El Compostela está a 90 minutos de regresar a Segunda División B, pero tendrá que mejorar su imagen para cerrar su objetivo. En el primer partido de la fase de ascenso exprés organizada por la Federación Gallega en el estadio Abanca Balaídos, el equipo santiagués aprovechó dos errores infantiles del Barco y luego vivió de rentas. Suficiente por el momento.
No tardó ni dos minutos en avisar el Compos por mediación de Primo, un futbolista de categoría superior, desequilibrante y con mucho gol. Respondió Oviedo, pero fue un espejismo, porque el portero no tuvo su mejor día.
Antes de cumplirse los diez minutos abrió la lata el conjunto que dirige Yago Igleesias. Lo hizo por mediación de Jimmy, que enganchó en el vértice del área un zurdazo tras un cambio de orientación de Bicho. El lateral remató libre de marca y su disparo se coló por el primer palo de Oviedo, dos fallos imperdonables en un partido a vida o muerte.
La endeblez defensiva del Barco no se quedó ahí. Y es que en el minuto 18, Primo amplió la cuenta al remachar sobre la línea y, otra vez, completamente solo, una peinada de Soto tras un saque de esquina. Ni la línea de retaguardia ni el guardameta ayer visitantes estuvieron a la altura.
El 2-0 tan tempranero y la teórica superioridad del Compos adivinaban una tarde plácida, incluso una goleada, pero no fue así. Reaccionó el Barco, que a partir de ese momento tomó el control del partido, aunque sin grandes llegadas hasta que David Álvarez se sacó de la chistera el golazo de la tarde con un lanzamiento de córner directo. Pato también pudo hacer algo más.
En la segunda mitad, el Compos salió en tromba, pero no acertó ni tuvo continuidad. El Barco respondió, se metió en campo rival y merodeó el empate, aunque sin éxito. Cuando ya estaba volcado, el campeón sentenció a la contra por mediación de Palmás y ya espera rival en la final por el ascenso.
