El partido del domingo ante el CD Lugo va a ser toda una fiesta. La visita de los seguidores lucenses, entremezclados con los blanquiazules, teñirá de color e ilusión los aledaños del estadio y media ciudad.
Será una celebración de fútbol en general y del Depor en particular. El Lugo siempre ha sido un club querido, como su gente y sus seguidores. Lugo y A Coruña son dos ciudades hermanas, las capitales de provincia del norte galaico, dos urbes históricas y fundamentales en este país. Hay buen rollo desde siempre.
Otra cosa es el presidente del Lugo, Tino Saqués, y sus declaraciones después del descenso del Depor hace cuatro años. No sentaron bien sus palabras, obviamente, y es algo que no ha olvidado el seguidor deportivista, que se frotaba ojos y oídos ante el poco apoyo, no de un club, sino de un mandatario.
Pero prima la hermandad y, aunque la hemeroteca no deja lugar a dudas, lo que importa es que nada enturbie este fiestón futbolístico que vivirá nuestra ciudad.