Recurriendo a mi escasa memoria, y por supuesto a la hemeroteca, trataré hoy de hacer un pequeño repaso de los clubes que participaban en la Liga de fútbol de As Mariñas en la segunda mitad del pasado siglo y que desgraciadamente hoy ya no existen o ya no participan en las competiciones oficiales.
El fútbol llegó a los pueblos mariñanes con mucho auge en los años cincuenta del siglo XX. Este deporte podía practicarse en cualquier terreno llano que contase con unas medidas mínimas y en el que se instalaban unas porterías y poco mas. La mayoría empezaron en campos de tierra, totalmente abiertos al público y sin vestuarios ni duchas. Recordemos el viejo campo de La Chaburra en Sada, el estrecho e inclinado del Obrero en Oleiros, el del Pinar en Mera, el del Paraíso en Iñás y otros mucho peores a lo largo y ancho de las Mariñas.
Así empezaron las competiciones oficiales, con jóvenes del pueblo y una afición entregada que se trasladaba, casi siempre a pié, a ver a su equipo en los desplazamientos a pueblos cercanos. La rivalidad era máxima y muchas veces tenía que acabar actuando la Guardia Civil, para evitar males mayores.
Los árbitros eran unos héroes ya que se las tenían que ver con unos aficionados que solo veían sus colores, y los partidos suspendidos antes del final eran noticia casi todas las jornadas. Recuerdo un caso concreto en el viejo campo de la Castellana en Cambre, en el que el arbitro García Barros fue introducido en una portería y golpeado sin contemplaciones.
Pero anécdotas aparte, el fútbol modesto era el distintivo de cada pueblo y todos querían tener un club que los representara y fuera conocido en la comarca. Sirvan como ejemplo equipos como el Mercurio de Iñás que ya existía en los años veinte, el Perillo en aquel campo al lado de la ría que ya competía en los cuarenta, el Fontemayor, por las mismas fechas, o el Sporting Cambre que había sido refundado en 1956.
Algunos alcanzaron gran renombre con etapas gloriosas en la primera división como el el Hércules de San Pedro, Sporting Sada, el San Tirso, Portazgo, o Relámpago de Elviña -todos ellos llegaron a ganar la Copa de A Coruña- como también fueron equipos destacados los de las capitales de sus ayuntamientos como el Carral, Cambre o el Obrero de Oleiros.
Recordando a los clubes desaparecidos, vemos que en el ayuntamiento de Cambre tenemos al mítico Torino de Altamira, el Cecebre -primero en La Balastreira y después en Lendoiro- o al D. Sigrás en su campo de Ayán, hoy inactivos. En el ayuntamiento de Culleredo llegaron a estar federados en la temporada 70/71 hasta siete equipos hoy inexistentes: Celas de Peiro y Santa María de Celas, Ledoñés, C. D. Sésamo y Sp. Sésamo, R. Unión Sueiro y Fontemayor. En Oleiros, el Perillo, o El Carballo, entre otros, pasaron a mejor vida. Unos pocos habían desaparecido y regresaron a la actividad hace algunos años, como el Mercurio de Iñás, el Bribes C.F. o el Crendes. Esperemos que algún otro siga el ejemplo.