Después de una extensa carrera de 19 años por diversos clubes del fútbol femenino español, a Alba Merino Sánchez (Guadiana, Badajoz; 15 de mayo de 1989) ahora la conocen como "Alba, la del Depor" o "la 'Abuela' del Depor". No es para menos. Se convirtió en pieza clave, y posteriormente en una de las capitanas, del Deportivo Abanca que logró el ascenso a Primera División y maravilló en la máxima categoría a las órdenes de Manu Sánchez. En sus cuatro temporadas en A Coruña (2018-2021) vivió sus "mejores años", como ella misma reconoce, pero también atravesó momentos complicados como la investigación del club a Miguel Llorente y una despedida abrupta que le ha provocado una herida que todavía no ha cicatrizado.
La autora del primer gol de la historia del Depor Abanca en Primera División se retiró del fútbol el pasado mes de enero a los 33 años tras una nueva decepción en el Santa Teresa, cuyo primer equipo desapareció por problemas de impagos. Por lo tanto, su último partido fue en Riazor con su Depor, una forma caprichosa de cerrar la carrera de una futbolista diferente, especial, que no tiene problemas en repasar lo mejor y lo peor de su paso por el club coruñés, además de muchos otros temas de actualidad como el 'caso Jorge Vilda', la Queens League, el espectacular nivel de su amiga Alexia Putellas o la evolución del 'futfem' en los últimos años.
¿Te ha pasado la decepción por no haber podido retirarte en el campo?
No, la tengo todavía ahí. Me habría gustado despedirme de otra manera. He pensado muchas veces cómo sería mi despedida y en ningún momento pensaba en la que fue. Me duele y a día de hoy sigo teniendo silenciadas las redes del Depor porque me remueve cada vez que veo algo. Me dolió.
¿Hasta ese punto?
Al venir, el camino Badajoz-Coruña, que lo he hecho mil veces, me va removiendo cosas. Y cuando paso por Abegondo también. Es normal.
¿Los cientos de mensajes recibidos reducen esa pena?
Me quedo con eso. De hecho, al llegar aquí dos aficionadas se acercaron para hablar conmigo. Me quedo con todo el cariño de compañeras, de excompañeras, de gente del club y sobre todo de los aficionados. Por redes sociales ha sido una pasada. Y sigue siendo, ¡eh! El otro día subí una historia en Riazor y mogollón de gente me escribió.
Además de los reportajes y, por ejemplo, la carta pública de tu excompañera Iris Arnaiz.
Sí, sí, me emocioné muchísimo con Iris. Es una pasada cómo escribe y sé que es verdad lo que dice. Mi familia y yo estamos muy emocionados con cómo fue todo.
Me merecía otra cosa que despedirme por una llamada de teléfono
No fue de la manera deseada pero al menos tu último partido fue en Riazor y con el Depor.
Sí. Me quedo con eso. Me habría gustado saber que ese era mi último partido para poder despedirme de verdad, como creo que merecía por todo lo que humildemente he dado aquí en el Depor. Creo que me merecía otra cosa que despedirme por una llamada de teléfono.
Has tenido una carrera de 19 años con muchos logros pero siempre pones al Depor en lo alto de tu trayectoria.
Sí, el Depor me ha marcado porque yo vine aquí con las ilusiones muy bajas y aquí, lo he dicho muchas veces, volví a sentirme futbolista. De hecho, fueron los mejores años de mi carrera. Casualmente, siento que el año que descendimos fue el mejor año que hice en mi carrera. Fue cuando mejor me encontraba. Fue una pena la lesión porque me quedé aquí con ganas de ascender otra vez con el equipo y no pudo ser. Es cierto que tenía la rodilla bastante machacada de haber seguido jugando con infiltraciones y demás, y al final no aguanté más y tuve que pasar por quirófano.
¿Por qué el Depor significa para ti tanto como dices?
Aparte de cómo me he sentido yo, es por cómo me han tratado. Ya no solo el club, porque también se ha portado conmigo muy, muy bien, sino sobre todo la afición. La afición aquí es otro rollo. No sé, no tengo palabras. Nunca he sentido una afición tan cercana como aquí en el Depor. Los primeros partidos del año que ascendimos eran una pasada. Estaba Abegondo llenísimo. Yo eso no lo he vivido antes. Y el cariño en la ciudad... Es todo, no sé cómo explicarlo.
