La etapa reina del Dakar 2024 dejó grandes cambios en ambas generales, pero sobre todo un protagonista, el español Carlos Sainz (Audi), que manda en coches por 20 minutos sobre el segundo y que se desquitó del catarí Nasser Al-Attiyah (Prodrive), que dijo adiós a sus posibilidades tras perder 2 horas y 45 minutos.
La sexta etapa, una crono de 48 horas por el desierto de arena más grande del mundo, cumplió sus promesas y fue una auténtica escabechina para grandes favoritos como Al-Attiyah, el español Joan Barreda (Hero), que tuvo que retirarse por un problema mecánico, o el chileno Pablo Quintanilla (Honda), al que le faltó la gasolina en la jornada de este jueves y esperó una hora para que un piloto le echara lo suficiente para llegar al punto de repostaje.
Las victorias de esta etapa fueron para el francés Sébastien Loeb (Prodrive), uno de los máximos rivales a los que se enfrenta Sainz, y el francés Adrien van Beveren (Honda) en motos, lo que permite al galo seguir en la pelea por una clasificación en la que hasta cuatro pilotos están en menos de nueve minutos.
En coches, sin embargo, Sainz llega al día de descanso del rally raid con 20 minutos y 21 segundos sobre Ekström y con 29 minutos y 31 segundos sobre Loeb, que consiguió este viernes su vigésimo quinta etapa del Dakar.
La primera gran 'víctima' de la etapa fue el que hasta ese momento era líder de la carrera, el saudí Jazeed Al Rajhi (Overdrive Racing), que en el kilómetro 51 de la sexta manga volcó su vehículo al chocar con alguna piedra y ya no pudo continuar. Entregaba así el cetro de la general a Sainz y Al-Attiyah, aunque al catarí no le serviría de mucho.
El piloto saudí llegaba con opciones al desierto del Empty Quarter tras una buena primera semana en la que había sido mucho más regular que Al-Attiyah y algo más que Sainz, pero dio varias vueltas de campana y no pudo hacer nada por salvar el coche: "Después del kilómetro 51, todo iba bien en un 'chott' totalmente llano, íbamos a toda velocidad y choqué con algo, dimos varias vueltas de campana y el coche quedó dañado", comentó.
No estuvo muy bien el jueves Al-Attiyah, que se dejó hasta 24 minutos al término del día, después de que tuviera que abrir pista sobre el desierto por haber ganado el día anterior.
Pero si tuvo problemas el jueves, la situación aún empeoró este viernes para Al-Attiyah, que acumula dos Dakar consecutivos y que buscaba otro título. El catarí estuvo parado durante más de dos horas arreglando su vehículo, que quedó varado en mitad del desierto por un problema mecánico, lo que le hace olvidarse de poder pelear la general.
A dos horas y 45 minutos está ahora de cabeza de carrera el catarí, algo menos, no obstante, que el francés Stéphane Peterhansel (Audi), que tras un problema mecánico el jueves terminó la etapa a tres horas y un minuto y no corrió la misma suerte que sus compañeros de equipo, Sainz y Ekström.
El polaco Erik Goczal (Energylandia Rally Team), que cuenta con el catalán Óscar Mena como copiloto en su prototipo ligero, fue la gran sorpresa de esta sexta etapa, en la que no sólo estiró su ventaja en la general de prototipos ligeros (SSV), sino que terminó quinto en la categoría de coches.
El jovencísimo polaco, de apenas 19 años, demuestra así que ya está preparado para cotas mucho mayores que los SSV y es, de hecho, noveno de la clasificación general de los vehículos de cuatro plazas a 1 hora, 52 minutos y 30 segundos de Sainz.
A esa misma distancia, aunque parezca mentira después de seis etapas, está el francés Mathieu Serradori (Century Racing), que está octavo en la tabla y que supera por algo más de una hora a la catalana Laia Sanz, a 2 horas, 56 minutos y 5 segundos de Sainz.
La catalana está segunda de su categoría, la T1.2 en la que compiten coches con sólo dos ruedas matrices, tras otra meritoria etapa, mientras que otro catalán, Nani Roma sigue décimo tercero en la general en el año de su vuelta a la competición tras un cáncer de vejiga y aseguró al acabar la jornada que esta había "sido, sin duda, la etapa más difícil" desde que el Dakar se realiza en Arabia Saudí.
Así, el día de descanso deja algún que otro ganador, como Sainz, pero sobre todo grandes perdedores, como Al-Attiyah o Quintanilla, que deben digerir que no podrán pelear por la general la próxima semana.