La visita del Castilla el pasado domingo a Riazor confirmó que el equipo tiene rivales de altura en la pugna por conseguir un campeonato que daría el pase directo al fútbol profesional. En el césped se vio a dos serios aspirantes al título en un buen partido que recordaba a duelos de ligas mayores alejadas de la tercera categoría del fútbol nacional en la que militan ambos.
Pese a la baja de Quiles, el Depor salió enchufado al encuentro, conteniendo al filial madridista y con mucha energía en ataque. El gol de Pepe, así como una posterior ocasión del mismo jugador para sentenciar el duelo, predecían un dominio blanquiazul durante buena parte de los noventa minutos.
Sin embargo, un mano a mano de Peter Federico con Mackay que fallaría el delantero madridista, significó un giro de guion. A partir de ese momento se activó el Castilla que empató el partido y dominó a un Depor que se fue desplomando a medida que transcurría el partido.
Y es que los de Raúl dieron una muestra de la calidad que tienen en sus filas. A pesar de que acabaron los once jugadores que salieron de inicio, el Castilla tiene una plantilla repleta de grandísimos jugadores jóvenes con un talento superior a la categoría en la que compiten. Cualquiera de ellos está en el disparadero para saltar a clubes de las mejores ligas europeas.
Esta visita pone de manifiesto la máxima competencia que existe entre los equipos aspirantes al ascenso. En un pañuelo están Alcorcón, Deportivo, Castilla, Racing de Ferrol, Celta B, y Córdoba; seis equipos separados por tan sólo siete puntos cuando restan treinta y tres por disputarse.
A pesar del aviso a navegantes que dejó el Castilla, hay síntomas que hacen pensar que el Depor está en la buena línea. Lleva sin perder las ocho últimas jornadas (cinco vitorias y tres empates), once goles a favor y sólo tres en contra; un balance que indica la estabilidad de su juego y resultados. Además, las nuevas incorporaciones procedentes del mercado de invierno se integran bien en el conjunto, en especial Lucas y Lebedenko, que mejoran en su puesto lo que había antes.
Quedan once partidos, cinco en casa y seis fuera. Las esperanzas pasan por amarrar los duelos en Riazor y sumar fuera hasta llegar a los setenta y cinco o setenta y seis puntos que pueden ser suficientes para conseguir el ascenso directo.
@pgarcia_ramos