La polémica está servida en la Tercera División de fútbol sala ya que tres clubes –Unión GR9, Villa de Cee y Outeiro de Rei– se plantean no formalizar su inscripción para disputar la nueva edición del campeonato liguero, que tiene previsto su comienzo para mediados del mes de noviembre. El motivo que alegan las tres escuadras, dos de la provincia de A Coruña y la restante de Lugo, es la actual situación sanitaria.
Miguel Permuy, fundador y jugador del Unión GR9, explicó a dxt campeón que “la principal razón por la que no queremos jugar es la salud. No se puede competir en las condiciones sanitarias que tenemos en la actualidad”.
El delegado del Villa de Cee, José Ramón Frijol ‘Mon’, opinó en el mismo sentido al afirmar que “la federación tiene mucha prisa por empezar. Nosotros queremos esperar hasta que las situación sanitaria esté un poco mejor”.
El responsable de la sección de fútbol sala del Outeiro de Rei, Pablo Montouto, señaló que después del aumento de casos de los últimos días “la situación sanitaria no es la idónea para jugar al fútbol”.
Un descenso administrativo de categoría es la posible sanción a la que se enfrentarían los mencionados clubes al no participar en la competición. Los tres coinciden en que esta medida, en caso de confirmarse, sería “un palo muy duro”.
Lucha por los test
Desde los clubes se intenta evitar el pago de todas las pruebas PCR, “porque supondría un gasto enorme para un club aficionado”, expresa Mon.
Las otras dos entidades coinciden en sus declaraciones. Además, añaden que “no queremos poner en riesgo a nuestros jugadores”.
El Praias de Barreiro, por su parte, ha confirmado su inscripción en el torneo liguero aunque asegura que “pelearemos por conseguir que nos hagan test cada semana y que no tengamos que pagarlos todos nosotros”, afirma el presidente del club lucense, Julio Rocha.
