Leyma Coruña: de(l) Madrid al infierno
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Leyma Coruña: de(l) Madrid al infierno

Leyma Coruña: de(l) Madrid al infierno
Beqa Burjanadze, en un lance del Granada-Leyma, en el que los de Diego Epifanio dejaron escapar en los dos últimos minutos un triunfo que tenían en la mano | ACB Photo/ Fermín Rodríguez

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La afición coruñesa se las prometió muy felices –pese a ser consciente en todo momento de la dificultad que entraña ser debutante en la ACB– con el milagroso triunfo in extremis en el primer partido, en el Coliseum frente al defensor del título, el Real Madrid. Mas aquel inicio de cuento de hadas está a un suspiro de desembocar en un final de película de terror.


La derrota este miércoles en Zaragoza (84-76), en un partido ganable, porque el rival estaba sumido en una importante crisis y porque luego se demostró claramente en el parqué, deja a la plantilla entrenada por Diego Epifanio a las puertas de regresar por donde vino.


La comparecencia en el pabellón Príncipe Felipe de la capital aragonesa era la (pe)núltima posibilidad de anotarse un éxito a domicilio con el que mantener algo de oxígeno en la botella que los naranjas llevan a la espalda desde hace dos meses, cuando empezaron a despegarse más de lo recomendable de la zona de salvación.


La mejoría ha llegado tarde y, además, ha sido muy poco productiva. La victoria –obligada– contra el Granada está rodeada de tiros al palo, dos de ellos en pistas de la máxima dificultad, las del Unicaja y el La Laguna Tenerife. Tanto en el Martín Carpena como en el Santiago Martín –y lo mismo en el Príncipe Felipe–, los de Epi se diluyeron en tramos finales anémicos de puntería.


Una constante en esta agridulce temporada. La lista de los “casi” es muy larga. A estos tres partidos reñidos hasta prácticamente el bocinazo final final hay que sumarles las visitas al Granada (donde el Leyma perdió más que ganar el conjunto nazarí), al Breogán y al Joventut (KO en la prórroga después de que Thomas Heurtel fallase el tiro para evitarla), más los partidos en el Coliseum frente al Valencia Basket –el más completo del equipo, aquel día con solo ocho jugadores, del curso– y el vecino lucense.

 

Ocho tiros a palo 

Ocho partidos en los que la moneda cayó del lado malo. Solamente un par de victorias en alguna de esas oportunidades perdidas y la situación actual variaría bastante. El único duelo apretado que salió cara, además del inaugural, fue la visita al Barris Nord de Lleida, su pista foránea talismán. 


El equipo granate y su vecino el Bàsquet Girona son los únicos salvadidas que le quedan al Básquet Coruña. Los de Gerard Encuentra tienen un partido pendiente, ante el Gran Canaria, que jugarán el próximo día 15, fecha en la que los naranjas podrían estar ya descendidos.


Cinco compromisos por delante para el campeón de la LEB Oro 2023-24 y una cuenta simple: ganarlos todos y que el Girona y/o el Lleida saquen adelante como mucho uno. Uno de ellos lo tiene asegurado, ya que se verán las caras en Fontajau en la jornada final. 


El averaje particular ganado a los dos equipos catalanes es el débil hilillo que une al Leyma con la Asociación de Clubes de Baloncesto. De la que podría despedirse, matemáticamente, en Bilbao, el 11 del presente mes. Un año y un día después del histórico ascenso.


Aplazarlo implica vencer al Barça el jueves 8 y que el Girona no supere al Tenerife y Lleida al UCAM este fin de semana. A favor de los naranjas –potencial de los próximos rivales de sus rivales al margen– podría jugar que, si los azulgranas vencen este viernes al Mónaco en el cuarto envite de cuartos de final de la Euroliga, jugarían el quinto, en el principado, tan solo 48 horas antes de comparecer en el Coliseum. 


Cábalas con escaso fundamento lógico, por mucho que el libro de Eclesiastés lleve siglos intentando convencernos de que mientras hay vida, hay esperanza, que más vale perro vivo que león muerto. Solo que la Biblia es muy anterior al nacimiento del deporte.   


Y hablando de leones, no deja de ser irónico que fuese precisamente el ahora colista y prácticamente desahuciado el primer verdugo del ahora líder en solitario, un Real Madrid que acumula 17 victorias ligueras consecutivas. 


Y es que las cosas no son como empiezan, sino como terminan. La sabiduría popular gana a las Sagradas Escrituras. 

Leyma Coruña: de(l) Madrid al infierno

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