YA HE COMENTADO EN MÁS DE UNA OCASIÓN la importancia que tienen los más jóvenes dentro de la masa social del Deportivo. Esos chavales en cuyo ‘background’ blanquiazul particular hay más decepciones que alegrías. Y menos mal que el final de la temporada fue muy feliz, a la espera de más momentos inolvidables.

Sin duda es un primer paso. Pero que nadie se engañe. Habrá más decepciones, es la ley del deporte (incluso le pasa a los equipos más grandes). Eso sí, después de toda la paciencia que han tenido estos jóvenes, haciendo del Depor parte de sus vidas, el futuro se presenta esperanzador.

No sé si se alcanzaran las cotas de tiempos pretéritos. El fútbol moderno va camino de que el pastel de los títulos y los logros cada vez sea más un coto privado de los grandes. Pero en el deporte siempre hay espacio para las hazañas.

Confiemos en que estos jóvenes sigan disfrutando de las alegrías que le dé su equipo. Para la pasión que le ponen, me parece poca cosa un ascenso a Segunda. Se merecen más.

Sin embargo, también tendrán que estar preparados para una categoría muy complicada. El fútbol profesional supone un salto de nivel considerable. Como en Primera Federación, seguirá habiendo equipos modestos, con estadios pequeños... Pero muy guerreros.

Así que animo a los más jóvenes y al resto de la afición deportivista a seguir mostrando su apoyo al equipo. La unidad es la clave para nuevos éxitos.