La ilusión y las ganas: dos de las mejores armas del Maristas en Utebo
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La ilusión y las ganas: dos de las mejores armas del Maristas en Utebo

La ilusión y las ganas: dos de las mejores armas del Maristas en Utebo
Eugenia Filgueira (i), Andrea Pérez (c) y Marina Feijoo (d) acudieron a la redacción de este periódico | Javier Alborés

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Andrea Pérez ‘Porri’, Marina Feijoo y Eugenia Filgueira acudieron a la redacción de dxtcampeón para hablar sobre la histórica participación del Maristas Coruña en la fase de ascenso a la Liga Challenge que empezará mañana en Utebo (Zaragoza).


En ella, el conjunto herculino se medirá a Castellón, Miralvalle e Iraurgi para cumplir un sueño que parecía irreal a principio de la temporada cuando se marcaban como objetivo lograr la salvación.


Sin embargo, el buen hacer del plantel entrenado por Fernando Buendía provocó que, poco a poco, se fuesen acercando a esa cota impensable y que se acabaría concretando en casa el 30 de marzo. Ese día cambió algo en Maristas.


“A partir del partido contra el Cortegada, en el que nos jugábamos estar en la fase, notamos que la gente se empezó a volcar mucho con nosotras”, indica Eugenia Filgueira, a lo que añade Andrea Pérez que “ese día no sólo vinieron aficionados del baloncesto, sino de todos los deportes a apoyarnos y eso nos ayudó a ganar”.


Marina Feijoo, por su parte, señala que “había pasado algo parecido cuando nos jugábamos el descenso hace un año, pero esta vez se sintió distinto y a partir de ahí empezaron a venir a más partidos”.


Y es que el Maristas, que ganó ese partido, se sumó al éxito que está cosechando el deporte coruñés en esta temporada tan extraordinaria, con tantos equipos luchando por conseguir ascensos o títulos en sus respectivas competiciones.


Con todo, Marina no se quiere comparar con los otros conjuntos de la ciudad herculina ya que para ella es un premio poder disfrutar de esa fase de ascenso.

 

Maristas celebracion monica arcay
Momento en el que el Maristas celebró su clasificación para la fase de ascenso | Mónica Arcay


“No creo que nos podamos comparar con el Depor Abanca, el Leyma o el Zalaeta, porque no entraba en nuestros planes jugar la fase. Para nosotras es un premio así que eso no nos genera presión, sino ilusión y ganas por jugarla”, asevera la base del equipo colegial.


Esa ilusión provocó que numerosos aficionados herculinos viajen con ellas en autobús hasta Utebo.
“Va a venir bastante gente a apoyarnos. Algunos pagaron un billete para ir con nosotras en el bus y otros van en su coche, pero estaremos bien arropadas”, celebra Porri.


“No nos vamos a sentir solas porque entre algunos niños de la cantera más la familia de todas las jugadoras, podemos ser bastantes personas y eso nos va a dar energía extra en los partidos”, agrega Eugenia.


Aunque a todas les haga ilusión jugar la fase, para Marina va a ser muy especial ya que no tenía claro seguir esta temporada en el equipo herculino debido a su trabajo.


“Yo vivo y trabajo en Vigo y es complicado compaginar las dos cosas, pero tenía claro que quería seguir aquí porque estoy muy a gusto. Al final, la decisión no pudo ser mejor”, expresa la coruñesa. Al final, el destino la premió con una temporada fantástica y que todavía puede ser mejor si logran ascender.

 

El trabajo

Toda la plantilla del Maristas, para poder disputar la fase de ascenso en Utebo, tuvo que pedir vacaciones en sus trabajos o hablar con los profesores para cambiar las clases y exámenes.


“En mi caso, tuve que pedir vacaciones para poder ir a la fase de ascenso, sino me quedaba en tierra”, afirma entre risas Marina Feijoo.


“Yo también tuve que pedirlas, pero por suerte en mi trabajo siempre me ponen muchas facilidades para poder jugar siempre y cuando deje todo organizado”, asevera Eugenia Filgueira.


La que lo tuvo un poco más sencillo fue Andrea Pérez, ya que es profesora en el colegio Maristas, por lo que “lo tuve muy fácil para pedir los días, ya que voy a defender la camiseta del cole”, indica y añade que “esto sólo lo hago en ocasiones especiales, ya que intento faltar lo mínimo posible y cumplir con mis obligaciones”, dice.


Estos sacrificios hablan muy bien de la ilusión y las ganas que tienen por jugar una fase de ascenso, no sólo por la experiencia, sino porque puede permitir que el club siga creciendo y llegue a metas más ambiciosas.

 

La experiencia previa

Si bien es cierto que el Maristas nunca se había visto en una situación similar de jugar una fase de ascenso, Eugenia, Andrea y Marina si que lo habían hecho, aunque con pequeños matices.


