David Ramos: “Brais quería el puesto que tiene ahora; me han hecho la cama”
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David Ramos: “Brais quería el puesto que tiene ahora; me han hecho la cama”

David Ramos: “Brais quería el puesto que tiene ahora; me  han hecho la cama”
David Ramos llegó al Ural procedente del Silva, en el que fue segundo entrenador del Javier Bardanca en Tercera Federación las últimas temporadas | quintana

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El viernes doce de agosto, David Ramos dejó de ser entrenador del Ural. La primera versión ‘oficial’ fue que dimitía por motivos personales. Ese fue el acuerdo al que llegaron club y técnico. En cambio, ese no fue el motivo real. David, que asegura sentirse traicionado, ofrece su versión de los hechos.

 

Han pasado quince días desde su salida del Ural. ¿Cómo han sido estas dos semanas?

Han sido dos semanas complicadas. Me paro a pensar en la oportunidad que tenía y cómo se estropeó y jode bastante. Básicamente porque lo que ha pasado y lo que se ha dicho no ha dependido de mí. Al principio opté por quedarme callado y dejarlo pasar; hacer borrón y cuenta nueva. Pero, teniendo en cuenta lo que he visto después y la información que me ha llegado, incluso desde dentro del club, no podía hacer como si nada.

 

¿A qué se refiere con “lo que se ha dicho”?

A lo que se publicó. Quedamos en hacer público que era una dimisión para dejarme a mí bien y también al club, que las dos partes saliesen de esa situación de la mejor forma posible. Con el tiempo me he dado cuenta de que el único perjudicado en todo esto soy yo. Por eso creo que hay que contar lo que pasó en realidad. Quedaron conmigo para decirme que no iba a continuar y, antes de que eso sucediese, decidí irme yo. ¿Quién se puede creer que voy a dimitir de un equipo consolidado en la División de Honor Juvenil, una liga preciosa? No tiene sentido. Desde ese momento he ido recabando información. Me han llegado cosas, me han dicho otras y, con el paso del tiempo y ya en frío, lo he unido todo.

 

En unas declaraciones recalcaba que desea volver a entrenar. Si es así, ¿por qué no trató de seguir en el Ural?

Por eso que comentaba, ¿cómo se vende que yo dimito por cuestiones personales? La intención de esa versión que se dio era cubrirnos las dos partes. El viernes doce de agosto vinieron a hablar conmigo porque no querían que continuase. Como he dicho, antes de que me echen, me voy yo.

 

En el tiempo que he sido entrenador no he hablado nunca con el presidente

 

 

¿Cómo fue esa reunión?

Quedamos en A Grela y vinieron Jorge, Isaac y el presidente, que no se dirigió a mí en ningún momento. De hecho, en el tiempo que he sido entrenador del Ural, no hablé en ningún momento con el presidente, ni siquiera en mi presentación. En cambio, las dos personas que se dirigen a mí me dicen que es una decisión tomada por parte de la directiva. Me pareció muy raro que el presidente viniese a ver un entrenamiento. Jorge e Isaac se dirigieron a mí y les dije: antes de que empecéis la conversación, me voy yo antes. Nos acercamos al presidente y Jorge e Isaac comentaron: podemos venderlo como que él se va. Después nos dirigimos a los jugadores y ahí es cuando habla el presidente: David es un chaval excepcional pero, por temas personales, nos va a dejar.

 

Todo se precipita solo dos semanas después de empezar.

Sí, lo único que sabía hasta entonces es que con Brais (el segundo entrenador por aquel entonces y el principal en la actualidad) no había buen feeling por lo que me había comentado en los días previos. Me discutía los aspectos técnico-tácticos de los entrenamientos, me decía que mis entrenamientos no tenían la intensidad suficiente para esta categoría, que debía estar más encima de los jugadores, que tenía una pauta demasiado abierta con ellos. En definitiva, cuestionaba el nivel de las sesiones. Pasa el tiempo y el jueves once por la mañana me llama Jorge para preguntarme si podríamos reunirnos al acabar el entrenamiento. Quedamos en una cafetería Jorge, Isaac, Brais y yo. Se planteó que habría que darle una vuelta a los entrenamientos.

 

¿Le sorprendió esa reunión?

Esa reunión surge por lo que les había comentado Brais. Yo quería una persona de mano en el club que fuera la que me introdujese poco a poco pero, ¿en qué momento se me ocurrió aceptar eso? El fin de la reunión era reconducir la situación, pero el tema estaba más que cocinado y ya lo vi venir el viernes por la mañana. Le dije a Brais: lleva tú el siguiente entrenamiento y yo observo para ver cómo los quieres plantear. Cuando Jorge me llamó ese jueves no me insinuó que me iban a despedir sino todo lo contrario. La idea era reconducir la situación.

 

Era una oportunidad increíble para mí, pero no me han dejado

 

 

 

¿Faltaba intensidad en sus entrenamientos?

Los entrenamientos en los campos de A Coruña son de una hora y cuarto, como mucho una hora y media. Los jugadores llegaban de 45-50 minutos con Brais de una carga brutal y luego es difícil rendir y mantener un nivel de intensidad alto. Es como hacer un fartlek antes de jugar un partido en lugar de hacer un calentamiento adecuado. Eso fue lo que pasó en todos los entrenamientos. Yo no me metí con su método, aunque es algo que no comparto: pasar 45 minutos dando carreras y luego pasarle el grupo al entrenador. Yo creo en un método mucho más integrado. Pensé que como ya estaba en el club, Brais me ayudaría y me serviría de palanca con los cinco o seis jugadores que continúan de la pasada temporada. Si algo he aprendido es que, en el club al que vaya a partir de ahora, seré yo el que elija el cuerpo técnico.

