El Sevilla sumó su primer punto en el grupo G de la Liga de Campeones con un empate gris y sin goles a domicilio frente al modesto Copenhague, un resultado que compromete sus opciones en la competición y no lo saca de su bache.
El equipo de Julen Lopetegui fue de más a menos. Tuvo una primera media hora buena, con dos ocasiones claras de Rakitic y de En-Nesyri, pero luego se fue apagando y, en la segunda parte, pese a mover todo el ataque, apenas creó peligro.