El Sporting Meicende se clasificó para la final de la Copa de A Coruña tras vencer al Carral (2-0) en un partido en el que supo golpear en el momento justo. Será la primera vez en Riazor para el equipo de Maikel Naujoks, que para lograr el título deberá ganar al que este curso ha sido el mejor equipo de la ciudad en lo que respecta al fútbol aficionado, el Montañeros.

El partido comenzó con mucho respeto por parte de ambos conjuntos. El cuadro local no quería equivocarse y los visitantes sabían que debían medir bien los esfuerzos por el poco descanso que habían tenido. 
Pero poco a poco, el Meicende se fue haciendo con el control del juego a través de la posesión y obtuvo premio al filo del descanso, cuando el delantero Kevin Queijas, que ya había marcado en los cuartos de final, puso el 1-0. Fue tras un fallo defensivo del Carral y con un balón que quedó muerto en el punto de penalti.

Más abierta

No es que el equipo visitante saliera en tromba en la segunda parte, pero sí que adelantó un poco las líneas y todo se abrió más. En ese contexto llegó pronto el 2-0, en una magnífica acción colectiva, con casi un minuto de pases sin perder el balón, que culminó Álex Ares. Ese gol dio tranquilidad al equipo local, que ya con una ventaja clara, se podía permitir manejar la ventaja.

Y así fue, con un final de partido en el que el Meicende marcó bien los tiempos sin olvidarse de atacar y en el que el Carral no pudo marcar ese gol que le habría dado esperanzas de mandar la eliminatoria a los penaltis.
Celebró finalmente el Meicende, que se vio arropado por un gran número de aficionados. También se desplazó bastante gente desde Carral, equipo al que le queda el objetivo de subir a Preferente.