El año que descendimos fue el mejor año que hice en mi carrera
¿Por qué una futbolista contrastada ficha en 2018 por el Depor en Segunda?
Tenía las ilusiones muy bajas y buscaba algo diferente, otra experiencia. Sí que tuve ofertas para quedarme en Primera, pero no estaba yo motivada para eso. Quería algo nuevo, quería sentir otras cosas. Sabía que el Depor era un proyecto para ascender y creo que no me equivoqué. De hecho, muchas veces digo que venir al Depor es la mejor decisión que he tomado en mi carrera.
Iris Arnaiz y Teresa Abelleira dijeron en varias ocasiones que en tu primer año en el Depor, al verte entrenar y competir, sabían que ibais a ascender. ¿Cuál era tu perspectiva con ese equipo?
Cuando llegué solo conocía a Iris, que me había enfrentado con ella. Sabía que era un proyecto bueno, que habían competido bastante bien la temporada anterior, que era para ascender, pero no las conocía. Y el primer día, que además faltaba Teresa, dije: ‘¡joder, son buenas, estas tías juegan de puta madre’. Me esperaba un nivel más bajo del que había. En pretemporada ya sabía que era un equipazo. Yo las veía jugar y, ya cuando vi a Tere, dije: ‘esto no se nos va ni de coña, muy mal lo tenemos que hacer’. Y con el nivel de la venezolanas, de todo, eso era un equipazo. Para Segunda era increíble.
¿Te quedas con esa temporada o con la primera en Primera División?
Me quedo con la primera del ascenso, pero la del primer año de Primera fue un espectáculo. De hecho, si ves ahora una foto del once titular más habitual, están todas en lo más alto. Y piensas: ‘es que es normal’. Y en casos como el de Cris es porque ella quiere seguir aquí, pero estoy segura de que también tuvo ofertas para salir.
¿La imagen del Depor Abanca es tan buena fuera de A Coruña, en cierta medida, por esa temporada en Primera?
Sí, todo el mundo conoce a ese Depor, al Depor del primer año de Primera. Marcó a todos. El Deportivo Abanca se conoce, creo, por el Superdepor femenino de ese año. Nadie esperaba eso. Me acuerdo que en las primeras entrevistas de pretemporada nos daban por descendidas. Nadie nos conocía. Éramos muy pocas las que habíamos estado en Primera. Y no se hicieron muchos fichajes. Se fichó a Athenea, a Pecas (María Méndez), que nadie las conocía tampoco, Sullastres, Noelia Villegas y poco más. Pero mira, al final nos conocieron.
Ahora soy Alba, la del Depor, o la ‘Abuela’ del Depor; me gusta
Después de una carrera larga en varios clubes, ¿la gente te recuerda principalmente por el Depor?
Sí, sí, me conocen como Alba del Depor. Me recuerdan que pasé por el Levante, eso sí se recuerda, pero ahora soy Alba la del Depor. O la ‘Abuela’ del Depor. Se me ha quedado y me gusta que me relacionen con el Depor.
¿Y lo de ‘Abuela?
Sí, es cariñoso. Yo a ellas les decía ‘mis niñas’. Es algo cariñoso por la edad.
Después del COVID ya se deshizo el cuento de hadas. La siguiente temporada fue remar a contracorriente de forma constante.
Se empezó muy mal, no sé si fueron ocho partidos sin ganar. Queríamos seguir jugando como el año anterior y creo que nos faltaban piezas para jugar así. Luego intentamos cambiar eso y luchamos hasta el final, que casi conseguimos salir de ahí.
¿Fue duro en el plano mental ir a remolque todo el curso?
Sí. Lo veíamos cerca, pero no acabábamos de salir de ahí. De hecho, creo que nunca salimos de la zona del descenso. Nos mirábamos y pensábamos ‘somos las mismas, nos faltan cuatro’, pero se nos hizo duro. Ese inicio con las ocho derrotas... Me acuerdo sobre todo la de Riazor contra el Sevilla –el Depor cayó por 1-2 con gol en el tiempo añadido–. Eso fue una puñalada muy grande.
¿Cómo viviste el verano tras el descenso con la desbandada de jugadoras y el despido de Manu Sánchez y Pablo Pereiro?
