Cuatro días después de la conclusión de la Primera FEB 2024-25, con el ascenso del Real Betis en la Final Four de Madrid, siete de los 18 equipos que competirán en la 2025-26 todavía carecen de entrenador. Entre ellos el Básquet Coruña, aunque todo apunta a que tiene atado y bien atado a Carles Marco. El hombre del que estaría a punto de tomar el testigo, Diego Epifanio, estampó este miércoles su firma con el Obradoiro.
Marco sigue inmerso en la competición, ya que el París Basketball, donde ejerce como asistente, iniciará este domingo la final (al mejor de cinco partidos) de la liga francesa, para la que el Mónaco se clasificó este martes.
Entre los que tiene el puesto asegurado está Sergio García, predecesor de Epi en el Básquet Coruña. El donostiarra toma las riendas del equipo de su ciudad, el Gipuzkoa, tras ejercer esta campaña como asistente en el Bilbao Basket.
Conservan el trabajo siete entrenadores. El porriñés Javi Rodríguez cumplirá su quinta temporada al frente del Oviedo, adonde regresó en 2023, tras una frustrante e incompleta experiencia en el Estudiantes. Lolo Encinas, que llegó a Torrelavega el pasado diciembre, sigue al frente de Estela Cantabria, con el que tiene contrato hasta 2026, al igual que el ferrolano Moncho López (Ourense), Rubén Perelló (Lucentum Alicante) y los técnicos de los tres ascendidos.
Mikel Garitaonandia se ha ganado la ampliación tras devolver al Decano de la segunda categoría, el Melilla, a una competición de la que, desde su creación en 1996, solo faltó el presente curso. En el caso de Pablo Cano, su vinculación con el Palma se renovaba automáticamente en el caso de saltar a Primera FEB. Marco Justo, el hombre que llevó por primera vez al Palmer mallorquín a la segunda instancia nacional, ha renovado por un curso, dos menos que la ampliación de Javier Zamora con el Menorca.
Llamaba a la atención la no continuidad de Jordi Juste en el Cartagena, al que ascendió a Primera FEB y en la campaña de debut en la misma metió al equipo en la Final Four de la novedosa Copa de España y en los playoffs. Sin embargo, ha encontrado acomodo, ayer mismo, en el Tizona burgalés, que prescindió de Salva Camps pese a que le restaba un año de contrato.
Saulo Hernández, el técnico que guio al Zamora desde la EBA a Primera FEB, todavía no ha renovado, aunque su gran trabajo y las 14 temporadas seguidas que lleva al frente hacen pensar en continuidad. Una menos suma Pablo Pin en el Granada, con un currículum todavía mejor: de Primera Nacional a la ACB. El acompañante del Básquet Coruña en el regreso a la FEB está a la espera de que la mayor leyenda de la corta historia del club decida su futuro inmediato.
Bastantes dudas hay, en principio, sobre el de los entrenadores de los otros tres contendientes en la reciente Final Four de los playoffs. Natxo Lezkano se hizo con las riendas del Estudiantes en marzo, dos meses después de ser despedido del Andorra. Reemplazó a Pedro Rivero, cesado tras una racha de... siete victorias seguidas. El caché de ambos puede salir tocado de este curso, especialmente el del segundo, ya que su salida se debió, según muchas fuentes, a un motín de la plantilla.
Toni Ten termina contrato con un Fuenlabrada acuciado por los problemas financieros. Si el objetivo era, y lo era, el ascenso, su continuidad está algo más que en entredicho. También acaba vinculación Luis Guil, preparador del Palencia, el invitado sorpresa de la Final Four. Ni él ni el club se han pronunciado.
Además de los citados, y de posibles cambios de destino dentro de la misma competición, en el baile del mercado veraniego podrían entrar técnicos que se han quedado sin banquillo durante el ejercicio 2024-25 en la ACB. O posibles no renovados. Nombres como los de Porfirio Fisac (destituido en el Zaragoza) o Fotis Katsikaris (cedió a Moncho Fernández su cargo en el Bàsquet Girona). Además de preparadores con pasado en la segunda categoría nacional que están sin trabajo, como el ferrolano Antonio Pérez Caínzos, a quien la rumorología llegó a situar en la órbita del Básquet Coruña, o el propio Félix Alonso.