Charle: "Me pregunté '¿quieres llegar a algo o estancarte y estar cerca de casa?'"
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Charle: "Me pregunté '¿quieres llegar a algo o estancarte y estar cerca de casa?'"

Charle: "Me pregunté '¿quieres llegar a algo o estancarte y estar cerca de casa?'"
Marta Charle, extremo del Deportivo Abanca, conduce el balón en el reciente partido ante el Fundación Albacete, en el que marcó un gol (2-1) | Foto: Pedro Puig

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Llegó al Deportivo Abanca el pasado verano procedente del Parquesol, se ha hecho con un puesto de titular en el extremo izquierdo y, tras su gol en la victoria ante el Fundación Albacete (2-1), ya suma cuatro dianas y tres asistencias. Se trata de Marta Charle Romero (Soria, 27 de febrero de 2000), imprevisible dentro del campo por su facilidad para golpear el balón con las dos piernas y también fuera de él por su espontaneidad y naturalidad.

 

Charle analizó largo y tendido su proceso de adaptación al estilo de juego del Depor Abanca, su visión del equipo en estos primeros meses de competición y su relación con Irene Ferreras y también reveló los motivos de su condición de ambidiestra tras mucho esfuerzo en el pueblo de sus abuelos, Villálvaro (Soria).

 

Otra victoria en casa y otro gol para ti. El 2023 empezó bien.

Sí. Estoy muy contenta porque nunca sabes cómo va a volver el equipo después del parón. Son días de desconexión que se necesitan pero el Albacete era un rival que se podía poner a tres puntos y nosotras no podemos perder si queremos mantener el objetivo. Ha sido una victoria que nos ha dado la vida. A ver qué tal ahora contra el Granada.

 

¿A quién le dedicaste tu gol contra el Albacete?

Se lo dediqué a Laura Fernández. Nos llevamos muy bien porque ella jugó también en el Parquesol y es de la zona de Medina de Rioseco y yo soy de Soria. Así que vamos y venimos juntas. Yo voy mucho a Valladolid, son cuatro horas y media de viaje y hay muy buena relación. Me dijo ‘a ver si me dedicas un gol, que se lo dedicas a todo el mundo menos a mí’. Era una promesa y se lo dediqué a ella porque la quiero mucho.

 

No me esperaba actuar así porque no soy de sangre fría

 

Tuviste mucha sangre fría en el gol para regatear a la portera.

No sé cómo pude actuar de esa manera, no me esperaba actuar así porque no soy de sangre fría. Suelo hacer las cosas muy fáciles. Prefiero incluso pasarla y que la meta otra compañera. Pero en ese caso me había tapado muy bien y dije ‘¿por qué no? Me voy a atrever’. Y fue por eso, por atreverme y por ir. Sobre todo por ir. El gol no viene solo de la sangre fría contra la portera, viene antes por ir. Irene Ferreras me dice siempre ‘en la presión, id a la jugadora, apretad, achuchad’. Y ya me ha dicho que llevo dos goles así y que habrá muchos más.

 

¿Necesitabas el parón navideño?

Lo necesitaba porque me gusta mucho estar con los amigos del pueblo y con la familia. Le doy mucha importancia a la familia y más ahora teniéndolos tan lejos. El año pasado, en Valladolid, los tenía a hora y media pero ahora los tengo a seis horas. Ya lo valoraba pero no es igual porque ahora mis padres ya no vienen a todos los partidos. Son superfieles y me quieren mucho pero no pueden venir siempre. Además, en navidades se le da mucho más valor a la familia y a estar todos juntos. Y con los amigos, lo mismo. Hacer una merendola, dar un paseo, ir al cine, lo que sea. Son esos momentos en los que desconectas. Se necesitaba aunque teníamos ya hasta ganas de vernos todas. Nos echábamos de menos.

 

¿Qué balance haces de los primeros meses de temporada del Depor Abanca?

