Presidente del Club Atlético dos Castros
El Club Atlético dos Castros, fundado en 1946, superó el pasado año los tres cuartos de siglo con buena salud. Los últimos 16 años ha estado presidido por José Ángel Abelleira Campo (Lugo, 1962), quien a lo largo de su vida ha ido pasando por todos los estamentos del club. En la actualidad forma parte del equipo de veteranos y es el máximo dirigente de una entidad que presume de contar con equipos en todas las categorías y que sueña con continuar creciendo.
¿Cuántas licencias y equipos tiene el Atlético dos Castros?
La temporada pasada tuvimos 225 licencias aproximadamente y este año vamos a tener más. El año pasado tuvimos 11 equipos y vamos a aumentar a 13.
¿En qué situación se encuentra el Atlético dos Castros actualmente?
Somos un club de barrio, nos consideramos así, aunque tenemos gente de otros lugares. Pasamos por momentos regulares y otros buenos, como todos. Después de superar el periodo duro de la pandemia estamos bastante bien. Tenemos 225 licencias, tenemos equipos en todas las categorías, incluso en biberones. Tenemos equipos desde prebenjamines hasta veteranos e incluso en algunas categorías doblamos equipos. El año que viene podemos tener algunos más. En el plano deportivo hace dos años tuvimos dos equipos de juveniles y estuvimos a un penalti, a un gol, de ascender a Liga Gallega. Fue una pena. El año pasado competimos bien en Primera Autonómica Juvenil y conseguimos eludir el descenso con la cantidad de arrastres que hubo. Ahora esa categoría quedó un poco floja en cuanto a número de chavales. Vamos a necesitar chavales. Por otro lado, en alevines vamos a hacer tres equipos, tenemos muchos alevines. Y en cadetes e infantiles vamos a hacer dos equipos en cada categoría. El fútbol de base del club goza de buena salud. En el tema de modestos estamos en buen momento porque después de la cantidad de descensos y arrastres que hubo conseguimos evitar el descenso y por poco jugamos la fase de ascenso con un equipo joven alimentado en buena medida por los jugadores que acabaron la etapa juvenil.
¿Cuáles son los objetivos que se marca el Atlético dos Castros a corto plazo?
Los objetivos deportivos son esos. Que los modestos puedan consolidarse en Segunda Galicia e incluso intentar lograr el ascenso. ¿Por qué no? En juveniles queremos mantenernos en Primera Autonómica, ya que estamos algo escasos. En cadetes intentaremos volver a Primera Autonómica, igual que con los infantiles. Por otro lado, con el equipo femenino estábamos compitiendo en una liga de fútbol 7 y aspiramos a crecer un poco más para intentar meterlo en la liga de fútbol 11. Y ya si se puede hacer otro equipo, mejor. En veteranos estamos en Primera División e intentaremos ascender a División de Honor. Y en cuanto a fútbol 8, recibimos a cualquier niño que quiera jugar al fútbol para que disfruten y compitan dentro de los valores deportivos.
¿Y tienes alguna meta a largo plazo para el club?
En el corto y en el largo plazo queremos involucrar a más gente de la base para que se quieran seguir formando como monitores y puedan ayudarnos entrenando a algún equipo del club. Es algo de lo que escaseamos ahora mismo porque los entrenadores están solos con cada equipo. Nos gustaría tener algún colaborador con esos entrenadores. Ese es el objetivo. Que se vayan formando y echen una mano como entrenadores dentro del club.
¿En qué te gustaría que se diferenciase el club? ¿Cómo te gustaría que fuese reconocido el Atlético dos Castros?
Que fuera conocido por valores de deportividad. Nos gustaría que la gente vaya ascendiendo por cada categoría y que llegue incluso a veteranos desde abajo. Eso da un gran sentido de pertenencia al club. Tenemos muchos jugadores de fuera del barrio pero eso lo ven y gusta tener ese sentimiento de pertenencia a un club porque suceden cosas como que los chavales van a ver partidos de otras categorías.
Me gustaría que el club fuera conocido por valores de deportividad
¿Cuál es la relación del club con el barrio de Os Castros?
