Jos, Juan Carlos y Pakito, tres patas para el banco del CRAT femenino
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Jos, Juan Carlos y Pakito, tres patas para el banco del CRAT femenino

Jos, Juan Carlos y Pakito, tres patas para el banco del CRAT femenino
Juan Carlos Fernández, Pakito Usero y Jos Portos (de izquierda a derecha) visitaron la redacción de este diario | Patricia G. Fraga

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Un miembro del equipo fundador, un clásico de los banquillos y un recién llegado con pasado en el eterno rival dirigen la plantilla del CRAT Residencia Rialta, tres hombres al frente de un equipo femenino en construcción, pero que no renuncia a jugar los ‘playoffs’ por el título de la Liga Iberdrola.

 

Juan Carlos Fernández, Jos Portos y Pakito Usero visitaron la redacción de este diario durante el parón más largo de la temporada para evaluar las diez primeras jornadas y el futuro de su equipo en la competición durante más de una hora de charla distendida.

 

El factor mental


Los números del CRAT hablan claro: tres victorias (todas en el Universitario de Elviña), un empate y seis derrotas (cinco de ellas en la carretera). “Muy bien fuera en casa y mejorable fuera”, resume Pakito.
“Con lo cual hace una medida irregular”, responde Jos, que reconoce estar “un poquito lejos del objetivo” que se marcaron antes de empezar la campaña: acabar entre los cuatro mejores para jugar los ‘playoffs’.

 

¿Qué explicación tiene el bajón como visitante? “Creo que es más bien psicológico y afecta a la gestión del partido”, apunta Juan Carlos. “En momentos puntuales  no hemos sido capaces de transmitir esa serenidad necesaria a las jugadoras”, lamenta Jos, que también echa en falta “un ápice de suerte en el último pase para ensayar”.

 

Las chicas pasan de momentos brillantes a otros muy negros, sin pasar por el gris intermedio


“Tenemos desconexiones en todos los partidos: las chicas pasan de momentos brillantes a otros muy negros,  sin pasar por el gris intermedio. Nos falta una jugadora que se eche el equipo a la espalda. Unas son muy niñas y las veteranas no dan ese paso hacia delante”, argumenta Pakito.

 

“A principios de temporada cometíamos demasiados golpes de castigo.  Y eso nos lastraba. Y en estos últimos  partidos perdemos muchos balones cuando tenemos posibilidades de ensayar”, continúa Juan Carlos.

 

Fallos de manos y comunicación


Los fallos de manos son habituales en el rugby profesional, pero más en el amateur. “Nos queda la duda de si lo hemos trabajado en los entrenos, pero es difícil preparar situaciones de final de partido... Quieren resolverlas en 10 segundos, les puede el ansia”, comenta Jos, que incide en la precipitación de sus jugadoras: “Y cuando tenemos situaciones de tirar a palos. nos hemos desgañitado desde la banda y salen jugando a la mano”, comenta Jos. 

 

¿Cómo es la comunicación entre el banquillo y el campo? “Nos mandan estar unos 20 metros detrás de la línea, pero siempre vamos comiendo un poco de terreno y pegando voces”, indica Portos, que consensúa todas las decisiones con Pakito en la banda, auxiliados también por el punto de vista de Juan Carlos desde la grada: “Yo me encargo de la delantera y Jos de la tres cuartos, pero él me asesora a mí y yo a él, no ha habido discrepancias”, comenta Usero. “Lo curioso es cuando están en el campo no se dan cuenta”, aclara Juan Carlos.

 

En todos los equipos hay una tía que es un avión y nosotras no tenemos esa punta de velocidad


Jos extraña en la plantilla del CRAT la figura de "un cerebro para el equipo, una '10' que lo vea claro y nos haga jugar" y la de otra jugadora con la potencia suficiente para romper líneas: “En todos los equipos hay una tía que es un avión, o dos o tres, y nosotras no tenemos esa  punta de velocidad. ¿Quién nos la ofrece?  Mariana, que viene de una lesión de cruzado y todavía le falta esa sexta marcha”, reconoce Jos


Mariana, que empezó la temporada lesionada, y la internacional irlandesa Anna Caplice son los dos refuerzos del CRAT en el mercado de invierno: “Anna es un pedazo  de fichaje. Miras su currículum y te das cuenta. Antes de venir quería hablar con los entrenadores y las capitanas. Nos dijo que no viene solo a jugar, quiere entrenar y aportar al equipo”, celebra Jos. “Es muy proactiva y en la delantera ya tiene ese rol de líder que echábamos de menos”, añade Pakito.

 

Objetivo: Cisneros


A falta de cuatro jornadas para el final, el CRAT está cuatro puntos por debajo del Sant Cugat, equipo que marca la zona de acceso a los ‘playoffs’ por el título: “El primer objetivo es ganar a Cisneros (próximo partido, el 4 de marzo)”, comenta Jos, que rechaza hacer cábalas por ahora. “Es el subcampeón del año pasado”, avisa Juan Carlos. “Y es el único rival que nos ha pintado la cara”, advierte Pakito.


El último en llegar ha aportado “otro punto de vista, motivación y energía para el equipo”, celebra Jos. El ferrolano admite que “no me esperaba” la llamada, pero solo puede decir “cosas buenas” de su primera temporada en el cuerpo técnico del CRAT. “De vez en cuando paga las cervezas”, ríe Juan Carlos.

 

Pakito aporta otro punto de vista, motivación y energía y, de vez en cuando, paga las cervezas


Los tres coinciden en que un parón tan largo en la competición no ayuda: “Para hacer una liga competitiva debería haber por lo menos diez equipos y más partidos”, admite Pakito, que reconoce el compromiso de las jugadoras: “Tenemos un grupo de niñas que da gusto verlas entrenar. Se comportan como auténticas profesionales”.


La profesionalidad de las jugadoras no se corresponde con sus condiciones. "Aquí hay chicas que están remuneradas, seguramente no lo que merecen, pero incluso por encima de lo que se puede permitir el club", defiende Pakito. La realidad del rugby femenino en España está muy lejos del profesionalismo: "A día de hoy me parece algo inviable”, asume Jos.

Jos, Juan Carlos y Pakito, tres patas para el banco del CRAT femenino

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