El deporte coruñés ha pasado una pandemia en la que demostró su piel de camaleón para adaptarse a todas las circunstancias y normativas. Un apagón de apenas unas horas no iba a ser peor y mucho menos, dejarle sin plan B. Los equipos de la ciudad se enchufaron ayer a su actividad sin excesivas consecuencias negativas. El peor parado fue el Básquet Coruña, que hoy juega un partido aplazado en Zaragoza, a donde que tuvo que desplazarse en autobús, unas once horas de viaje, ya que su vuelo de primera hora de la mañana fue cancelado. Para el resto, la “suerte” fue que todo sucedió un lunes, justo tras las competiciones, y que muchos habían programado jornada de descanso o, en el caso de los profesionales, entrenaron antes de que a las 12.30 horas la luz se fundiese a negro. 

Otros, en cambio, le pusieron al mal tiempo buena cara aprovechando para hacer un tipo de entrenamiento más lúdico. Y tampoco se paralizó por completo la actividad en la ciudad y su área metropolitana. La Ciudad Deportiva Arsenio Iglesias sirvió por la tarde de refugio de normalidad para cientos de niños que aprovecharon hasta el último rayo de luz. Y la Xunta, que en principio había suspendido el deporte federativo, levantó a primera hora de la mañana las restricciones. Total normalidad. Porque cada día sale el sol.

Dépor

El Deportivo fue uno de esos equipos que no se vio afectado. El lunes tenía un entrenamiento en Abegondo que se desarrolló con total normalidad. El equipo descansó ayer y hoy retomará el trabajo para preparar el partido contra el Albacete del próximo domingo a las 21.00 en Riazor. El Dépor Abanca también descansaba.

Leyma

Peor se le pusieron las cosas al Básquet Coruña, que juega hoy en Zaragoza (20.00 horas). El equipo tuvo que cambiar sus planes porque aunque de Alvedro despegaron y aterrizaron aviones tanto en la jornada del lunes como en la de ayer, su vuelo entre A Coruña y Madrid, que tenía prevista su salida a las 09.20 de la mañana, fue cancelado. La solución fue viajar en autobús hasta la capital aragonesa. Once horas de desplazamiento por carretera con llegada prevista a media tarde (sobre las 19.30 horas) y tiempo de mantener los planes iniciales de hacer una prueba de pista en el pabellón Príncipe Felipe. Unos tiros a canasta, activación y sobre todo estiramientos musculares después de que los jugadores se pasasen casi medio día sentados y metidos en un autobús, más si se tiene en cuenta su altura y que en un vehículo convencional, no suelen viajar con demasiada comodidad.

Liceo

El Liceo, por su parte, había llegado a A Coruña desde Reus el domingo a última hora de la noche y el lunes lo había previsto el técnico Juan Copa como jornada de descanso. Para ellos el apagón ya había sido el día anterior, aunque metafórico y deportivo, con una dura derrota en la pista de uno de sus principales rivales, que les endosó un 8-2. El equipo ya entrenó ayer por la mañana en el Palacio de los Deportes. Una sesión de gimnasio y otra de pista para preparar la cita del domingo a las 12.00 horas contra el Voltregá de la última jornada de la liga regular. Hoy repetirá, con otro día de descanso programado para el jueves y dos últimas sesiones en viernes y sábado.

Más hockey

En el mundo del hockey, de las mas afectadas fueron las jugadoras del HC Coruña, sobre todo porque sus entrenamientos son a última hora de la tarde, casi tirando a la noche, cuando es imprescindible la utilización de la iluminación del Palacio de los Deportes de Riazor. Aunque los trabajadores municipales mantuvieron abiertas sus puertas, con distintos puntos de luz, la pista y los vestuarios se encontraban a oscuras, por lo que era imposible llevar a cabo la sesión en una semana en la que preparan el exigente partido contra el campeón de Europa, un Palau contra el que este sábado retomarán la competición después de un mes de parón. 

En el CDM, por su parte, tenían día libre por la saturación de partidos (OK Plata, OK Bronce y sectores) mientras que en el Dominicos realizaron un entrenamiento corto y sin todos los jugadores, ya que los problemas con las comunicaciones impidieron que la información de que se continuaba con los planes iniciales del técnico llegaran a todos los miembros de la plantilla.

Maristas

El Maristas se encontró en esta misma situación ya que Fernando Buendía mantuvo el entrenamiento, con el equipo muy centrado en preparar la fase de ascenso a la Liga Challenge después de una fase regular histórica. Pero al llegar al pabellón colegial se encontraron que no estaban todas y que las condiciones tampoco eran las mejores, ya que la pista apenas contaba con luz. Así que los que estaban decidieron irse todos juntos a tomar algo y hacer otro tipo de entrenamiento, de cohesión de grupo, esperando poder recuperar la sesión en los próximos días. 

OAR

También se juega mucho el OAR en las próximas semanas, con el ascenso a División de Plata en el horizonte, aunque aún le queda un partido de Liga. El apagón le privó de una sesión de pista, porque no había iluminación suficiente, pero la vuelta de la luz mantuvo los planes para la jornada del martes: gimnasio por la mañana en el Frontón de Riazor y entrenamiento en San Francisco Javier por la tarde.