A ver, yo no me quería ir y antes de descender, ya le dije a Pablo: ‘Oye, Pablo, a mí me da igual que nos quedemos como que descendamos, yo me quiero quedar’. Me daba igual, yo quería estar aquí. Me quedé y vi cómo se iban una a una. Más o menos lo sabía pero cada vez que se confirmaba una salida me dolía porque se iba parte de ese Depor. Al final nos quedamos tres, miraba los fichajes y veía que estábamos formando un buen equipo, pero una semana antes de pretemporada nos dan la hostia de que se nos van Pablo y Manu, que son los que hacen el equipo. Y eso, claro, no sienta bien. No empezamos como teníamos que empezar.
¿Sería más normal haber tomado esa decisión tras el descenso?
Sí, claro, ahí sí. Y se hace un equipo al gusto del entrenador que llega. Pero que tú formes el equipo y luego... Además, el entrenador nuevo llega con un equipo que no ha montado él. Que al final es un equipazo y a ese equipo lo entrena cualquiera. Pero bueno, no sé.
¿Por qué se cayó el equipo la temporada pasada tras haber sido campeón de invierno?
Mi opinión, y esto lo he comentado con otra gente, es que el sistema de juego no nos acompañaba. O sea, puedes tocar, tocar, tocar, pero si no avanzas... A mí me gusta mucho la verticalidad. Creo que podíamos haber aprovechado mejor muchas jugadoras de las que teníamos.
Repetiría mil veces lo que hice, aunque me costara lo que me costó
Ahora, con cierta perspectiva, ¿crees que todas las partes manejaron bien el asunto y la investigación de Miguel Llorente?
No sé, ahí se hizo algo de forma interna, pero cuando tú tienes a 20 jugadoras que te están diciendo que no te quieren y se lo hacen saber... Si a un entrenador sus jugadores no le quieren y se lo están diciendo, yo me echaría para un lado. Cuando tú no tienes la confianza de tus jugadoras, no puedes continuar. O puede ser el club el que haga un movimiento. Aparte el equipo no iba bien, así que puedes decir ‘pasa esto’ e intentar darle un cambio, que estábamos a tiempo de hacer algo.
¿Habrías hecho algo de manera diferente en esa situación?
Yo, como capitana, lo repetiría mil veces. Aunque me costara luego lo que me costó, pero lo volvería a hacer una y mil veces. No podía dejar pasar eso. Lo hablamos las capitanas que había y decidimos que lo mejor era que supiéramos todas lo que había. No podía estar ahí, saber lo que habían hablado de una compañera y no haber actuado. Prefiero no meterme en lo que pasó en concreto porque es una cosa de Anita, que no quería que eso saliera. Yo eso lo respeto. Fue una carta que me hizo llegar a mí y yo, como capitana, la trasladé al equipo con el resto de capitanas.
¿Qué sucedió para que posteriormente el Depor decidiera no renovarte?
Yo era la voz cantante y en ese momento me enfrenté al que me tuviera que enfrentar por mis compañeras. Te repito que lo volvería a hacer. A partir de ahí, yo ya no veo la misma relación conmigo por parte de alguna gente. Entonces, yo después hablé con el club para renovar y ahí empezaron a decir: ‘bueno, todavía te tenemos que ver, que no sé qué, que no sé cuánto...’. Eso ya me molestó porque yo he dado muchísimo por el Dépor y lo quería seguir dando. Así que vuelvo a jugar, marco gol a los dos minutos, luego juego contra el Espanyol de inicio y marco otro gol. Y ahí digo: ‘bueno, me queríais ver, pues he estado dos ratos, sin apenas entrenar ni nada, y aquí lo tenéis’. Entonces, volvemos a ir a hablar, en este caso con Rocío (Candal), y me mandan una oferta. Pero a esa oferta sabían que iba a decir que no. Rocío, que en ese momento no sé si era directora deportiva, no sé qué era, me dijo que yo era una pieza clave, que era una jugadora de muy alto nivel para esta categoría, y que por supuesto que contaban conmigo. Y luego ves la oferta y ves lo que dice y no tenía sentido. Entonces, le digo que no, que no me parece, y suben esa oferta mínimamente, muy mínimamente. Sabían también que iba a decir que no. Después yo les mando una propuesta y ahí se queda porque no saben en qué categoría vamos a jugar. Y ahí se queda. Es decir, estábamos negociando, como hacía todos los años. Es una negociación. Tú me dices, yo te digo, para llegar a un acuerdo. Conmigo se iba a llegar a un acuerdo porque yo no me quería ir de aquí. Al final iba a firmar lo que fuera. No algo insultante pero yo iba a firmar. La primera propuesta la habría firmado. Si me dicen ‘esto es lo que hay’, la hubiera firmado, pero tú intentas negociar como siempre.
