El fútbol femenino gallego está de centenario. Fue en mayo de 1924 cuando dio sus primeros pasos en nuestra comunidad autónoma, y este inicio está ligado a una figura muy especial: Irene González Basanta.
En este reportaje recorremos la historia del fútbol femenino coruñés a través de dos publicaciones. Una de ellas es el artículo ‘1924-2019. El fútbol femenino gallego’, escrito por la doctora y profesora de la Universidade da Coruña Cristina López Villar en el catálogo de la exposición ‘Valor e Mestría. Galicia como fútbol’, organizada en 2019 por la Xunta de Galicia. La otra, el libro ‘Irene y las puertas del fútbol’, obra de Juan Luis Rodríguez Cudeiro y Rubén Ventureira.
En 1924, el fútbol, como otras muchas actividades, es un terreno vedado para las mujeres. Pese a ello, A Coruña ve a la primera jugadora competir en un campo. Es Irene González. La primera referencia hallada es la de un partido jugado el ocho de mayo del mencionado año en el campo de Monelos entre el Barcelona F. C., en el que ella es guardameta, y el Pelayo.
Ese mismo 1924 juega en el Racing Orillamar (el abuelo del actual Orillamar) y uno después funda el Irene Fútbol Club, del que es jugadora y capitana (lo que por entonces equivalía a ser entrenadora). En el equipo al que da nombre tiene a sus órdenes a jugadores como Chacho o Triana, que con el paso del tiempo se convertirán en grandes leyendas del Real Club Deportivo. Con él disputa partidos por toda Galicia, dentro del programa de fiestas o antes de encuentros oficiales que se celebran en Riazor.
Su buen hacer permite, pese a los prejuicios machistas existentes en aquella década, que sean muchos los que defiendan el fútbol femenino a través de su figura. Pese a su juventud consigue gran fama, pero la prometedora carrera deportiva que tiene en ciernes se trunca en 1928 por una tuberculosis que la mata.
La desaparición de Irene González hace que el interés por el fútbol femenino en A Coruña decaiga. Ello provoca un vacío de encuentros que se prolonga casi cuatro décadas.
En febrero de 1961 se organiza un partido en Elviña al coincidir con el carnaval, lo que permite a sus protagonistas disfrazarse, algo que hace más sencillo jugar sin ser cuestionadas. El carácter singular de estos duelos, unido a la gran afluencia de público a los mismos, provocan dos años después su suspensión.
Todo lo avanzado parece volver a caer en saco roto, pero la SCCR Crendes comienza a organizar partidos en donde se enfrenta al Eirís, el Vilarrodís (Arteixo) y el Galicia Gaiteira, entre otros clubes. Como curiosidad, mencionar que las futbolistas en un duelo entre los primeros equipos deben taparse las piernas para competir y así evitar la ‘indecencia’ que algunos denuncian al verlas sobre un rectángulo de juego. Seis años después, alumnas de la Facultad de Derecho de Santiago se desplazan a A Coruña para medirse en un amistoso a un plantel formado por estudiantes herculinas que cursan el Preu (Preuniversitario) con el objetivo de recaudar dinero por diferentes motivos.
Cuando muchos creen que el fútbol femenino está destinado a ser un mero entretenimiento, el año 1969 supone un punto de inflexión al crearse el Karbo gracias a los directores de la Academia Karbo, Ramón Carrasco y Mari Carmen Borrego. Junto a ellos está el profesor de Educación Física José Mañana, que ejerce de entrenador.
Al principio el equipo se limita a medirse al Almeiras en varios duelos de carácter amistoso siendo muchos de ellos en días festivos. La insistencia del técnico facilita que el conjunto tenga que hacer las maletas para tomar parte en torneos que se celebran en Francia y Portugal.
Poco a poco el Karbo se consolida y la calidad de sus componentes le permite enfrentarse a conjuntos masculinos siendo el hecho más recordado una victoria alcanzada ante el Laracha.
En 1981 se organiza la primera edición de la Copa de la Reina en Cataluña en la que toman parte catorce equipos. El Karbo se alza con el título y su jugadora Inma Castañón es designada la mejor del torneo y su compañera Lis Franco es la máxima goleadora de la competición. Los éxitos no se detienen y entre 1983 y 1985 el equipo conquista tres campeonatos de España de forma consecutiva, una Copa Galicia y las cinco Ligas Gallegas que se organizan, competición reconocida por la Federación. A ello se une que cinco componentes de la plantilla –Lis Franco, Geli, Rori, Encarna e Inma (que es la capitana)– son convocadas por la selección española para disputar en A Guarda un partido ante Portugal.
Pese a estos grandes logros, el Karbo, que en la temporada 1983-1984 se integra en el Real Club Deportivo y pasa a denominarse Karbo Deportivo, acaba desapareciendo. Su poso permite que en la zona de influencia se funden otros equipos como el Torino de Alvedro, el Cerceda, el Maravillas y el Brigantium.
La semilla de Irene González vuelve a dar fruto casi un siglo después y el Orzán coruñés apuesta fuerte por el fútbol femenino. Ello lo sitúa como el club gallego con mayor número de licencias entre los años 2010 y 2012. El Victoria también cuenta con una importante representación de equipos y otros clubes de A Coruña no se quedan atrás al dar el paso de inscribirse en las competiciones federadas.
El auge del fútbol femenino es evidente en la sociedad que vivimos y en 2013 se organiza la primera edición del Trofeo Teresa Herrera de esta categoría, algo previsto en 1984 con la disputa de un encuentro entre el Karbo Deportivo y el Añorga de San Sebastián, sin embargo no puede celebrarse al encontrarse el Municipal de Riazor fuera de uso. A lo dicho, se une que en 2023 se programa la primera edición de la Copa da Coruña con la participación de dieciséis equipos. El duelo decisivo mide al Orzán y al Victoria B en Riazor. Las primeras alzan el trofeo al cielo al imponerse por dos a cero.
En 2016, casi treinta años después de la desaparición del Karbo Deportivo, el Real Club Deportivo forma un plantel que milita en la Segunda División. La iniciativa surge al firmar un convenio de colaboración con el Orzán, cuya estructura pasa a integrarse en el RCD. Con Manu Sánchez al frente del banquillo se conquista el título de Liga en la temporada 2018-2019 y es un hecho el ascenso a la élite estatal en la que milita dos campañas al bajar en la campaña 2020-2021.
En la actual, el equipo blanquiazul se hace con el subcampeonato en la Primera RFEF y al acabar tras el Barça B (filial) recupera su sitio en lo más alto del fútbol femenino nacional en 2024, año en que se cumple un siglo del debut de Irene González en los campos de juego. La entrenadora del RCD, otra Irene (Ferreras), consigue de esta forma cerrar el círculo que inició Irene González.