Lo tenía en sus piernas y lo hizo. Javier Picos culminaba el pasado sábado una temporada de ensueño, una campaña para enmarcar. Lo ganó casi todo, sólo se le escapó la medalla de oro precisamente en la pista que le consagra definitivamente en la élite nacional, cuando en el campeonato de España sub-16 de pista cubierta fue medalla de plata.
No tardaría en poner las cosas en su sitio en el Campeonato de España al aire libre en la pista alicantina de La Nucía, ganando el oro con toda una exhibición. Tanto en semifinales como en la final, usando dos tácticas totalmente opuestas, pero igual de eficaces. Tampoco tuvo problema para imponerse en la prueba de los 600 m.l. con el combinado gallego en Gijón.
Y como colofón, lo dicho, quería el record de España en la distancia en pista cubierta, lo tenía en sus piernas y lo consiguió, era de justicia. Tenía una bala y no la desaprovechó.
En su punto de mira estaba el 1.21.55 de Unex Chocarro que tenía como tope nacional. En Ourense fue una máquina vuelta a vuelta para detener el cronómetro en 1.21.00, un record que perdurará en el tiempo, pulverizando su mejor marca personal que tenía en 1.22.78 bajo techo, incluso el 1.22.09 que tiene como tope gallego al aire libre.
Entra con el pie derecho en la categoría sub-18, que estrena el próximo uno de enero, en medio asistirá a una concentración de medio fondo que se celebra en Sevilla en esta semana de navidades.
Las buenas noticias no acabarían ahí, ya que también cayó un record gallego, el de los 300 m.l. en la categoría sub-16. Su nuevo propietario es Sebastián Bascoy.
El atleta coruñés ya posee el record al aire libre en la distancia con 35.88, pero quería dejar la categoría con un nuevo record en la distancia, el de pista cubierta.
El reto eran los 36.59 que tenía el también coruñés Antón Cillero como tope gallego. Sebastián Bascoy salió decidido a no perder la ocasión bajando su marca de 36.64 que tenía de mejor marca personal, hasta los 36.39, nuevo record gallego de la distancia.
Pero si en algo se caracterizó la jornada en Ourense fue en la multitud de marcas personales y de mínimas nacionales que se consiguieron.
En clave coruñesa, Pablo Bocelo celebraba su cumpleaños con la marca mínima en los 1.500 m.l. para el Nacional absoluto al parar el crono en 3.47.93, en una carrera donde contó con la presencia de su compañero Elian Numa López como liebre.
La coruñesa, afincada en Oviedo en la actualidad, Celia Fernández Bouza conseguía dos marcas mínimas. Una en pruebas combinadas, donde es la actual subcampeona de España sub-16 con una puntuación de 3.525 puntos. La otra fue conseguida en los 60 metros vallas con 8.94 de la categoría sub-18.