El Liceo la Paz, un colegio que nunca duerme
lll
17º-23º

El Liceo la Paz, un colegio que nunca duerme

El centro, ganador de la campaña DXT Escolar por su fomento de la educación física con una amplia y variada oferta de actividades
El Liceo la Paz, un colegio que nunca duerme
Juan Luis Rodríguez Cudeiro, director de DXT Campeón, y Martín López, director técnico del Liceo, posan con el material donado por Jim Sports como premio al ganador de la campaña DXT Escolar | PATRICIA G. FRAGA

Usuario

Cualquier día, da igual que sea de lunes a viernes o en fin de semana, y a cualquier hora, mañana, tarde y también hasta entrada la noche, en el Liceo la Paz siempre hay actividad. Parece el colegio que nunca duerme. Los que suben con sus mochilas de ruedas, donde guardan los patines y el material de hockey, se cruzan con los que salen de voleibol, los que van botando el balón de baloncesto o los que dan los últimos toques al balón de fútbol. Son escenas que siguen haciendo sonreír a Antonio Pintor Vidal y Carlos Pérez Roca, que aunque han dejado el mando a las nuevas generaciones, siguen siempre muy de cerca todo lo que sucede entre unos muros que levantaron allá por 1967 y que más de medio siglo después, mantienen intacto el espíritu que infundieron desde los primeros años, el de vincular el deporte a la educación escolar. Por esto y por su promoción de la actividad física y la utilización del deporte como una vía de transmisión de valores a través de una amplia y variada oferta de extraescolares, el Liceo la Paz fue designado como el ganador de la campaña DXT Escolar. 


El director de este diario, José Luis Rodríguez Cudeiro, entregó a Martín López, director técnico del centro, y a Jorge López, director de las actividades extraescolares, el premio consistente en material deportivo donado por la marca gallega Jim Sports. “Somos un centro que desde su inicio apostó por vincular la educación reglada al deporte con la creación de las actividades extraescolares deportivas, que siguen siendo santo y seña de la identidad del colegio”, explica Martín López. “Tenemos un montón de actividades extraescolares y con un numeroso número de niños que participan y que pueden probar todos los deportes que aquí les ofrecemos para que vayan buscando sus habilidades”, añade. “Para el colegio es una parte fundamental. La actividad deportiva y la actividad física siempre estuvieron ligadas a lo que es la parte docente”, indica, por su parte, Jorge López. “Y las actividades escolares son una parte muy importante del colegio y a las que la dirección les da mucha importancia, siempre intentando tener una parte docente en todas ellas porque antes de los objetivos deportivos marcados siempre está el objetivo de la formación”, recalca.

 

Actividades


Los alumnos pueden escoger en la mayoría de las actividades la modalidad de competición o, por el contrario, participar solo en los entrenamientos. Es así sobre todo en los deportes de equipo. El hockey sobre patines siempre ha sido un símbolo del colegio. Jorge López explica que esta temporada cuentan con 17 equipos en colaboración con el Hockey Club Liceo, que funciona de manera independiente. También son 17 los equipos de voleibol mientras que entre fútbol sala y fútbol 8 llegan a 14. El baloncesto se queda en 8 y el balonmano, en 6. “Y también está el judo, que aunque no tenemos equipo, sí contamos con más de cien deportistas federados”, apunta el director de las extraescolares.

 

Liceo la Paz
 


Por otro lado están las actividades que no implican competición: arbitraje (premiada como mejor iniciativa en la primera edición de los Premios al Talento Base del DXT Campeón); atletismo, ajedrez (que sí participa en las citas del programa Xogade); gimnasia rítmica, pádel y natación. “También funciona un poco como el hockey, con un convenio de colaboración con el Club Natación Liceo. Por un lado está la actividad de piscina, que es una iniciación al medio acuático. Y el que quiere dar el paso para competir, lo hace a través del club”, matiza.