Muy positivo. Hay muy buen proyecto y hay una plantilla muy buena tanto las jugadoras que tienen más minutos como las que menos. Todas suman y todas valemos lo mismo. Nos apoyamos las unas a las otras, sin malas caras, e Irene y el cuerpo técnico nos están ayudando un montón a mejorar sobre todo en lo táctico. Preparamos cada partido pensando que tenemos que ganarlo. Nuestra mentalidad es muy buena y confiamos las unas en las otras. El balance es muy bueno. Sabemos que podemos estar arriba y no hay que bajar los brazos, no hay que relajarse. Al equipo lo veo muy regular, de menos a más pero regular, constante.

 

¿Cuáles son las asignaturas pendientes para 2023?

Diferenciar, cuando estamos en fase defensiva y dependiendo del sistema del rival, sea el que sea, cómo debemos colocarnos y movernos. Hacer cosas ya automatizadas. También tenemos que estar juntitas, no dejar de correr ninguna y ninguna puede bajar el rendimiento. Las acciones a balón parado también son muy importantes. Hemos visto que una de las debilidades que tiene el fútbol femenino, sin menospreciarlo, es el balón parado. Hay que tener la máxima concentración en décimas de segundo. También estamos trabajando la línea de fuera de juego. Gracias a Cris (Oreiro), que está haciendo muy buen trabajo también, estamos aguantando bien y ya nos han pitado varios fueras de juego por aguantar la línea tan bien y estar tan concentradas. E intentar dejar la portería a cero en cada partido. Esas son las cosas que podemos mejorar.

 

Casi ha acabado la primera vuelta. ¿Qué equipo te ha gustado más?

El Barça B. Me parece el mejor rival aunque sea una plantilla tan joven. Me sorprende que jueguen tan bien. Son muy buenas técnicamente y también tácticamente. Nos estuvo diciendo Irene esa semana ‘tenéis que hacer esto, tenéis que hacer lo otro, cuando esta medio se vaya a la banda, tenéis que posicionaros así, si esta jugadora se mueve, va a pasar esto’. Todo lo que dijo durante la semana sucedió. ¿Y por qué destaco al Barça? Porque mueven muy bien el balón, lo saben conservar y lo saben llevar de un lado a otro. Es el equipo que más me gusta porque tiene un estilo de juego parecido al nuestro. Pero hay muchos equipos que nos han hecho mucha competencia. Tienen otras cosas, quizá no el toque, pero el Eibar tiene un equipazo también. Por eso está ahí arriba. Es el único equipo que nos ha empatado en Abegondo. No es casualidad. Nos tenían muy bien estudiadas.

 

Irene Ferreras me pide unas cosas que no me habían pedido nunca

 

Irene Ferreras destacó en una entrevista a este diario que está viviendo un proceso “bonito” contigo con tu adaptación al estilo del Depor. Bromeó con que te estaba adoctrinando.

Yo tenía una base con lo que había aprendido en el Calasanz de Soria, que pasé por el primer club de chicos, en Burgos y en Valladolid en el Parquesol con sus correspondientes entrenadores. Pero he llegado aquí e Irene me pide unas cosas que no me habían pedido nunca. Encima de extremo, que yo he jugado toda la vida de mediapunta salvo el año pasado, que metí bastante goles. ¿Y qué me pide? Pues me pide que me coloque de una manera, que me coloque de otra, que no tengo que saltar a la presión tan a lo loco, que tengo que frenar antes, que tengo que hacer la cobertura a la compañera, que si se abre una medio y ya está también la lateral, yo tengo que estar dentro, que me tengo que perfilar bien, que si no basculo en defensa, me pilla la contra... Son cosas que me ha ido diciendo y me han pasado cortes de video. Y además ha confiado en mí siempre. Uno de los miedos que tenía yo al venir al Depor era no jugar. Yo venía de jugar casi todo en el Parquesol. Pero las compañeras y sobre todo la entrenadora me han dado confianza diciendo ‘mira, Charle, sé que tienes una base y un contexto diferente, pero yo te voy a explotar’. Eso me decía. Y yo me lo tomé como ‘vale, pues yo quiero aprender, quiero que tú me exijas, quiero ser una gran jugadora y quiero salir de aquí diciendo: cuánto he aprendido contigo’. Así que el adoctrinamiento, muy bien (ríe). Yo la escucho, no le pongo ninguna queja. Al final es lo que yo quiero. He dado un salto para mejorar y para vivir la experiencia de estar en un equipo asociativo. Estar en un equipo que no corre detrás del balón porque en el Parquesol luchábamos por mantener la categoría y ahora te das cuenta de que estamos arriba. Si estoy aquí no es casualidad porque además estoy jugando. He tenido partido más flojos pero Irene me ha dicho ‘tranquila, tienes otra oportunidad el próximo domingo porque estás entrenando bien’. Valoro muchísimo, además de ser titular, que me deje los partidos enteros. Yo decía ‘¿por qué me quita siempre en el 60-70?’. Y ahora llevo varios partidos enteros seguidos. Y ella me ha dicho ‘Charle, no es casualidad, estás dando al equipo cosas en los 15 últimos minutos’. No pensé yo que me iba a acabar adaptando al juego del Depor pero tengo unas compañeras muy majas, con las que he hecho muy buenas migas, la familia me ha ayudado mucho en la distancia y yo también soy una persona muy positiva y feliz.

