El Calasanz cayó de forma inmerecida ante un Roces que se llevó un botín excesivo de su visita a Elviña. Es la segunda derrota consecutiva del equipo coruñés, la novena de la temporada, que ocupa la decimoquinta posición, en puestos de descenso.
Desde el inicio fue el conjunto local el que trató de llevar la iniciativa y el peso del partido. No tardaron en llegar las primeras ocasiones. La más clara, de un mano a mano de César que, entre el portero y el palo terminaron por malograrla.Tampoco se aprovecharía ninguno de los numerosos saques de esquina que disfrutó el Calasanz. La zaga visitante no conseguía despejar en primera instancia, pero los rojillos no fueron capaces de traducir en gol alguno de los múltiples balones sueltos que quedaron por el área pequeña
El Roces quiso inquietar en alguna acción al contragolpe, y a punto estuvo de hacerlo con un golpeo desde la frontal del área que salió rozando el palo derecho de la portería defendida por Borja.
El segundo tiempo más de lo mismo, el Calasanz iniciaba con paciencia y el Roces se sentía cómodo con el empate, a sabiendas de que cualquier acción puntual podría darle los tres puntos. Y así fue. Tras un aviso con un remate de cabeza a un centro lateral que la defensa local sacaba bajo los palos, llegó el gol visitante. En uno de los pocos errores defensivos de la tarde, un centro medido desde la izquierda es introducido en la escuadra por David, que había entrado de refresco hacía 15 minutos.
