Tengo claro que los parones no son algo que me agradan. Así, cuando veo en la televisión un capítulo de una serie, una película o un programa (reconozco que con menos frecuencia que hace bastantes años), me molestan esos interminables momentos en los que tratan de colocarnos unos productos que las más de las veces no sirven para nada o, lo que es peor, uno admite desconocer su utilidad a pesar de encontrarse con ellos en numerosas ocasiones en los lineales existentes en los supermercados. Por este motivo, para mi persona los parones deberían producirse al finalizar los títulos de crédito, ni antes ni durante de lo que se exhibe por la pequeña pantalla.
Las diferentes competiciones ligueras de fútbol volverán a tomarse un descanso este fin de semana (como lo hicieron Rachel y Ross en la tercera temporada de la serie Friends). Esta circunstancia permitirá a las selecciones asumir el protagonismo con la disputa de unos partidos que, salvo excepcionales ocasiones, no pasarán a la historia del balompié. Ello invita a la reflexión de si es conveniente detener los campeonatos o si sería más acertado que los combinados nacionales tuviesen su espacio en la parte final de la temporada en curso.
Soy de la opinión, y quiero suponer que no seré el único al existir otras personas con la misma consideración, que las selecciones deberían protagonizar sus encuentros al término de la totalidad de los torneos de clubes que se programan durante la campaña. Ello permitiría a los mejores futbolistas disputar los mencionados duelos al poder ser convocados por sus seleccionadores como un premio a lo hecho durante el año, lo que facilitaría un atractivo mayor para que los aficionados siguiesen estos partidos.
Tengo la certeza de que habrá quien considere esta idea equivocada y que el calendario existente en la actualidad es el mejor de los posibles. Pero si las selecciones jugasen las últimas semanas del curso no pasaría lo sucedido en los últimos días con la duda de si el entrenador deportivista Óscar Gilsanz podría contar o no con el concurso de Yeremay Hernández para el encuentro celebrado en el estadio de Riazor en la noche del pasado lunes ante el Eibar. Al final el futbolista canario sí pudo hacerlo, pero en caso de no haber sido así estaríamos a vueltas con la polémica de que el Deportivo compitió el lunes y no como otros clubes que lo hicieron el viernes, sábado o domingo y si lo hubiese hecho uno de los días del fin de semana no habría el problema.