“Nosotras tres ya hemos jugado varias fases, pero es diferente porque en aquella época no había tanto nivel. También  era para subir a la Liga 2, pero no era lo mismo subir desde la Liga Nacional que hacerlo desde la Liga Femenina 2. Ahora hay mucho más talento”, argumenta Porri.


Además de esa mayor calidad en los equipos, Eugenia aporta otro factor: la profesionalización del deporte.


“En las cinco o seis fases que jugamos no estaba tan profesionalizado ni tenía tanta repercusión a nivel mediático como ahora, así que eso cambia mucho la cosa”, apunta.


Con todo, esa experiencia, aunque no sea exactamente igual, les va a ayudar a afrontar la exigencia y a controlar esos nervios que supone disputar una fase de ascenso.

 

Es bueno que haya algo de nervios antes de la fase de ascenso (Marina Feijoo)


“Aunque siempre hay nervios a la hora de afrontar una fase de ascenso, nosotras, que somos las veteranas, podemos llevarlos mejor gracias a nuestra experiencia. Además, también la podemos usar para ayudar a que las más jóvenes no estén tan abrumadas y pueden desplegar su mejor juego”, arguye Andrea Pérez.
 

Marina Feijoo, por su parte, afirma que “es bueno que haya nervios antes de jugarla, pero lo que tenemos que ayudar es a que no sientan esa presión por tener que ganar”.


A pesar de que pueden llevar mejor esas situaciones de estrés, las tres reconocen que no siempre es fácil gestionar las emociones, pero que entre todas “podemos sacar adelante esas situaciones porque somos un equipo muy unido, en el que nos ayudamos en lo que sea”, afirman.

 

Desgranando la fase

Centrándonos en la competición, el Maristas disputará sus tres partidos –contra Castellón, Miralvalle e Iraurgi– por la mañana, algo a lo que no está acostumbrado, pero que a sus jugadoras les gusta.


“Me gustan los horarios que nos tocaron porque así te levantas, juegas y descansas. Lo único malo que tiene es que no estamos acostumbradas, pero lo prefiero a estar todo el día dándole vueltas a la cabeza pensando en el partido que nos toca jugar”, dice Porri.


Eugenia y Marina también están de acuerdo con su compañera y añaden que “así tenemos más tiempo para descansar si llegamos a jugar el domingo las semifinales”.


Y es que el descanso es muy importante en este tipo de competiciones ya que quien mejor se cuide en esos cuatros días, podrá rendir al más alto nivel durante más tiempo y así conseguir ascender a la Liga Challenge. Para ello, tendrán que pasar de grupos y ganar en  semifinales. 

 

Si los equipos llegan a la fase es porque son buenos (Eugenia Filgueira)


De igual manera, la parte mental también es un factor a tener en cuenta, ya que no todas las jugadoras lo pueden afrontar igual.


En este sentido, las tres integrantes del conjunto colegial creen que ir sin presión –que no sin intensidad y ganas de competir– les puede beneficiar ya que sus rivales tendrán mucha más tensión y puede ser que cometan más fallos.


“Hay equipos de la fase que tienen mucha presión por ascender, llevan toda la temporada luchando por ese objetivo, y eso les puede pesar en los momentos decisivos”, razona Eugenia Filgueira.


Respecto a los equipos de su grupo, aunque las tres coinciden en que son buenos, no señalan a ningún favorito.


“Al final, si llegan a la fase, es porque todos son muy buenos. Al final, da igual contra quien te enfrentes, ya que si no es en grupos, te puede tocar en las eliminatorias”, aseveran.


Asimismo, no ven más allá del partido de mañana –Castellón (11.00 horas)–. Quieren estar concentradas para su debut en esta fase de ascenso.

 

Si no tuviésemos el sueño de ascender, no íbamos a Utebo (Andrea Pérez)


“Es un tópico de deportista, pero vamos partido a partido. Sólo estamos centradas en el Castellón. Luego ya vendrán los otros dos, para los que también estamos preparadas, pero el importante es el primero”, asegura Andrea.


Eso sí, se permite soñar con subir de categoría y celebrarlo en María Pita. “Si no tuviésemos el sueño de ascender, no iríamos a Utebo. Vamos a competir y a soñar con subir. Yo ya me veo en María Pita celebrando el ascenso”, indica.


Marina y Eugenia, aunque mantienen la calma diciendo que "no pasa nada si no se da”, deslizan un “¿Y si lo conseguimos?".


Sea como sea, nada ni nadie va a quitarle la ilusión y los sueños a un equipo tan grande y humilde como Maristas. 

La ilusión y las ganas: dos de las mejores armas del Maristas en Utebo

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