toda esta fase se disputaría a partido único y que el empate tras prórroga beneficiaría al equipo mejor clasificado.
En otra muestra de incapacidad de la RFEF, no ha sido hasta esta semana cuando hemos conocido las fechas de los partidos de ascenso. Si en un primer momento se iba a disputar en régimen de concentración ahora se jugarán en dos fines de semana contiguos. Será el 4/5 y 11/12 de junio y en Galicia como sede genérica.
Como la Federación siempre tiene que dejar algunos flecos por cerrar que sin duda generarán polémica -va en su ADN- todavía no se conocen con certeza los estadios donde se jugarán los partidos. Está aprobado el campo de Riazor, se baraja A Malata que está en proceso de revisión y desde Vigo han ofrecido Balaídos. Sorprende que el campo del Racing de Ferrol esté homologado para disputar la fase regular y esté bajo inspección en un partido de la misma categoría.
Como quiera que todos los equipos que ofrecen sus estadios en este playoff están involucrados en la promoción, todavía no se sabe en cuál de ellos se disputarán los encuentros. Podría darse la paradoja que un decisivo Celta B-Deportivo se juegue en Balaídos o en Riazor, con el consiguiente enfado de cualquiera de los dos clubes.
¿Sería tan difícil asignar las sedes de los distintos partidos antes de que se decidan los puestos, y por tanto los partidos que se van a celebrar? Parece que la RFEF siempre está dando motivo para el enfrentamiento entre los clubes. Pero esto no es la Supercopa de España. Aquí se manejan céntimos y no millones. Así nos va con Rubi y Geri.
@pgarcia_ramo