Un Leyma Basquet Coruña negado en el tiro de larga distancia (5 de 29) sudó de lo lindo para lograr en Castellón su quinto triunfo consecutivo (74-83), con el que se acostó colíder y con las opciones de meterse en la Copa Princesa intactas, aunque no depende de sí mismo. 

Inicio perezoso por parte de ambos equipos. Sin ritmo y sin puntería. El local destacó por cargar con éxito el rebote ofensivo, y el visitante por acumular más balones perdidos (3) que canastas (1). Así, en los 4 primeros minutos los escasos aficionados –a pesar de la entrada libre– en las gradas del Ciutat de Castelló solamente vieron 4 puntos de los suyos y dos de los ajenos.

El panorama empezó a cambiar cuando el Leyma protegió mucho mejor su aro. Aris, con 4 tantos seguidos, y un alley-oop de Aleix Font con Barrueta obligaron a Juan Antonio Orenga a pedir el primer tiempo muerto del duelo (5-10). Que no tuvo ningún efecto positivo para su equipo, que de ahí al final del periodo encajó un parcial de 5-8.

Tres libres convertidos por Jakovics cerraron el primer acto y dos de Aleix Font abrieron el segundo y dieron al leyma su primera renta de dos dígitos (10-20). El Castelló pasaba dificultades para encontrar buenos tiros, salvo cuando el balón llegaba a un Bressan muy móvil en la pintura.

La ventaja naranja se disparó en un abrir y cerrar de ojos. Triple de Jakovics, seguido de robo y asistencia a Huskic, que poco después hizo el 14-29. Orenga no tuvo más remedio que volver a parar el partido.
 

Esta vez sí funcionó. Parcial de 6-0, con el primer triple local, de Pedro López, cuando ya habían pasado casi 15 minutos. Y primer tiempo muerto de Diego Epifanio. El técnico burgalés pediría el segundo muy poco después, tras una pérdida en saque de banda.

Correcalles y crisis

A este parón le siguieron minutos de correcalles, con ambos equipos fallando lo infallable. Igual que en el arranque del partido. El marcador se congeló en 22-31, hasta que los locales lo derritieron con un parcial de 10-2. Barrueta mandó el encuentro al descanso con una canasta de margen (32-35), un terrible 2 de 15 del Leyma en triples y Huskic sentando –previa bronca de Epi– con 3 faltas personales.

Diagne cometió la tercera a poco de comenzar el tercer acto, que los naranjas abrieron con 0-6. Un espejismo, puesto que tras un parcial de vuelta de 6-3 el resto del periodo sería un intercambio de canastas, con Manchón –inadvertido en la primera mitad–, Huskic y Jakovics como protagonistas. El base letón mantuvo cierta distancia con un par de oportunos triples. Cerró el tercer cuarto con 4; a esas alturas sus compañeros lucían un bochornoso 0 de 12.

Con 53-59 partió el periodo de la verdad. Y con 8 puntos seguidos de Faner para amarrar al Amics al partido. Nuevo tiempo muerto de Epi, del que los suyos salieron con un 2-5 para recobrar cierta tranquilidad, rota por un triple de Franch (68-70).

Y recuperada con un 0-7 orquestado por Lundqvist y Jakovics, que con un triple desde 8 metros puso el triunfo más cerca, aunque todavía con 4 minutos por jugar. Otro acierto lejano de Franch y un libre de Aboubacar forzaron de nuevo la goma. Y entonces apareció McDonnell.

El californiano, hasta ese momento muy aplicado en el rebote, firmó 6 puntos sin respuesta. Primero, tras una preciosa asistencia de espaldas de Burjanadze; a continuación, una bandeja asistida por Lundqvist tras taponar el sueco a Faner, para finalizar con un tiro lateral de 4 metros al límite de la bocina de posesión (70-81).

Partido liquidado. Porque el Leyma es mucho mejor equipo que un Castelló, dañado por las bajas (Hermanson, Ngom y, a última hora, Rubén Domínguez), que bastante hizo con apretarle las tuercas a uno de los mejores equipos de Oro.

Un Leyma que se acostó colíder, a la espera de los duelos Tizona-Burgos (este sábado) y Estudiantes-Ourense (este domingo). Aunque sólo pudo añadir 9 puntos más a su diferencial, ahora de 150, por 175 del Miraflores y 172 del conjunto madrileño. Aun así, el sueño de jugar por primera vez la Copa Princesa sigue muy vivo.