 

Llevas cinco partidos enteros de los últimos seis cuando antes no habías completado ninguno.

Valoro que me deje los 90 minutos. Mis padres, que se preocupan un montón, me decían ‘algo estarás haciendo mal porque a ti te cambia y a otras no’. Ellos se alegran de que el equipo gane pero miran por mí. Y yo les decía ‘será porque entreno mal o porque mi minuto 60 ya es como el 90’. Y recuerdo que un día, contra el Espanyol, di un pase entre la central y la lateral muy bueno e Irene me dijo: ‘has jugado el partido entero, ¿no? ¿Por qué crees que es? Porque te lo mereces. Porque lo has hecho muy bien y era el minuto 70 y te veía bien. No te podía quitar’. A raíz de eso empecé a motivarme y a pensar que era capaz de hacerlo en todos los partidos. Durante el partido sí que pienso ‘aprieta, Charle, que te puede quitar’. Pero a nivel motivacional, no en el sentido egoísta. Eso no. Si me tiene que cambiar, cero quejas.

 

En el Depor eres fija como extremo izquierda. ¿Por qué crees que Irene te ve ahí?

Cuando llegué Irene no me dio explicaciones de nada ni me preguntó en qué posición jugaba porque ella consideraba que de extremo era la posición en la que tenía que jugar. Y yo, a callar, a cumplir y a trabajar. Pero he tenido muchas conversaciones con ella. Es mi entrenadora pero también es persona y siempre te intenta asesorar, también a nivel personal, y yo le he contado muchas veces cómo me siento. Y ella me dice cosas que hago mal con toda la sinceridad del mundo y no me lo tomo mal, me lo tomo como un refuerzo. Ella me dice ‘Charle, tienes unas cualidades muy buenas y de extremo te pido muchas cosas porque sé que las puedes dar’. Una de las cosas que me dice que el equipo nota son mis centros. ‘Esos centros no se ven casi en fútbol femenino ni en Primera División’, me decía. ‘Tienes que aprovecharlo porque tienes buen disparo con las dos piernas’. También me ha dicho en qué momento encarar, sobre todo cuando viene el balón de la otra banda. Tengo que saber lo que tengo que hacer antes de recibir el balón. Y ella me dice que a la hora de encarar para la lateral es muy difícil porque no sabe por qué lado voy a salir. Ella destaca el golpeo que tengo al borde del área, los centros al área y la presión. De hecho, de extremo es ahora donde yo mejor me veo. De mediapunta también podría hacerlo bien pero todo lo que he aprendido de extremo ha sido muchísimo. De mediapunta no sé si me veo preparada para dar mejor rendimiento que mis compañeras.

 

Mis amigos me decían: '¡Tira con la derecha que no te sale un tiro!’

 

¿De dónde te viene esa facilidad para centrar y disparar con las dos piernas?

