Miguel Figueira: “Por una parte me siento lleno y por otra, por lo que dejo, me siento vacío”
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Miguel Figueira: “Por una parte me siento lleno y por otra, por lo que dejo, me siento vacío”

Miguel Figueira: “Por una parte me siento lleno y por otra, por lo que dejo, me siento vacío”
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José Miguel Figueira Domínguez es lo mejor que le ha pasado al Bergantiños en los últimos lustros. El exfutbolista del club carballés aterrizó en As Eiroas como entrenador hace algo más de tres años y se despidió el pasado lunes por lo de siempre, por los resultados. Ambicioso como futbolista y ambicioso como técnico, Miguel ha llevado a la élite del fútbol gallego al Bergan, con el que disputó las tres últimas fases de ascenso a Segunda B. 

¿Le ha cogido por sorpresa o se olía que podía pasar?

Cuando las cosas no van bien, los entrenadores tenemos que estar preparados para todo lo que pueda pasar. Sabía que, después del mal partido que hicimos contra el Estradense, el del As Pontes, que era el último clasificado, podía marcar un antes y un después. Por desgracia, el resultado no fue el esperado y en la reunión que tuvimos el lunes llegamos a la conclusión de que lo mejor era un cambio. Nunca se está preparado para algo así, pero tenía la mosca detrás de la oreja, sobre todo en este caso, la primera vez que los resultados no avalan mi trabajo. 

Hace seis meses fue subcampeón de liga con el Bergantiños. Hoy ya no es el entrenador del equipo.

Cuando uno renueva con toda la ilusión del mundo en un club en el que se siente valorado, querido y parte de la familia debe ser consciente de que alguna temporada puede salir mal. Por suerte para mí, los tres años anteriores fueron muy buenos. Esta temporada empezó bien, disputamos la final de la Copa Diputación y el equipo dejó buenas sensaciones de cara a la liga. No arrancamos mal, pero la falta de gol o de acierto nos ha mermado y ha lastrado mentalmente al equipo hasta llevarnos a esta situación. A los entrenadores, las exigencias son las que nos ponen y nos quitan. El nivel de exigencia del club es máximo y, desde el primer día en el que llegué y a pesar de que la gente comentaba que estaba loco, siempre dije que quería meter al equipo en ‘playoff’. Hemos disputado tres fases de ascenso y ese nivel de exigencia que yo he marcado es el que ha hecho que hoy no sea el entrenador del equipo. 

No hay que esperar a que las cosas se deterioren para tomar decisiones

¿Es Miguel Figueira el culpable del mal comienzo de liga del Bergantiños?

En la vida y, sobre todo, en el deporte la gente no tiende a asumir responsabilidades y se buscan culpables. Soy una persona que, en el 99% de las veces, me caracterizo por decir lo que pienso. Y si no lo hago es por no ofender. El club me ha apoyado en todo momento, me ha dejado confeccionar la plantilla, me ha permitido fichar lo que he querido, aunque ha habido bajas con las que no contábamos ni la directiva ni yo y nos han mermado un poco a nivel competitivo. He tomado decisiones deportivas, he trabajado y me voy con la cabeza alta, pero soy el máximo responsable de esta situación.

¿Le ha decepcionado alguien en este inicio de temporada?

No busco excusas. Entré en este club gracias a una directiva presidida por Chano Calvo, creo que he respondido a la oportunidad que me han dado con trabajo y resultados y ahora me voy con la misma tranquilidad, con calma y sin hacer ruido. No hay ningún reproche, estoy muy agradecido. 

Miguel siempre ha tenido fuerza para revertir situaciones adversas. ¿Ahora no?

Hay que asumir lo que toca en cada momento. Han transcurrido tres meses, doce jornadas y el equipo no está consiguiendo resultados positivos. Por un lado me queda el sabor amargo de no seguir intentándolo, pero no hay que esperar a que las cosas se deterioren por completo para tomar decisiones. Soy un entrenador joven, el club es mucho más grande que cualquier técnico y que cualquier jugador y las decisiones se tienen que tomar y recibir con naturalidad. Espero que esta sea buena para el club y, en un futuro, buena para mí. 

¿Ha sido la del Estradense la derrota que más daño ha hecho esta temporada?