 

Un valor para la vida


En el Liceo el deporte es mucho más que una actividad física, es un aprendizaje para la vida. “Está más que demostrado que hacer deporte en cualquier momento de la etapa evolutiva de un ser humano ayuda a todo, a las relaciones sociales, a tener mejor salud, a desestresarse”, valora Martín López. “Además, si pensamos en deportes de equipo, se fomentan otra serie de valores que son importantísimos en la educación de cualquier ser humano como la convivencia, el compañerismo y el respeto. Además de decírselo en las aulas, desde bien pequeños lo viven haciendo una actividad que les gusta, que es saludable y que además les aporta esos valores”, continúa.


Tiene que haber tiempo para todo. “He jugado a baloncesto toda mi vida y no he perdido de entrenar por estudiar, puede ser porque a lo mejor era buen alumno, pero es verdad que ese tiempo de desconexión haciendo el deporte, que estás con tus compañeros pensando en otras cosas, redunda en un mejor aprovechamiento del estudio después. No podemos estar haciendo la misma tarea todo el rato seguido porque nos agota, eso es un hecho. Igual que tampoco podemos estar haciendo deporte consecutivamente todos los días porque también nos agotamos, necesitamos un periodo de descanso”, reflexiona el director técnico del centro.


Es cuestión de organización, otro aprendizaje que les va a servir a los niños en su educación integral para el futuro: “Tienen que ir aprendiendo cómo dedicar el tiempo necesario para que les dé tiempo a todo, porque si no, están penalizando alguna de las cosas, aunque solemos tender a castigar el tiempo de estudio y eso tampoco es bueno. Es un poco lo que después en la vida adulta van a tener que hacer”.

 

Puertas abiertas


Esto hace que el colegio prácticamente no cierre sus puertas con actividad constante. “Es una idea que siempre hubo desde la dirección, que si el colegio está vacío, las puertas estuviesen abiertas y aquellos niños que quieran venir a aprovechar las instalaciones y hacer deporte, que lo puedan hacer, siempre de forma ordenada y si las pistas están libres”, confirma Jorge López.


“Lo normal es que en un colegio, el tiempo que no hay clase, sea un edificio sin vida. Aquí no”, dice Martín López. “Hay niños continuamente. Eso es una satisfacción, y además yo creo que es bueno incluso hasta para el barrio, que le da un dinamismo de gente joven por las calles”. 

 

El arreglo de la piscina y de las cubiertas de las pistas, en los próximos meses

 

En los próximos meses el colegio Liceo la Paz afrontará varias mejoras en sus instalaciones, aunque hay una que es fundamental, que es volver a poner en funcionamiento la piscina, parada desde principio de este curso por una avería en la maquinaria que se encarga de climatizar el vaso y que es difícil de reparar. “La duración estimada es de seis meses, esperamos que esté preparada para el inicio del próximo curso y que ya pueda funcionar al cien por cien”, confirma Jorge López, director de las extraescolares del Liceo.


“La obra es complicada, sobre todo la maquinaria que tiene que venir para hacer toda la reforma. Viene de Alemania y es lo que más está tardando”, explica pormenorizadamente. “Una vez que llegue, tardará unos dos meses en terminarse todo”, afirma y comunica que este curso los alumnos que participan en la actividad de natación están acudiendo a las instalaciones de la Casa del Agua, subcontratada por el colegio para no damnificar a los usuarios.
Otra reforma pendiente, aunque todavía no está confirmada al cien por cien, es el arreglo de las cubiertas de las dos pistas exteriores, tanto la de hockey sobre patines, con goteras para los partidos durante el invierno, como la de fútbol, en la que no hay competición. “No me atrevo a confirmarlo todavía, pero la previsión está ahí y contamos con poder hacerlo en el mes de agosto o durante el verano”, reconoce. 

Vegalsa 1
Abanca

El Liceo la Paz, un colegio que nunca duerme

Te puede interesar