Con más pena que gloria abrió la temporada el Dépor en Riazor ante el Linense. Costó, y mucho, sacar el partido adelante ante un rival teóricamente inferior, una circunstancia que vuelve a hablar de lo igualado de la categoría. En cualquier caso, lo importante es sumar puntos para estar bien colocado en los meses en los que se decida el ascenso. La buena noticia fue la aparición decisiva del joven Mario Soriano en la segunda mitad para marcar los dos goles que dieron el triunfo al RCD. El ex del Atlético apunta a convertirse en la joya del equipo. La otra alegría viene por parte de la afición que sigue apoyando al Club. Una vez más el número de socios supera los veinte mil y parece que esa cifra podría incrementarse en las próximas semanas.
Como viene siendo habitual. la RFEF nos sorprende cada semana con alguna decisión desafortunada fruto de la improvisación con la que se ha planificado esta categoría. Así, a la tardía gestión de los avales del DUX Internacional, su descalificación y la consiguiente inscripción del CF Talavera en la tercera jornada -con los desajustes que ocasiona en el calendario-, se une el aplazamiento de dos partidos este fin de semana. En uno de ellos - ¡cómo no! - está involucrado el Deportivo en su partido contra el Mérida, inicialmente programado para el sábado a las 21:30 horas. Parece ser que la coincidencia con un concierto es la causa del aplazamiento y condiciona de manera definitiva el horario. En fin, algo inaudito que no puedan confluir dos eventos en una misma ciudad. El RCD solicitó la celebración del partido a las 11 / 11:30 horas. Finalmente, la Federación desoyó una vez más al cuadro coruñés y el encuentro se disputará el domingo 11 a las 12.
Empieza a ser una constante que el club coruñés sea siempre la víctima de los desatinos de la Federación. Apenas se han disputado dos jornadas esta temporada y la falta de planificación del organismo federativo es desalentadora. Estos precedentes hacen prever una competición muy marcada por las endiabladas decisiones del equipo de Rubiales, así como su clarísimo desinterés en profesionalizar la tercera división.
En lo meramente deportivo, no se ha visto a los blanquiazules con demasiados argumentos para colocarse como un serio aspirante al ascenso. Salió el equipo con dudas en la zaga, problemas para defender las jugadas a balón parado y una lentitud que recordaba al peor Dépor de la pasada campaña. La Balompédica se adelantó en el primer tiempo y tuvo la oportunidad de hacer el segundo gol. A la vuelta del descanso ganó en dinamismo con la entrada de Rubén Diez que activó a un inspirado Mario Soriano para sumar los tres primeros puntos del campeonato.
Los de Borja Jiménez deberán apretar un poco más en Mérida para posicionarse entre los mejores. Tiempo habrá para mejorar la competitividad del equipo.
