Últimamente la suerte nos sonríe en lo deportivo y no paramos de celebrar. En la tarde de ayer la magia del fútbol volvió a Riazor, donde la selección española femenina se enfrentó a Bélgica. Se trataba del último partido que las de Montse Tomé jugaban en España antes de su debut en los Juegos Olímpicos de París y decidieron despedirse por todo lo alto.
Riazor no es un campo cualquiera. Además de que el estadio fue la casa de cuatro grandes jugadoras seleccionadas (Teresa Abelleira, María Méndez, Misa Rodríguez y Athenea del Castillo), se trata del lugar que ostentó el primer récord de asistencia para ellas. 10.444 fue la cifra de aficionados registrados en 2019 ante Azerbaiyán. Ha llovido mucho desde entonces pero la afición coruñesa nunca defrauda, demostrando una vez más que somos de Primera, miles de personas vieron en vivo y en directo el 2-0 de España. Y batimos otra vez el récord.
En el campo obtuvimos un resultado favorable pero mejorable. Aitana adelantaba el marcador y la gallega Teresa Abelleira ponía el segundo con un disparo certero desde el medio del campo poniendo el broche de oro.
Desde el primer momento del encuentro el ambiente fue electrizante. Los espectadores se entregaron de principio a fin con vítores, aplausos, multitud de olas y de olés.
No fue solo un partido fue una fiesta. Entre el público destacó la gran cantidad de niños y niñas que animaban sin cesar a sus referentes. Porque sí, cada vez más pequeños seguidores y no tan pequeños, tanto hombres como mujeres, llevan en la espalda el número y el nombre de jugadoras destacadas.
Esto es sinónimo de que se debe seguir apostando firmemente por el fútbol femenino, fomentándolo y normalizándolo, creando cantera y animando a nuestros pequeños a que continúen apoyando a las mujeres en el deporte, solo así se logrará al fin un verdadero cambio social.
Por su parte, las Campeonas del Mundo y de la UEFA Women’s Nations League siguen inspirando, uniendo y cumpliendo objetivos con paso firme. Ya clasificadas para la Euro 25 y liderando su grupo, es momento de poner el foco en los Juegos Olímpicos de París. La ruta hacia el oro y la corona de laurel no será fácil, pero estoy segura de que con su ambición, su talento y su nivel competitivo darán todo de ellas por llegar a lo más alto. Continuemos todos juntos el camino hacia grandes metas. ¡Vamos!