Yo soy de Soria pero los fines de semana me iba al pueblo con mis abuelos, a Villálvaro. Yo me he criado allí con mis amigos y mi hermano, que jugaba al fútbol. Yo iba a verlo entrenar a la Ciudad Deportiva del Numancia y, aunque yo todavía no jugaba al fútbol, empecé a chutar ahí. El caso es que empecé a tirar a puerta y me empezó a gustar el fútbol. Y en mi pueblo echábamos horas y horas y horas, desde que tenía diez años, golpeando el balón. Y luego también en el Calasanz de Soria. Al final, un gesto técnico lo aprendes repitiendo. De tanto golpear en el frontón de Villálvaro con mis amigos jugando la ‘rápida’, el ‘alemán’ y el ‘mundialito’, igual pegaba 500 tiros y al final el pie se hace. Luego llegaba al Calasanz y tiraba desde fuera del área como si estuviera en el frontón. Además, había un chico de mi pueblo, Javier, que jugaba también en el Numancia y le pegaba con las dos piernas. Le dije ‘¿cómo le pegas con las dos piernas?’. Y me dijo ‘cuando vengo al frontón, intento pegarle con las dos para aprender porque así de mayor vas a tener buen golpeo’. Y me dijo ‘se reirán de ti porque verán que tirarás detrás del frontón, que colgarás el balón en el tejado, que saldrán tiros penosos y nulos pero tu pierna se irá acostumbrando’. Y yo me levantaba los fines de semana y pim, pam, pim, pam, todo el día con la izquierda en el frontón. Cuando jugábamos a la ‘rápida’, yo le pegaba con la izquierda y me decían ‘¿pero qué haces? Anda, tira con la derecha que no te sale un tiro’. Pero yo seguía confiando en mí y seguí así. En el Calasanz, en el Burgos, poniendo faltas con la izquierda, tirando penaltis con la izquierda hasta que llega un día y alguien te pregunta  ‘¿pero eres zurda o diestra?’ En ese momento pensé en todas las horas que me pegué sola en el frontón. Es que el fútbol a mí me apasiona. Ahora me siguen preguntando si soy diestra o zurda. Mi respuesta es ‘no lo sé’. Me considero más diestra porque a la hora de conducir el balón lo hago con la derecha. El pase, un golpeo o un recorte, me da igual. Más fuerza creo que tengo en la pierna izquierda. Pero ya no lo pienso, me sale natural.

 

¿Cómo se gestó tu fichaje por el Depor después de cinco años en el Parquesol?

Me llamó mi representante, Toni García, de 360 Servicios Deportivos, y me dijo que teníamos ofertas de unos cuantos equipos y uno de ellos era el Depor. Me dijo ‘sé que el Depor tiene una afición increíble, una estructura muy buena y mucha visibilidad’. Yo le dije que iba a valorar las ofertas, no solo por el dinero, sino por qué jugadoras y qué entrenador iban a tener esos equipos. Entonces, el Depor anunció a Irene Ferreras y ya dije ‘pues es muy buena entrenadora, ahora vamos a ver los fichajes’. Y yo antes de hablar con Rocío (Candal), ya había hablado con Ainoa Campo (ex del Deportivo). Le pregunté por medio de otra persona y ella le dijo a esa persona ‘dile a Charle que se vaya al Depor porque es un club que trata a las jugadoras muy bien. Están pendientes de todo, hay un bus que te lleva a entrenar, te lavan la ropa, hay nutricionista, hay fisio, hay médico...’. Después hablé con Rocío, muy buena persona, y me contó cómo trabajaban, que había siete campos, un vestuario único para nosotras, un gimnasio único para nosotras y que teníamos todo lo que necesitáramos. No me vendió la moto porque todo coincidía con cosas que me habían dicho otras personas sobre el Depor. Una directora deportiva te tiene que vender la moto, pero cuando estaba escuchando a otros directores deportivos no veía la misma sinceridad que con la que me lo decía Rocío. La vi honesta y que había cosas que me cuadraban para mi futuro. Yo veía futuro ahí. Pensé 'igual sí que es una buena oportunidad aunque esté lejos'. Esa era una de las cosas que me tiraba para atrás. De Valladolid a Villálvaro tengo una hora y media pero ahora son seis horas. Pero entonces yo me pregunté ‘¿tú quieres llegar a algo en el fútbol o estancarte y estar cerca de casa?’ El que algo quiere, algo le cuesta. Y si te quieren es por algo. Además, vi mucho interés por parte de Rocío, me tenía superestudiada, sabía todo de mí.

