Este pasado mes de febrero se han cumplido cuarenta años de la aprobación por la Xunta de un Instituto Nacional de Educación Física para Galicia. Corría el año 1984 cuando la Xunta decidía aprobar la propuesta presentada por la Diputación de A Coruña, y que había obtenido un baremo superior a las presentadas por los ayuntamientos de Lugo, Padrón, Pontevedra y Santiago. Precisamente estas dos últimas ciudades se habían sentido perjudicadas y le afeaban al presidente Albor que la víspera del Consejo se hubiera reunido con el presidente de la Diputación coruñesa Enrique Marfany.
Las gestiones se habían iniciado en el año 1970, pero la Xunta desconfiaba de que en última instancia, el Consejo Superior de Deportes la denegara o la concediera a otra autonomía. La propuesta presentada por el presidente Marfany ofrecía las instalaciones del albergue y antigua escuela de agricultura perteneciente a la Sección Femenina, que posteriormente pasó al Ministerio de Cultura y que finalmente se le concedió el uso a la Diputación Provincial. Se trataba de una extensión cercana a las 20 hectáreas, con una edificación tipo pazo y la promesa de la Diputación de invertir 200 millones de pesetas en un nuevo complejo deportivo.
En un debate en Antena 3 dos días después de la aprobación, en el que habían participado representantes de las entidades interesadas, fue abordado el tema como culminación a una campaña coruñesa a favor de Bastiagueiro. En el mismo habían participado el director general de Deportes de la Xunta Aquilino Lousa, al que acompañaba el delegado provincial Manuel Estévez, el presidente de la Diputación Enrique Marfany, junto a Eduardo Toba ex profesor del Inef de Madrid, Eduardo Blanco como licenciado en Educación Física y en aquel momento gerente de deportes del ayuntamiento de A Coruña, y Eduardo Pinedo, aparejador especializado en instalaciones deportivas. En abril del año siguiente vino a nuestra ciudad el Director del Consejo Superior de Deportes al que le enseñaron una maqueta de cómo sería el complejo proyectado, en el que se incluía una pista de atletismo de ocho calles.
Por fin, en septiembre de 1986 se produce la firma del convenio entre el secretario de Estado para el Deporte Romá Cuyás y el conselleiro de Cultura y Bienestar Social de la Xunta de Galicia Alejandrino Fernández Barreiro, en cuyo acto se anuncia la apertura del Inef para el curso 87/88. Y efectivamente, en abril de 1988 se iniciaron las clases con 65 alumnos gallegos y 15 de otras comunidades autónomas, después de pasar todos ellos unas duras pruebas de acceso. Ángeles, Cristina, María José, Patricia, Benigno, Daniel, Diego, Juan o Pablo fueron algunos de los alumnos que iniciaron la carrera de Educación Física -hoy Facultad de Ciencias del Deporte y la Educación Física- en Bastiagueiro, compartiendo sus primitivas instalaciones con las de la Marina Española de Sada, mientras avanzaban las obras en tierras oleirenses.
Quede constancia de los profesores pioneros, José González, como el director al que le toco iniciar el Instituto, y al que pronto relevó, José Manuel Cardesín, que lo dirigió durante 12 años. Por razones ajenas al deporte las instalaciones no fueron inauguradas oficialmente hasta el 19 de julio de 1989, con su pabellón polideportivo, su piscina cubierta, su salón de actos y las 14 aulas, y con otros protagonistas en la Xunta y en la Diputación. Pero esa ya es otra historia y lo que hoy recordamos es el impulso dado por los profesionales de la Educación Física de la época y por las instituciones -de modo especial el presidente Marfany Oanes-, que han conseguido para nuestra comarca algo tan importante como sigue siendo la carrera universitaria que forma a los futuros profesores de la Educación Física.