A raíz de mi comunicado de despedida, me sancionaron con tres días de empleo y sueldo
¿Y qué pasó una vez que el Depor se mantuvo en Segunda?
Nos despedimos todos en un desayuno al día siguiente de ganar al Tacuense en Riazor y yo ya me fui para casa, como todos, porque nos dieron vacaciones. Y al día siguiente de estar en casa me mandó un mensaje David Villasuso por si podía venir aquí a la Plaza Pontevedra. O sea, ves que estoy de vacaciones, que estoy en mi casa, no me digas que venga a la Plaza Pontevedra cuando has tenido un mes para que yo fuera allí si te querías despedir de otra manera. Entonces, le dije que no, que estaba en casa, y por llamada telefónica ya me dijo que no contaban conmigo porque creían que no tenía el nivel para seguir aquí y demás. De hecho, a raíz de mi comunicado de despedida del Depor, me sancionaron con tres días de empleo y sueldo. Parece que molestaron mis palabras y su respuesta fue esa.
¿Crees que esa decisión no se basó en temas deportivos ni en la lesión?
Estoy totalmente convencida. Yo de la lesión volví, ahí estuve. Sí que me lesioné en el último partido, una lesión muscular, pero era normal porque llevaba seis meses sin competir y no hice una progresión. Directamente a jugar.
¿Está la puerta abierta a una posible vuelta al Depor en un futuro?
Claro, claro que está abierta. Está abiertísima. Tengo un cariño enorme por el Depor. Yo quiero al Depor. De hecho, tuve una reunión con David, antes de que pasara todo esto, y Villasuso me abrió la puerta de quedarme aquí todo el tiempo que quisiera. Y pasó eso y se cambió todo, cambió la relación totalmente. No sé qué pasará pero a mí me encantaría volver.
Veo que aún te duele haber salido de esa forma del Depor.
Sí. Si tú no cuentas conmigo pero me lo dices y yo me puedo despedir aquí de buena manera, pues perfecto. ¿No contáis conmigo? ¿Creéis que no voy a dar más? Muy bien, no puedo hacer más. Pero por lo menos eso. Pero que me llamen cuando yo estoy en Badajoz, para mí fue una putada muy gorda. Y tú sabías que estaba en Badajoz. Otra persona que me decepcionó mucho fue Miguel Esmorís. Después de todo lo que vivimos, la relación cambió totalmente después del asunto de Miguel (Llorente). Y cuando me despedí del Depor no me mandó ni un mensaje ni nada.
¿Y ahora hacia dónde va tu futuro?
Estoy trabajando en un centro con chicos con discapacidad intelectual, que es algo que me ha encantado siempre. Tuve la suerte de que en diciembre me llamaron para hacer una entrevista de trabajo al lado de mi casa, a 10 kilómetros, y no había llegado a casa de vuelta y ya me habían dicho que sí, así que superbien. Me encanta ir a trabajar, no me cuesta nada. Y aparte, tengo una agencia de representación con otra chica.
Hace poco le escribiste un tuit a Ibai Llanos ofreciéndote a jugar la Queens League. ¿Te veremos en esa liga?
A ver, me mandó mucha gente, amigos y demás, la oferta esa de Infojobs para inscribirte en la Queens League. Y también me mandaron la captura de que Ibai estaba buscando jugadoras. Y yo solo decía ‘dejadme en paz, que estoy de fútbol hasta...’. Pero estaba justo la canción de Shakira y dije ‘voy a hacer la coña’. Y la coña ha traído cola.
¿Te gustaría jugar en la Queens League?
Sí, sí que me gustaría. Aunque no sé cómo es ni nada. Tendría que ver si puedo por el trabajo. Está el vídeo de presentación que mandé, que es un gol con el Depor. A ver qué pasa.
¿Echas de menos jugar al fútbol?
