El Autos Cancela Zalaeta cerró una temporada más en la parte media-alta de la Superliga 2. Quinto clasificado del grupo A, repitió la posición de la pasada campaña, pero y cinco puntos más (40). Toca hacer balance y tomarse un descanso antes de empezar a planificar el próximo curso. El técnico Jorge Barrero, cabeza visible del proyecto desde su llegada en 2006, atendió la llamada de este diario para hablar del pasado más reciente y el incierto futuro del club en la segunda categoría nacional.
“Pensábamos acabar un poco más arriba, quizá en la lucha por la fase de ascenso, porque el equipo se reforzó y, jugadora por jugadora, teníamos un bloque más fuerte”, reconoce el entrenador, que admite la superioridad de los dos equipos clasificados para la fase de ascenso.
“El nivel general de la liga subió mucho con respecto a la temporada pasada y, analizándolo ahora, el equipo no era tan fuerte para llegar a los dos primeros puestos, pero sí para estar entre la tercera o la cuarta plaza. Cuesta Piedra y Extremadura Arroyo fueron los mejores y más consistentes, con diferencia”, analiza.
Un inicio mejorable
El Zalaeta empezó el año con tres victorias y llegó al parón navideño con 25 puntos, a solo dos del segundo clasificado, pero Barrero cree que el inicio fue mejorable: “En la primera parte de la temporada tardé en encontrar el esquema adecuado para acoplar a las jugadoras nuevas”, admite.
Después de la Copa Princesa que disputó como anfitrión –“el equipo compitió en todos los partidos, aunque nos faltó un punto para ganar”, recuerda el técnico–, el Zalaeta perdió el tren de la la fase de ascenso con cuatro derrotas en siete partidos.
“Nos quedamos sin objetivo cuando el equipo estaba en mejores condiciones y, cuando te ves sin opciones de ir para arriba y no te preocupa lo de abajo, es más complicado rendir”, lamenta el técnico.
Descanso y cantera
El Zalaeta se tomará ahora dos semanas sin entrenamiento con el balón, aunque algunas jugadoras seguirán trabajando con el preparador físico. “Pasada la Semana Santa siempre empleamos un mes y medio o dos para entrenar otros aspectos tácticos y de técnica individual que durante la competición no tocamos”, indica Barrero, que todavía no ha aclarado su futuro con el club, aunque seguirá un año más, de una manera u otra.
Jorge compagina el banquillo de la primera plantilla con la cordinación de las categorías base. “Hay mucho trabajo de organización porque en el último año y medio triplicamos el volumen de niñas en el club (unas 165 en 15 equipos) y podríamos haber superado las 200, pero no tenemos donde meterlas por la capacidad del pabellón del insistuto”, lamenta el entrenador.
Noticias Relacionadas
