El Toulouse, el equipo maldito del Teresa Herrera
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17º-23º

El Toulouse, el equipo maldito del Teresa Herrera

El Madrid lo goleó en una octava edición que hirió de muerte al torneo ► Jugó con cinco futbolistas de otros clubes y su chófer de portero ► Desapareció en 1967
El Toulouse, el equipo maldito del Teresa Herrera
Página de El Ideal Gallego del 8 de septiembre de 1953 con la crónica del partido | ARCHIVO EL IDEAL GALLEGO

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Con el Le Havre serán seis clubes franceses los que habrán participado en el Trofeo Teresa Herrera. Sin embargo, solo uno de ellos tiene el dudoso honor de haber dejado herido de muerte al que hoy es el torneo amistoso de fútbol más antiguo del mundo, cuando solo habían transcurrido ocho años desde su edición inaugural.

 

6 de septiembre de 1953. El Real Madrid se enfrenta al Toulouse en la octava edición del Trofeo Teresa Herrera, hasta entonces jugado siempre a partido único. Las dificultades para encontrar un rival para el conjunto blanco son tales que, después de celebrar las siete primeras ediciones —de 1946 a 1952— durante el mes de junio —para cerrar la temporada—, el torneo de 1953 no puede celebrarse hasta inicios de septiembre.

 

El Real Madrid es uno de los equipos punteros del fútbol español, aunque aún está naciendo el gigante en que acaba convirtiéndose. Di Stéfano, el hombre sobre el que pivota el cambio, debuta con la camiseta blanca solo 17 días después. La Liga nace solo un cuarto de siglo antes y el equipo madrileño únicamente cuenta con dos trofeos de la regularidad: 1931-32 y 1932-33. Lleva veinte años sin ganarla. Por contra, ya son 9 Copas de España las que brillan en sus vitrinas. En la temporada 1952-53, el Real Madrid concluye el campeonato en la tercera plaza, por detrás de Barcelona y Valencia.

 

El Toulouse es un club joven, nacido en 1937. Con 16 años de vida, acaba de proclamarse campeón de Segunda División y se apresta a afrontar su regreso a la máxima categoría gala tras haber descendido al final del curso 1950-51. Y ese es uno de los problemas. El mismo día del VIII Trofeo Teresa Herrera, el Toulouse tiene su partido de la primera jornada del campeonato francés de Primera División. Su rival, el Nancy, es tanteado por la organización a través del intermediario Luis Guijarro. Pero el conjunto de la región de Lorena desestima su participación precisamente por la celebración de ese encuentro oficial.

 

El Toulouse vence al Nancy por 3-2. Juega con Rouxel; Mihoubi, Pleimelding; Cahuzac, Bellot, Valorisek; Grillet, Dereuddre, Dupraz, Rytkönen y Bouchouk. Al tiempo, el Toulouse ‘coruñés’ salta a Riazor con Lazare; Swiatek, Haddad, Broccolichi; Nikitis, Meerseman; Brodd, Gabet, Boucher, Schaeffer y Zapata. Tras el descanso entran Fernández y Kryslak por Gabet y Zapata.

 

Jean Swiatek es futbolista del Girondins de Burdeos. Manuel Fernández —de antepasados lucenses— juega en el Saint-Étienne. Simon Kryslak forma parte de la plantilla del Sète. Frédéric Nikitis actúa en el Rennes, de Segunda, misma categoría en la que milita Roger Gabet con el Racing de París. De quien no hay rastro en plantilla futbolística alguna es de Lazare, el hombre que ‘defiende’ (sí, entre comillas), la portería francesa. Lazare encaja ocho goles, cinco de ellos en la primera mitad. El Real Madrid se impone con cuatro dianas de Roque Olsen —futuro entrenador del Deportivo en dos épocas distintas—, dos de Britos, una de Pérez Payá y una en propia meta de Lazare. La crónica de El Ideal Gallego describe así el autogol del guardameta: “Dieciséis minutos de juego y tercer tanto madridista, logrado por Atienza, en colaboración con el portero francés, que al intentar parar un disparo del extremo, introduce el balón en su propia portería”.

 

Una leyenda negra acompaña a aquellos trece hombres que saltan al césped de Riazor. La teoría de que Lazare es el chófer del bus que traslada al equipo desde Francia cobra fuerza cuando, tras el encuentro, Guijarro asegura que a dos jugadores no se les permite cruzar la frontera y uno de ellos es el portero. El Ideal Gallego anuncia en la previa a André Pivois, cancerbero del Racing de París. Pierre Zapata —también de familia lucense, como Fernández—, afirma que “con un combinado a base de suplentes, no se puede hacer más”.

 

Cristino Álvarez, presidente del comité organizador, se resiste a dimitir, aunque el torneo queda herido de muerte. De hecho, solo lo salva, dos años después, la derogación del punto del reglamento que prohíbe la participación del Deportivo. El triunfo blanquiazul sobre el Athletic en 1955 saca al Teresa Herrera de la UCI.

 

Aquel Toulouse desaparece en 1967. Víctima de las deudas, su licencia y su plaza en Primera son traspasadas al Red Star parisino. El Toulouse actual, club del que Denis Genreau llega al Deportivo, nace en 1970. Es el heredero de un equipo maldito. El equipo que casi guillotina al Teresa Herrera.

El Toulouse, el equipo maldito del Teresa Herrera

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