Creo que sí. El equipo no estuvo bien. Aquella semana empezó mal cambiando el partido del domingo al viernes, aunque esta es una particularidad y una manía mía. Acepté el cambio por los jugadores, pero no era el momento de adelantar un partido teniendo en cuenta las circunstancias en las que estábamos. La derrota nos hizo daño y ese fin de semana fue muy largo. 

No hay ningún reproche; me voy con tranquilidad, con calma y sin hacer ruido

¿Le ha quedado clavada alguna espina?

No. Vine para hacer un equipo ganador, para intentar ascender a Segunda B y en todo momento he obrado con la máxima ilusión. He trabajado muy a gusto y no voy a lamentarme de nada. Por una parte me siento lleno y por otra, por lo que dejo, me siento vacío. 

¿Se equivocó con la confección de la plantilla de esta temporada?

Es pronto para decirlo. Siempre hemos hecho plantillas cortas, abiertas a las posibles incorporaciones de chicos jóvenes. Era mi forma de trabajar y el club la aceptó. Es posible que nos hayamos quedado cortos en algún puesto, pero la única realidad es que no hemos obtenido el nivel de todo lo que teníamos. Creo que hay más potencial de lo que dice la clasificación. 

126 partidos de liga y 8 de ‘playoff’ con el Bergantiños en los tres últimos cursos. Es el entrenador más importante del club en las últimas décadas.

Es un honor. Los números son los que me han dado todo el poder y los que ahora me lo quitan. Lo acepto como parte del juego. Yo solo he disfrutado las victorias o las clasificaciones para las fases d ascenso. Tanto en el Atlético Arteixo como en el Bergantiños he disfrutado cada día. Hasta el lunes, que fue un día duro, creo que he sabido estar. Hablamos sin tapujos y la directiva lo ha hecho de manera elegante y correcta.

Los números son los que me han dado todo el poder y los que ahora me lo quitan

Hace algo más de un año sonó para el Fabril y, cuando el filial del Deportivo aún no había fichado entrenador, renovó con el Bergantiños. 

Ha sido un mal trago para mí. Creo que, en ese momento, no se le dio valor al trabajo de una persona. Yo estaba donde quería estar y donde me valoraban. Eso es pasado. 
¿Se va el mismo Miguel Figueira que llegó al Bergantiños en junio de 2016?
Cuando empecé a jugar al fútbol, lo hice con Chano de presidente. Me fui del Bergantiños al Fabril siendo futbolista y, sobre todo, un hombre. Volví como entrenador con buenos conceptos de trabajo, pero no a un nivel prácticamente profesional. He trabajado muy a gusto confeccionado plantillas, entrenando, compitiendo, ganando títulos... Hemos viajado por toda España con el nombre del Bergantiños y me lo he pasado en grande. Me voy considerándome un entrenador capacitado y válido para cualquier proyecto.

¿Ha sido más duro el pasado lunes o la eliminación contra el Cirbonero en 2018?

La eliminación contra el Cirbonero fue como si algo se me quedase clavado. El lunes fue duro, pero el trato y el respeto de la directiva hacia mí me ha ayudado a llevarlo mejor.

¿Cuál ha sido el momento más feliz de su paso por el Bergantiños?

El día que ganamos en Negreira y nos clasificamos para el primer ‘playoff’ después de estar toda la segunda vuelta sin perder ningún partido y con 13 jugadores del primer equipo disponibles. Teníamos una plantilla con jugadores importantes pero que aún no habían destacado. Ese día fue muy grande, mi primer gran éxito con el Bergantiños. Todo el mundo se subió al carro y se alegró. En las siguientes temporadas ya fue más fácil que estuvieran con el equipo. 

Me voy considerándome capacitado y válido para cualquier proyecto

En cuanto a sistemas, el Bergan de Miguel Figueira lo ha probado todo.

Parece mentira, pero he tenido que estudiar mucho para trabajar la línea de cinco con tres centrales porque no me gusta y, en ese sentido, estoy orgulloso de mí mismo por haber sabido utilizar ese sistema. En Arteixo tenían claro que era algo que no iba a ir conmigo y, sin embargo, en Carballo lo he trabado y estoy contento por cómo ha salido. 

El Bergantiños de esta temporada quiere más el balón que en otros años. ¿Ha podido volverse en contra del  equipo?

Es probable pero, gracias a esa idea de juego, hemos generado fútbol y ocasiones que no hemos metido. Si las terminas, no te corren a la contra y si las fallas, sí lo hacen. Otro de los lastres de esta temporada ha sido la estrategia, tanto a nivel ofensivo como defensivo y creo que, en ese aspecto, el equipo no ha sido reconocible como de Miguel Figueira. 

