Frenar al neerlandés Max Verstappen (Red Bull), líder destacado del Mundial. Ése debe ser el objetivo del resto de pilotos en el Gran Premio de Canadá, octavo del campeonato, que se disputará el domingo en el circuito Gilles Villeneuve de Montreal.
Después de lograr su quinto triunfo del curso –el número 40 en F1– en el Gran Premio de España, Verstappen, de 25 años, lidera ahora con 170 puntos, 53 más que su compañero, el mexicano Sergio Pérez –ganador de las otras dos carreras y cuarto hace dos domingos–, y con 71 sobre Fernando Alonso (Aston Martin).
El español, séptimo en Montmeló (Barcelona), se erigió –con cinco podios en las primeras siete pruebas— en la gran sensación del arranque de una temporada en la que su compatriota Carlos Sainz (Ferrari), quinto en Cataluña, ocupa el sexto puesto, con 58 unidades.
Antes de regresar de nuevo a Europa –en Austria, el primer fin de semana de julio– la F1 ‘cruza el charco’ y se planta en Canadá para afrontar la octava de las 22 pruebas (tras la cancelación, a causa de las inundaciones, del GP de la Emilia-Romagna, en Italia) de un Mundial que se cerrará el mes de noviembre en Abu Dhabi.
Se correrá ahora en el circuito Gilles Villeneuve, bautizado en honor al padre de Jacques –campeón mundial en 1997–, uno de los más espectaculares pilotos de toda la historia de la F1, fallecido al accidentarse durante el GP de Bélgica de 1982, en Zolder.
El Muro de los campeones
La bella pista canadiense, construida en la isla artificial de Notre-Dame, que baña el río San Lorenzo –sede de la Expo 1967 y de varias pruebas en los Juegos Olímpicos de 1976– mide 4.361 metros y tiene 14 curvas. Destacando la décima –su famosa horquilla– y las dos últimas, conformando la ‘chicane’ que desemboca en el ‘Muro de los campeones’: bautizado así después de que en ese punto se accidentasen o perdieran sus posibilidades de éxito muchas de las grandes figuras de este deporte.
Tras dos años ausente, a causa de la pandemia, Montreal regresó en 2022 al calendario –ganó Verstappen por delante de Sainz, que marcó la vuelta rápida- y este fin de semana albergará la 58 edición de su Gran Premio, la 42ª en este escenario. Una prueba que nadie ha ganado más veces (7) que Lewis Hamilton y Michael Schumacher.
Alonso, que debutó hace 22 años en la F1, cumplirá 42 el mes que viene. Algo que no le ha impedido convertirse en la gran sensación de este principio de curso, en el que se ha subido cinco veces al podio en sus siete primeras carreras.
Alonsomanía
El genial piloto asturiano acabó tercero en Baréin, Arabia Saudí, Australia y Miami (EEUU); y elevó la apuesta con un segundo puesto en Mónaco, antes de lograr -tras dañar el suelo de su coche en la primera ronda de la calificación, “comprometiendo el resto del fin de semana”, según comentó a Efe en Montmeló- la ‘peor’ posición de la temporada al acabar séptimo ante su exaltada afición, que espera como agua de mayo la victoria 33 de su ídolo.
Fernando, que en su día batió todos los récords de precocidad y ahora está empezando a acumular plusmarcas de longevidad en la categoría reina, festejó en Montreal una de sus 32 victorias en F1 en 2006: el año que revalidó su título; en una pista en la que también subió al podio en 2010, cuando acabó tercero.
Aston Martin trae importantes mejoras al país del propietario de la escudería –Lawrence Stroll– y del nuevo compañero de Alonso –Lance Stroll, hijo del anterior–, donde volverá a aspirar a un podio al que también apuntan Sainz y el monegasco Charles Leclerc, de Ferrari, que no ha tenido ni mucho menos el arranque deseado, en una temporada en la que el español se puede conformar, de momento, con haber sido el más sólido de los dos pilotos de la ‘Scuderia’.
Los coches a batir en Canadá volverán a ser el de Checo y, sobre todo, el de Mad Max, que se exhibió en Barcelona, donde ganó con un Grand Slam: saliendo desde la ‘pole’, liderando de principio a fin y firmando asimismo la vuelta rápida. Objetivo: frenar a Verstappen.
