Los últimos episodios violentos que se han vivido en el estadio Diego Armando Maradona con la facción ‘ultra’ del Nápoles provocaron la reacción del presidente Aurelio De Laurentiis, que condenó los episodios y pidió la llegada de la ‘Ley Thatcher’ a Italia para acabar con los radicales en los estadios.
“Es una historia que ha durado 50 años, hasta que no se tome la ‘Ley Thatcher’, y se adapte en Italia, siempre tendremos estos problemas. Esos no son verdaderos aficionados, son delincuentes a los que se les permite ir al estadio, atemorizando a las familias y a los verdaderos aficionados con episodios que están bajo la mirada de todos”, cargó el presidente del líder de la Serie A. La Fiscalía de Nápoles está investigando los episodios violentos que se vivieron el pasado domingo en el choque ante el Milan (0-4), en el que, según informan los medios locales, los aficionados de la ‘Curva B’ prohibieron a los aficionados contiguos animar al equipo e intentaron que se colocaran de espaldas al campo.
Los radicales abandonaron el campo en el minuto cinco. Hasta ese momento entonaron exclusivamente cánticos en contra de su presidente, intentando ejercer presión para poder volver a introducir en el estadio bombos y material para hacer pancartas. El presidente y productor cinematográfico confesó también que está un poco preocupado por los preparativos de la fiesta del ‘Scudetto’, pese a los 16 puntos de ventaja, al ser “supersticioso”. “Los napolitanos ya lo están celebrando por toda la ciudad y eso me preocupa, por supersticioso. Me parece un poco una locura, pero forma parte del color napolitano”, señaló.
Después de que el pasado 1 de abril Italia prohibiera la venta de entradas a aficionados del Feyenoord para el choque de vuelta de cuartos de final de Liga Europa ante la Roma, hoy la UEFA tomó la misma medida para el choque de ida en Róterdam, por lo que la eliminatoria se jugará sin afición visitante.
“Esta decisión se tomó sobre la base de las Regulaciones de Seguridad y Protección de la UEFA luego de una evaluación de riesgos exhaustiva y el requisito de las autoridades italianas de no permitir que los fanáticos visiten el estadio Olímpico de Roma”, explicó el organismo europeo.
La Roma fue sancionada por el Juez Deportivo de la Serie A con una multa de 8.000 euros debido a los cánticos racistas de la afición contra el serbio Dejan Stankovic, técnico de la Sampdoria, una pena que podría haber sido mayor si Mourinho no hubiera pedido a la afición que cesara.