Sinceramente no lo he echado de menos. Han sido, como yo digo, dos hostias en muy poco tiempo. La del Depor y la del Santa. Me han llamado de mil sitios. De hecho, no iba a hacer comunicado de despedida, pero es que no paraban de llamar equipos, sobre todo ahora en invierno. Así que tuve que ponerlo porque si no lo hacía, no acababa esto. Lo quería hacer sin prisa porque el momento este de ponerme a escribir me removía todo. No quería pero al final tuve que hacerlo.
La situación con Vilda me da vergüenza que pase en España
Cambiando de tercio, ¿cuál es tu opinión sobre el problema actual entre Jorge Vilda, Federación y jugadoras de la selección española?
Es lo que te decía antes. Cuando un vestuario entero te está diciendo que no cree en ti, es por algo. No son dos o tres jugadoras. Estamos hablando de las mejores jugadoras de España. Que no es normal, o sea, no puede ser. Si no creen en ti, échate a un lado.
¿Crees que con Vilda y Rubiales hay vuelta atrás a esta situación?
No, ya lo han demostrado. Eso solo pasa aquí. No sé si en el equipo masculino pasaría igual, que los 15 mejores jugadores dijeran esto y el seleccionador siguiera. No creo. Y me da vergüenza que pase aquí en España.
¿Crees que en algún momento mereciste ir a la selección española absoluta?
No sé si en esa época del Superdepor. Más de una jugadora podríamos haber ido allí, por lo menos a entrenar. Yo o alguna de nosotras. Al final fue Peke un poco por presión (ríe). Porque la llevó a entrenar y no fue más. Creo que hubo más de una jugadora que mereció ir en ese momento. De hecho, salieron del Depor y fueron.
Tu amiga Alexia Putellas añadió su segundo ‘The Best’ a sus dos Balones de Oro. ¿Ya hemos normalizado demasiado estos logros?
Siempre digo ‘ojalá no ser su amiga’ para no ver tan de cerca eso y para valorar lo que realmente es. Es la mejor jugadora del mundo dos años seguidos. No creo que se vuelva a ver pronto. Y sin debate. Fue crucial tanto en la selección como en el Barça. Si el partido está atascado, sabes que va a aparecer. Y aparece.
Creo que Vilda dejará a Alexia fuera del Mundial, no tiene escrúpulos
¿Dejará Vilda fuera del Mundial 2023 a la mejor del mundo?
Yo creo que sí, no tiene escrúpulos. Si la tiene que dejar fuera, la va a dejar. Porque lo están dejando, lo están dejando dejar a las mejores jugadoras fuera. Y si ya ha tenido bombo, imagínate si deja fuera a la mejor jugadora del mundo. No sé si puede tener más bombo porque ya se ha hablado en todos los países.
Han pasado 20 años de tu debut en Primera con 14 años con el Puebla. ¿Ves posible que alguien ahora rompa ese récord?
No sé, siempre aparece alguien, pero es complicado. Esto ha cambiado muchísimo. Ahora es mucho más complicado que una niña de 14 años pueda debutar. Puede ser pero es muy complicado porque esto ha evolucionado muchísimo.
¿Cómo has vivido la evolución del fútbol femenino desde dentro?
Siempre digo que he sido muy afortunada de vivir todo porque yo lo valoro. Ahora las chicas se creen que esto ha sido así siempre. Pero se ha peleado muchísimo. Yo me acuerdo de que no teníamos ni ropa para entrenar, era mi padre el que me traía y me llevaba, y lo tenía que llamar por teléfono, a través del móvil de un directivo, para decirle cómo habíamos quedado. Y ahora, una niña de 16 años llega y tiene todo esto. Y es que no lo valora, estoy segura. Yo valoré cuando nos hicieron jornada completa. Fue un éxito. Y ahora llegan y dicen ‘¿pero cómo que no me hacéis jornada completa?' De hecho, mi primera jornada completa fue aquí en el Depor en Segunda División.
¿Y qué pasos quedan por dar al fútbol femenino?
Se habla siempre de visibilidad. De que se nos ponga en la tele. La Eurocopa se puso en la tele y tuvo audiencia. Yo creo que es eso. Y que se hagan las cosas bien desde la propia Federación, aquí en España. Porque si desde ahí no avanzamos, es muy, muy complicado.
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