Tenemos una relación bastante buena que intentamos fomentar también con los propios familiares. Organizamos siempre una fiesta de fin de temporada. Hacemos una comida con participación de partidos de fútbol y también juegan los familiares y amistades de los jugadores del club. Pasamos un día de convivencia y en ese evento se les da un detalle a todos los niños. Este año reunimos sobre 450 personas. Es un evento que está bastante involucrado el barrio y anima a la gente. Lo hacemos al aire libre en la Universidad Laboral. Alquilamos el campo de fútbol todo el día y estamos allí de la mañana a la noche. Esto también fomenta ese sentimiento de pertenencia del que te hablaba.
¿Cuál es la situación económica de la entidad?
De momento está bien. El club está completamente saneado y eso que debemos de ser de los clubes con las cuotas más baratas de Coruña. Procuramos no gastar más de lo que ingresamos y queremos que ese dinero revierta en los propios jugadores. Solemos darle ropa deportiva y al final de temporada todos los jugadores llevan su premio. Los de fútbol se llevan su trofeo y a los jugadores de las demás categorías les damos un detalle, por ejemplo este año fue una toalla. Somos un club en el que la gente que colaboramos no cobramos nada y todo revierte en los chavales.
¿Os ha afectado mucho la pandemia en el aspecto económico?
Mucho no afectó. Incrementó un poco los gastos en cosas relacionadas con la pandemia como los test de antígenos, el gel hidroalcohólico y también compramos algún termómetro. Pero no afectó especialmente porque también la competición fue inferior y hubo menos gastos.
¿En qué punto está el club respecto al fútbol femenino?
En el equipo femenino creo que tenemos 14 jugadoras. Como curiosidad, creo que hay una madre y una hija jugando porque esta categoría de fútbol 7 se puede jugar desde los 13 años hasta cualquier edad. Queremos crecer un poco en ese sentido para ver si podemos meter el equipo en fútbol 11. Y si se puede hacer otro equipo de base, también.
¿Qué piensas del fútbol coruñés? ¿Goza de buena salud?
Goza de buena salud aunque tiene que lidiar con un mal endémico en esta ciudad, que son los campos. Hay tantos clubes y tantas categorías, que los campos son escasos. Por otro lado, me gustaría destacar la labor que hace la AFAC. Formo parte de la directiva de la AFAC y, aunque este año por temas personales no pude estar mucho al tanto, la junta directiva hace una labor extraordinaria. Además de directivos en sus clubes, trabajan para el resto de los clubes en la AFAC. Es fundamental que haya una asociación de este tipo. Creo que sin ella, muchos clubes no sobrevivirían.
¿Qué le aporta a un club coruñés formar parte de la AFAC?
Gestionar el tema de los campos y las subvenciones que recibimos del Ayuntamiento. Aparte de esas subvenciones, que son muy importantes, ayuda a tener gratuitamente el acceso a los campos para entrenar y jugar. Siempre puede haber alguna discrepancia pero para mí la AFAC es fundamental.
Es difícil que la gente se postule para estos cargos
José Ángel Abelleira es natural de Lugo pero llegó al barrio de Os Castros en 1975 con tan solo 13 años. Poco después ya era jugador del Atlético dos Castros comenzando así una vinculación que aún no ha finalizado.
¿Cuánto tiempo llevas en la presidencia del Átlético dos Castros?
Llevo 16 años en la presidencia pero ya llevaba 8 años como secretario en la directiva, desde el año 98. Y antes de ser directivo fui entrenador, llevo 32 años en el club. También fui jugador con 14. Después estuve en otros equipos como el Obrero, Pastoriza y Sporting Ciudad pero volví en veteranos y sigo jugando en veteranos.
¿Cómo has vivido estos 16 años en la presidencia del Atlético dos Castros? ¿Los has disfrutado o los has sufrido?
Se disfruta del cargo, lógicamente, cuando la gente te agradece lo que haces. Además tengo una directiva de personas extraordinarias que están involucradas al máximo y además de ser directivos, somos entrenadores y amigos. En cuanto a sufrir, sufres cuando no salen bien las cosas y recibes alguna critica, pero tampoco son muchas porque sino no seguirías.
¿Te queda cuerda para rato?
Es difícil que la gente se postule para estos cargos. Me imagino que algún día tendré que dejarlo para que venga alguien joven con mejores ideas y le dé un impulso al club. No querría eternizarme en el cargo.