Si pudiese aconsejar un entrenador al Bergantiños, ¿diría el nombre de Borja Facal?

Ni me metí el lunes ni me voy a meter porque ya no soy entrenador del Bergantiños. Borja está capacitado y el único hándicap que puede tener es que es un futbolista cercano al vestuario porque se ha retirado hace muy poco y era compañero de la gran mayoría de los jugadores del equipo. Es una persona respetada que conoce muy bien a la plantilla y eso es muy importante.

El fútbol es mi vida, no necesito desconectar
Es prácticamente imposible que no le pase factura en el aspecto emocional, pero Miguel lo tiene claro. No quiere desconectar del fútbol. El entrenador del Bergantiños en las tres últimas temporadas espera nuevos retos y por eso quiere seguir conectado.

¿Qué hará Miguel el próximo domingo?

El cuerpo me pide ir a ver el Bergantiños-Silva, pero supongo que no debo ser masoca.

¿Necesita desconectar del fútbol?

No, es mi vida y no necesito desconectar. Todo mi día a día está estructurado para mi familia y para el fútbol y no necesito parar pero, por desgracia, me toca.

¿Es injusto el fútbol?

Los partidos sí lo son. De los diez primeros partidos de la temporada pasada ganamos nueve y perfectamente pudimos no hacerlo. Este año hicimos partidos soberbios, como el de la primera jornada contra el Ourense CF, y perdimos 3-0. Eso es muy difícil de explicar. 

¿Qué le pide al futuro?

Trabajo y sentirme la mitad de a gusto que en el Bergan.

Siempre duermo bien, pero llevo dos noches sin hacerlo

Miguel es una persona pasional y sentimental cuando se expresa. Su silencio reflexionando sobre su familia es emocionante.

¿Quién le comunica que deja de ser entrenador del Bergantiños?

El domingo, después del partido de As Pontes, me reuní con Rodri, mi ayudante, y Mariano, el delegado, y les dije que la situación era difícil y que me reuniría con el club. Le comuniqué a (Luis) Cendán que quería hablar con ellos. El lunes, en una reunión con toda la directiva lo decidimos. Y creo que llegamos a esa conclusión muy a pesar de todos porque no creo que sea una decisión fácil ni cómoda para ellos y tampoco es favorable para mis intereses. Considero que es positivo para el equipo que el mensaje les llegue con otra voz.

¿A quién hace la primera llamada tras conocer la decisión del club?

A mi mujer. Es... (30 segundos de silencio en los que se emociona). Para la familia es lo más duro. Ellos vivían y sufrían el Bergantiños tanto como yo. Por un lado, todo esto va a ser positivo para que disfruten más de mí. Ellos siempre me apoyan y son los que me dan fuerza. 

¿Cómo ha sido su despedida de la plantilla?

Fueron dos minutos en los que les di las gracias a todos por su esfuerzo y su compromiso. Si tuviera algo que reprochar, saben que tengo la personalidad suficiente como para decirlo a la cara. He tomado decisiones que a algunos futbolistas les han podido afectar o doler más, pero siempre pensando en el bien del equipo. Nos quedan pendientes unos pinchos o una cena porque sería justo y porque, además, yo he pagado más multas que nadie.

¿Le ha quedado algo grabado de ese último momento en el vestuario?

Solo hablé yo y no tuve fuerzas para esperar sus reacciones. He recibido muchos mensajes de entrenadores de la categoría, de otras ligas, de exentrenadores, de jugadores pero los que más me han emocionado han sido los de los juveniles por el valor que han tenido para dirigirse a mí y agradecerme todo lo que he hecho por ellos.

¿En qué pensaba de camino a su casa?

En lo difícil que era asimilar que era la última vez que lo hacía como entrenador del Bergantiños. Probablemente, alguna tarde coja el coche e inconscientemente llegaré a Carballo pensando que tengo que entrenar y daré media vuelta.

¿Cómo ha pasado la noche del lunes al martes?

Soy una persona que duerme muy bien, incluso antes y después de los partidos, pero en este caso no he podido dormir ni del domingo para el lunes ni del lunes para el martes.

Miguel Figueira: “Por una parte me siento lleno y por otra, por lo que dejo, me siento vacío”

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