Jon Casal (Meicende, 2002) vuela del nido. Tras quince años en el equipo de su pueblo —con la excepción de un par en el Atlético Arteixo—, ha tomado la decisión de aceptar la propuesta del Betanzos, quien milita una categoría más arriba y será además uno de los grandes candidatos a lograr el ascenso a Tercera Federación. En sus palabras no hay exageración ni promesas al aire, pero sí agradecimiento a un equipo que le ha permitido vivir un ascenso y un partido en Riazor. También, ilusión por lo que está por venir en su etapa en el García Hermanos.
Vive en Meicende, estudió en el colegio de allí y ha ido progresando en la estructura del Sporting hasta llegar al primer equipo. “El club significa mucho para mi, es el equipo de mi pueblo, de donde son mis amigos de toda la vida, y donde me he llevado experiencias que nunca olvidaré”, explica.
Con todo ello, no fue fácil para él tomar la decisión de decir adiós, pero entiende que era lo que debía hacer al recibir la propuesta del Betanzos. “Me costó bastante, pero estoy en un momento en que me apetecía un cambio de aires y probar retos nuevos. Pienso que me puede venir bien a nivel personal y no me quería arrepentir de haber rechazado la oportunidad”, argumenta.
Ya había tenido otras opciones de marcharse, pero entonces ni se lo planteó. “Quitando los dos años que estuve en el Arteixo, que fueron porque no me quedara otra, nunca había pensado marcharme. Sí que tuve alguna oportunidad, pero nunca lo pensé”, recalca.
Su balance es muy positivo. “Me quedo con bastantes recuerdos, tanto de niño, como ahora más mayor. Pero si tuviera que quedarme con unos, sería el ascenso a Primera Autonómica y la final de Copa de A Coruña en Riazor. Ver toda la afición que se juntó para apoyarnos en ese partido contra el Montañeros fue una locura”, rememora.
¿Y por qué el Betanzos? “Es un buen club y el míster me transmitió confianza. De esta temporada espero volver a subir de categoría y ojalá muchos goles”, expresa. En ese sentido, no pierde la humildad, pero siente estar preparado para Preferente: “Tengo confianza. Me ha llegado esta oportunidad y voy a intentar demostrar que lo puedo hacer bien”.
Con su fichaje, el equipo —en los últimos días ha incorporado también a Álex Ares, del propio Sporting Meicende, a Tomás Abelleira, del Villalonga, y a Laye, del Pol— incorpora a un delantero que ha hecho 70 goles en sus cuatro temporadas con el primer equipo del cuadro rojiblanco. “Me definiría como un delantero rápido y con mucha movilidad”, apunta, para quien no lo conozca. Da mérito en sus cifras a sus compañeros. “Lo importante es tener gente que te filtre balones, y yo los tenía, y después no ponerte nervioso delante del portero”, añade.
El Meicende siempre estará ahí para él, pero prefiere no pensar si volverá algún día: “Soy de vivir el presente, no sé lo que puede pasar en el futuro”. Lo que sí le gustaría, aun reconociendo que sería una experiencia extraña, sería volver a encontrarse con su exclub. “Sería bonito jugar contra ellos y a la vez raro, por que muchos han sido compañeros estos últimos años, pero me gustaría”, finaliza el nuevo killer del Betanzos.