El meta Diego López, que en el pasado derbi ante el Barcelona celebró su partido 200 en la portería del Espanyol, dijo que de todos esos encuentros se queda con el penalti que le paró a Messi y "por cómo se vivió".
Esa fue una de las respuestas que Diego López dio a las preguntas de un grupo de notables guardametas blanquiazules de la historia (Carlos Kameni, Gorka Iraizoz, Cristian Álvarez, Carlos Meléndez, Thomas N’Kono, Toni Blanch, Alfredo Argensó o Joan Josep Bertomeu) y que fue distribuida por el club espanyolista.
"Me quedo con el penalti parado a Messi, lo que me transmitió el estadio fue un momento único, fue emocionante cómo se vivió. También cuando logré el récord de imbatibilidad del club o el partido en el que nos metemos en Europa", recordó el meta, que llegó al Espanyol en 2016 procedente del Milan.
Diego López, gallego de Paradela (Lugo), de 40 años, admitió que "el tiempo ha pasado muy rápido", pero que ha sentido el Espanyol como "una familia".
"Todos formamos parte de un sentimiento común y único, lo llevamos con orgullo y cuando te sientes así, das un poco más", añadió.
Preguntado por el secreto de mantener su gran nivel cuando ha superado la cuarentena, Diego López habló de la constancia, el esfuerzo y el trabajo.
"Hay que vivir la profesión con pasión y me sigo despertando con la ilusión de cuando era pequeño. Sufrimos momentos delicados, hay otros en los que uno no se encuentra bien, hay que ser más fuerte", insistió.
A cuatro meses de acabar su contrato, y con su renovación todavía en el aire, Diego López admitió que a todo el mundo le gusta que su nombre aparezca en un gran club como el Espanyol. "Espero que cuando no esté, la gente me recuerde", subrayó.
