El Celta visita al Alavés con el objetivo de romper su mala racha a domicilio –su última victoria lejos de Balaídos fue en diciembre del pasado año frente al Villarreal–, y de paso conseguir su primer triunfo como equipo de la Primera División en Mendizorroza.
Un reto mayúsculo para el conjunto dirigido por Fran Escribá, que no termina de carburar en este inicio de temporada. Si antes el problema gallego estaba en la fragilidad defensiva, ahora está en ataque –es el peor equipo de Europa en cuanto a remates–, algo impensable en el verano tras la llegada de jugadores como Rafinha, Denis Suárez o Santi Mina.
El técnico valenciano medita dar continuidad al bloque que derrotó al Athletic antes del parón liguero, con la única novedad de Jorge Sáenz por Néstor Araujo en el centro de la defensa, el internacional mexicano se cayó de la lista tras completar un solo entrenamiento con el grupo por los compromisos internacionales de su selección.
“Araujo es el más fatigado. Sus viajes son los más largos, llega con jet-lag, siempre es el que se incorpora el último”, justificó el propio entrenador, quien confirmó que el uruguayo Lucas Olaza está para jugar de inicio, aunque no se puede descartar que David Juncá empiece en el lateral izquierdo.
Salvo sorpresa, Okay Yokuslu y Lobotka repetirán en el doble pivote, con Rafinha y Denis Suárez en las bandas. Iago Aspas y Santi Mina son indiscutibles en ataque, al igual que Rubén Blanco en la portería, Hugo Mallo en el lateral derecho y Aidoo en el centro del eje defensivo.