 

¿Qué cambia del jueves once al viernes doce?

Es muy sencillo. Desde el principio, Jorge y Pedro fueron los que confiaron en mí. Nos reunimos y empezamos a trabajar pero, desde mi llegada, Brais quería el puesto que tiene ahora. Yo no me meto en la vida de nadie y llegué al Ural con toda la inocencia del mundo, pero Brais y el presidente trabajan en el mismo sitio y son amigos. Me han hecho la cama; esa es la realidad.

 

Le han hecho la cama. ¿Ese es el resumen?

Me he enterado, por fuentes totalmente fidedignas, que a los pocos días de empezar a entrenar, Brais se reunió con el presidente para decirle que dimitiría cuando terminase la pretemporada, que no le gustaba como entrenaba David. El presidente le dijo: “para eso te quedas tú”. Es como si a una madre le dan a elegir entre su hijo y su novia; va a quedarse con el hijo. En este caso, yo era la novia. Brais hizo esto cuando Jorge, que es el que más curra, estaba de vacaciones; su única semana de vacaciones, la primera de agosto.

 

¿Se planteó un David o Brais?

Yo no puedo asegurar que Brais le dijo al presidente: David o yo. Pero sí que se iría al finalizar la pretemporada y el presidente lo prefirió a él.

 

La noticia se ‘vende’ como dimisión por parte de David.

Si se hubiera reconducido la situación no habría dimitido. Entendería que me hubiesen echado en la jornada 3 o incluso en la 1. Hasta entendería un calentón nada más acabar el partido del Montañeros: hemos jugado mal y te echamos. No fue así y dejaron pasar los días hasta que explotó todo. No tenía ninguna intención de dimitir.

 

¿En qué momento se da cuenta de que algo va mal?

Empiezo a ver cosas extrañas desde los primeros días. Como ya he dicho, no había feeling con Brais. No me lo dijo desde el primer día. Él y yo ya habíamos estado reunidos antes de la pretemporada. Yo había estado en reuniones de la coordinación con jugadores, en tratar temas de Juvenil A y Juvenil B... Había invertido mucho tiempo en el club antes de empezar la pretemporada. Con Jorge todo iba perfecto. No me daba cuenta de ciertas cosas que sí detecté con el paso del tiempo.

 

Desde el momento en el que fichó por el Ural, ¿se percató de algo raro?

El 17 de mayo, lo recuerdo porque era un festivo, me llamó Jorge para decirme que querían hablar conmigo. A la semana siguiente, el 23 de mayo, me confirmó que iba a ser el entrenador del Juvenil. Desde ese día hasta el día en que me echan, conmigo no habla nadie del club que no sean Jorge o Pedro; empezando por el presidente. Ni siquiera un “Hola, me llamo Pablo, bienvenido al Ural”. De hecho, me he cruzado una sola vez con él. Ni siquiera el último día se dirigió a mí.

 

En la última semana de julio empezaron la pretemporada.

Sí, empezamos el día 26 y el sábado 30 no tuvimos amistoso. Estaba en una boda y alguien del fútbol de A Coruña de plena confianza me dijo: “vas a durar un mes en el Ural.” No le di mucha importancia, pero ya me hizo dudar de si la reunión de Brais con el presidente para decirle que se iría al terminar la pretemporada sería incluso antes de ese mensaje de mi amigo. Por cierto, fue un buen amigo diciéndomelo. Me hizo un favor.

 

¿Cree que su salida del Ural y esta entrevista pueden repercutirte negativamente?

No, porque es cuestión de indagar y saber lo qué ha pasado. Tengo la conciencia tranquila. No he hecho ningún mal a nadie. Según dice Brais, la División de Honor no es lo mismo que Tercera, los métodos son diferentes. He estado cinco temporadas en el Silva. Pueden preguntar por mí tanto a nivel profesional como personal. No me cabe en la cabeza que Javi Bardanca confíe en un segundo entrenador que no sea exigente. Que hablen con el Orzán, con el Racing...

 

¿Qué sentimientos tiene dos semanas después?

Impotencia. Era una oportunidad espectacular. A amigos que no son de A Coruña les decía que entrenar al Ural era como estar en el Silva pero en categoría juvenil. En A Coruña no hay ningún otro club más arriba. Y lo era, además, como primer entrenador. Era una oportunidad increíble, pero no me han dejado.

 

¿Intuía que su etapa podría acabar antes de tiempo?

Lo veía venir: la reunión del jueves, las quejas de Brais... Luego me encajó todo. El día de la despedida, en la esquina de la mutua, Jorge e Isaac me comunican que había muchas dudas. ¿Dudas? Me parece un motivo demasiado ambiguo. Ese día el presidente no se dirigió a mí pero sí a los jugadores y les dijo que David es una excelente persona, que iban a buscar otro entrenador, que Brais e Isaac se hacían cargo del equipo temporalmente. A los pocos días, fui al club a entregar la ropa y me insisten en que siguen buscando entrenador. Al día siguiente, leo en dxt campeón que Brais Montes asume el cargo de primer entrenador del Juvenil A del Ural. Probablemente, cuando me dijeron que seguían buscando entrenador, ya estaría redactada esa noticia. 

David Ramos: “Brais quería el puesto que tiene ahora; me han hecho la cama”

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