Anna Caplice: “El rugby es un juego simple: hay que placar bajo y buscar huecos”
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Anna Caplice: “El rugby es un juego simple: hay que placar bajo y buscar huecos”

Anna Caplice: “El rugby es un juego simple: hay que placar bajo y buscar huecos”
La internacional irlandesa visitó la redacción de este diario en las instalaciones del Palacio de la Ópera | Javier Alborés

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¿Qué hace una internacional irlandesa y campeona de la Premiership inglesa en A Coruña? “Quería practicar español, pero también me interesa mucho el mundo del rugby femenino y ver cómo hacen las cosas en países diferentes”, responde Anna Elizabeth Caplice (13 de septiembre de 1989, Cork), la última incorporación del CRAT Residencia Rialta, que desde su llegada en enero relanzó al equipo coruñés con tres victorias en cinco partidos.

 

La tercera línea se lesionó precisamente en el último encuentro, una derrota en Majadahonda (45-14) que compromete las opciones para jugar los ‘playoffs’ por el título de la Liga Iberdrola. El CRAT debe ganar con bonus ofensivo en la última jornada contra el Eibar (16 de abril) y esperar una derrota del Sant Cugat: “Tenemos que prepararnos bien, pensar solo en nosotras e intentar ganar con bonus. Lo demás está fuera de nuestro control”, asume Anna.

 

Un fichaje a 19.000 kilómetros
 

El fichaje de la irlandesa se cocinó a 19.000 kilómetros de A Coruña. “Cuando fui a Nueva Zelanda para ver el Mundial hablé con mi agente para que me buscase un equipo en España. La primera llamada con Jos, Pakito y Juan Carlos (los entrenadores) estaba en una tienda de campaña y llovía tanto que no podía escuchar bien. Era mi primera vez hablando español en mucho tiempo, pero entendí que necesitaban una tercera línea y que en A Coruña llovía mucho, como en Irlanda (risas)”, recuerda.

 

A sus 33 años, con 14 caps en el XV del Trébol y después de jugar en el Munster irlandés, el Eastern Suburbs australiano y en la Premiership inglesa con Richmond, Harlequins y Gloucester, Caplice se sorprende por el nivel del rugby español. “En general entienden el juego de manera diferente, pero me gusta porque el rugby es fácil y simple: hay que placar bajo y bien y buscar huecos. En Irlanda e Inglaterra lo hacemos demasiado complicado”, arguye. 

 

Eso sí, en A Coruña no puede ver tanto rugby por televisión como en su país: “En Irlanda o en Inglaterra es un deporte que tiene una presencia muy grande en la vida. Podía ver seis partidos cada fin de semana. Aquí no es tan popular y es casi imposible encontrar un sitio para ver rugby por televisión”, lamenta.

 

¿El último partido con el CRAT?

 

Anna se encuentra muy a gusto en A Coruña y en el CRAT, pero no sabe qué será de su futuro: “Me acogieron igual que en cualquier otro vestuario en el mundo del rugby. Es como una familia. Hay mucha alegría, música y baile... Ahora mismo me gustaría quedarme unos meses y disfrutar del verano, pero necesito trabajar: dar clases (es graduada en idiomas), una cafetería o algo así donde pueda hablar con la gente”, se sincera.

 

Caplice es una trotamundos, vivió en Inglaterra, Canadá, Austria, Argentina o Japón y habla seis idiomas (inglés, gaélico irlandés, alemán, español, francés y japonés), pero nunca había visto tanta gente bebiendo cerveza al mediodía: “El primer día en A Coruña bajé al centro y noté que había mucha gente bebiendo cerveza en la calle a las doce... En Irlanda empezamos más tarde porque no sabemos parar”, ríe.

 

La irlandesa desvela que su próximo viaje podría ser un tramo del Eurovelo 8, una ruta en bicicleta de Barcelona a Elche (para asistir a una boda), un vuelo a Sidney o, por qué no, el Camino de Santiago. “En Irlanda es muy popular, como el Deportivo”, se sorprende.
 

La triste realidad irlandesa


La tercera línea del CRAT es embajadora de la campaña Rugby Players Ireland llamada ‘Take your feelings’ (placa tus sentimientos) y colabora en diversos proyectos audiovisuales de rugby femenino, su pasión y modo de vida.

 

“Las jugadoras de Irlanda no ganan tanto dinero como para dejar sus trabajos. Así es muy difícil llegar a ser profesionales y comprometerse. La diferencia con Gales e Inglaterra es ahora muy grande. Cuando ganamos el VI Naciones hace diez años le dieron la espalda a esa generación”, lamenta.

 

Caplice tiene una explicación para el desdén hacia el femenino en un país con gran tradición ‘rugbier’ como Irlanda: “Siempre fue un deporte para chicos con dinero en los colegios privados masculinos. Y en Irlanda todavía hay personas en posiciones de poder con ese pensamiento tan anticuado. El rugby necesita más mujeres y directivas entrenadoras”, reflexiona.

 

El camino hacia la igualdad

 

Anna celebra el crecimiento del Día Internacional de la Mujer y el auge del deporte femenino, pero es consciente de que todavía hay mucho trabajo por delante: “Están cambiando las cosas, es positivo y necesario, pero también depende de dónde lo mires. Por ejemplo, durante el Mundial de Nueva Zelanda escuchabas hablar de rugby femenino por la calle, en los restaurantes, el autobús... Pero en Irlanda o en España no piensan de esa manera”.

 

“Es triste”, insiste la irlandesa del CRAT. “Ahora tenemos una cobertura nunca vista: redes sociales, podcast, televisión. Creo que tenemos una gran oportunidad de hacerlo bien, crecer y llegar a mucha más gente”, confía.

Anna Caplice: “El rugby es un juego simple: hay que placar bajo y buscar huecos”

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