Concluyó la participación de ‘nadalcaraz’ en los Juegos de París. Fue bonito para todos los españoles ver a dos de sus más icónicos tenistas de todos los tiempos hacer pareja de dobles, en el torneo olímpico y, por si fuera poco, en Roland Garros.
Me hace gracia cómo ha evolucionado el debate de hace unos años en torno a “¿cuántos años tendremos que esperar para tener un tenista como Rafa Nadal?”. Con el balear todavía en activo, ya cuenta el ‘príncipe’ con un palmarés importante y que seguirá creciendo. Por si fuera poco, los tenistas que más nos han hecho vibrar en los últimos años han conseguido arrancarnos los aplausos con este dúo para la historia. Sí, somos afortunados.
Habrá quien valore más que se han quedado cerca de las medallas. Alcaraz todavía tiene opciones, pero en el cuadro individual. Y Nadal ya sabe lo que es subir al podio olímpico. No pasa nada.
Claro que hubiera sido bonita esa imagen de los dos con un metal en París. Pero esta aventura de tres partidos ha merecido la pena. Sin duda.
¿Y qué se le habrá pasado por la cabeza a Nadal cuando se despidió ayer de Roland Garros? Seguro que fue un momento muy especial para él.
No tenía que demostrar nada a nadie y se embarcó en este nuevo desafío, al lado de un jugador que le consideraba su ídolo cuando era niño. Y supongo que ahora también, después de esta experiencia, en la mejor competición y en el mejor escenario, que nunca olvidarán.