Un amor para toda la vida. Así se puede resumir lo que vivieron Diego Maradona y la afición de Nápoles durante siete años.
Un día como hoy, hace 38 años, comenzó el idilio entre 'el 10' con la ciudad de Nápoles, situada en el sur de Italia, y su club.
El 5 de julio de 1984, el equipo presentaba en un colmado estadio San Paolo -que ahora lleva el nombre de Maradona- como su nuevo jugador al futbolista argentino.
Maradona llegaba ya como estrella, procedente del Barcelona español, pero fue allí, en Nápoles, donde su figura se agigantó.
En esa tarde calurosa de verano, el argentino ataviado de una camiseta blanca y una sudadera celeste, con sus negros crespos al sol, saludó con los brazos en alto a los 80.000 hinchas presentes en el estadio y luego comenzó a hacer malabares con el balón ante un público que de inmediato quedó flechado por su genialidad.
Ese 5 de julio comenzaba uno de los romances más fuertes que el fútbol ha visto jamás y que, pese a la muerte del ídolo el 25 de noviembre de 2020, parece no tener fin.
Por 14.000 millones de liras (10,5 millones de dólares), cifra que pagó el club italiano al Barcelona, Nápoles comenzó a ver de inmediato los primeros frutos de esa inversión.
Y Maradona retribuyó con sus jugadas de crack y sus goles cada aplauso de la afición napolitana en siete temporadas en las que mostró su mejor versión y se superó a sí mismo.
Hizo brillar a un equipo que era considerado casi de Serie B y que se había salvado del descenso milagrosamente por tres temporadas seguidas.
Encumbró al Gli Azzurri (Los Azules) a lo más alto del fútbol mundial en lo que muchos consideran su mejor década como jugador, la de los 80, y se enalteció como el referente de la disputa de clases de una sociedad italiana dividida y cuyas luchas se llevaron al terreno de juego. Allí Maradona, con sus triunfos dentro del campo, simplemente se hizo inmortal para la ciudad de Nápoles.
Y con el Diego de la gente, el Diego que causó una revolución en el balompié de Italia, Nápoles ganó cinco títulos: los 'scudettos' de la Serie A 1987 y Serie A 1990, la Copa Italia 1987, la Copa de la UEFA 1989 y la Supercopa 1990.
Además, Maradona anotó 115 goles y dio 78 asistencias en 259 partidos jugados, fue el máximo artillero de la liga italiana en 1987 y de la Copa de Italia en 1988.
Títulos considerados históricos en el fútbol italiano, pues era una liga dominada por los clubes poderosos, los del Norte, como Milán, Inter, Juventus, que aún mandan en ese país; pero que se vieron superados en aquel entonces por uno del Sur comandado por Maradona, la estrella que iluminó a una formación sin grandes figuras.
Argentina y el mundo lo lloran aún, en cada efemérides, con cada recuerdo, pero Nápoles siempre lo tendrá en su corazón, tan es así que con el paso de los años el 5 de julio fue declarado por los hinchas napolitanos como 'el Día de la lealtad a Maradona' y su camiseta 10 también fue retirada por el equipo.
Nápoles y Maradona, un amor incondicional.