 

Siempre quise jugar en Primera y vivir en un sitio con playa, falta lo de Primera pero estamos en ello

 

¿Qué tal ha sido la adaptación a A Coruña?

Yo estoy superfeliz porque hay playa. Siempre he dicho que quería jugar en Primera División y vivir en un sitio con playa. Es verdad que nos falta lo de Primera División pero estamos en ello (ríe). No hace el calorcito que puede hacer en otros sitios pero me encanta esta ciudad porque yo también soy del norte. Me encanta la comida del norte, la gente, y  Coruña es muy bonita. La gente con la que he tratado es supermaja. Aquí hay de todo. El piso está muy bien y con las compañeras estoy muy bien. Estoy adaptada. Otro de los cambios es pasar de campos de hierba artificial a campos de hierba natural. Al final viene mejor para prevenir lesiones y se agradece. La afición también se nota mucho, que es otro de los cambios. Y sobre el clima noto que hay mucha humedad. Se huele. Mi madre vino a verme y me decía ‘es que se nota que hay mar por cómo huele’. Yo ya estoy acostumbrada y no noto frío. Los días son un poco tristes porque está siempre nublado. Prefiero que haya sol porque te alegra pero voy a entrenar con mi chubasquero y no hay problema. Nos hemos dejado la ventana de casa abierta y ha entrado todo el agua pero da igual, es lo que hay. Y no hace tanto frío como en Valladolid o en Burgos.

 

¿Recuerdas lo que pensaste en esos primeros entrenamientos sobre el equipo y las compañeras?

Yo veía a jugadoras que habían estado en Primera. Cris ha estado en Primera, Inés, Paula, Henar... También hay jugadoras que han estado en la selección española como Eva Dios o Carlota. Y no solo viendo el currículum, sino viéndolas jugar. Veo un equipo bueno. Es verdad que al principio no nos conocíamos y había alguna cosa que había que mejorar pero ya estaba Irene para decirnos que ya saldrían las cosas, que tuviéramos paciencia y no nos desquiciáramos. Yo veía un equipo que movía muy bien el balón y con ganas. Irene nos ha dicho que el objetivo no es ascender, que eso es quizá mucha presión, sino merecernos ascender. Es el objetivo que nos dice y es el camino que estamos siguiendo. Creo que tenemos plantilla para hacerlo. Lo pensé desde el primer día y lo sigo pensando.

 

Ojalá jugar en Primera  en el Depor, sería un sueño pero no va a ser fácil

 

Aunque tienes contrato por una temporada, ¿te ves en el Depor Abanca por más años?

Por el trato que estoy recibiendo del club, no pienso en irme.  Si yo estuviera a disgusto, pensaría en irme, pero eso no me ha pasado. Estoy viviendo el presente y una experiencia nueva con un club nuevo en el que te tratan muy bien y no te falta de nada para eso, para que tú te quedes. Tienen ese pensamiento para que haya jugadoras que se quieran quedar. Para que el proyecto salga bien. Evidentemente, si ascendemos a Primera, las dudas que pudieran salir se reducen. A largo plazo claro que me gustaría seguir por el trato que estoy recibiendo y porque estoy jugando. Yo vivo el presente pero no he pensando en irme. Ojalá ascendiéramos a Primera. Es algo que te haría dudar menos. Es uno de los objetivos que tengo. Ojalá jugar en Primera División en el Depor. Sería un sueño pero no va a ser fácil.

Charle: "Me pregunté '¿quieres llegar a algo o estancarte y estar cerca de casa?'"

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