El futuro de Neymar está en manos de Ousmane Dembélé y del emir de Catar, Tamim ben Hamad Al Thani, los dos hombres que pueden desbloquear su traspaso al Barcelona o condenarle a vivir una temporada más en el PSG.
Según publicó ayer en su edición digital el diario L’Équipe, las conversaciones entre ambos clubes prosiguieron en la distancia, un día después de la reunión en París en la que cada uno fijó sus posiciones y se llegó a un terreno de entendimiento.
El jugador ha sido valorado en 170 millones de euros, una cifra aceptada por ambos, pero ahora tienen que ponerse de acuerdo en la forma de pago.
Tras la reunión, el director deportivo del PSG, Leonardo, habló directamente con Doha, donde la última palabra la tiene el emir Al Thani.
La delegación catalana, encabezada por el director general del club, Oscar Grau, regresó a al Ciudad Condal con el objetivo de convencer a Dembélé de abandonar el club con dirección a la capital francesa.
L’Équipe aseguró que en las últimas horas el Barça propuso 130 millones, al croata Ivan Rakitic y la cesión por una temporada de Dembelé.
El campeón del mundo, que ya jugó bajo las órdenes de Thomas Tuchel en el Borussia Dortmund y que tiene una gran complicidad con Kylian Mbappé, aparece como la única pieza capaz de convencer a los franceses de rebajar el monto financiero de la operación.
“Ousmane se queda”
El agente de Dembélé, Moussa Sissoko, volvió a descartar ayer la salida del jugador de la entidad catalana.
“Ousmane se queda al 100 %. No hay ninguna opción de que se vaya. Quiere y va a triunfar en el Barcelona”, dijo al programa de televisión ‘Telefoot’.
Sissoko mantiene la misma firmeza de hace unos días, cuando el Barça no había aceptado que el joven jugador entrara en la operación.
